2) “La violencia va a la baja y en caída libre”. En los doscientos doce municipios, la incertidumbre y la zozobra expresan el estado de cosas.

PASAMANOS: 3) “Todo está bajo control”. La realidad real de la secretaría de Seguridad Pública. El Alto Comisionado de la ONU, Organización de las Naciones Unidas, es lacónico: siete mil cuatrocientos desaparecidos y 647 (seiscientas cuarenta y siete) fosas clandestinas.
3) “No a todos se les puede tener contentos”. La frase bíblica para enaltecer la procuración de justicia en un Veracruz, por ejemplo, con montón de niños huérfanos y parejas viudas. Y con veinticinco Colectivos, integrados con padres con hijos (y parientes) secuestrados y desaparecidos.

CORREDORES: 5) “Rocío Nahle va ganando la encuesta” para la candidatura de Morena a gobernadora de Veracruz. El aparato gubernamental al servicio de la secretaría de Energía para satisfacer su deseo de ejercer el poder total y absoluto en la tierra jarocha.
Nunca una elección de Estado tan manifiesta.
6) “Estamos creando empleos”. La secretaría de Trabajo federal y el Seguro Social lo han reiterado:
Veracruz es la única entidad federativa incapaz de recuperar los miles de empleos perdidos en los dos años del COVID.
Más el rezago en la creación de fuentes de trabajo.
Más la recesión. Más la inflación descarrilada.

BALCONES: 7) Veracruz a morir con Claudia Sheinbaum para la candidatura presidencial. Para el gobierno del Estado lo prioritario, lo único prioritario, es trascender al año 2024 en un cargo público federal.
Por eso, Cuitláhuac G. y los suyos, anexos y conexos, poniendo “hacha, calabaza y miel” al servicio de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
En contraparte, seis millones de los ocho millones de habitantes en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y la migración como única posibilidad de enaltecer y dignificar la calidad de vida familiar.

PASILLOS: 8) Cuitláhuac es el gobernador número 79 (setenta y nueve) en la historia política, social y económica del Estado jarocho.
Casi casi hacia el final del sexenio fue, es, será, uno más.
Oscuro. Grisáceo. Intrascendente. Insípido.
Se convirtió en una copia Xerox del presidente de la república reproduciendo sus dichos, declaraciones y chascarrillos.
Ni siquiera, vaya, quiso administrar los recursos públicos para el bienestar social de los jodidos.
En todo caso, sirvió al obradorismo con el subejercicio fiscal (más de mil doscientos millones de pesos según el diputado federal, José Yunes Zorrilla) devueltos a la Federación ante la incapacidad para construir obra pública. Ajá.

VENTANAS: 9) Hay miseria y pobreza. Hay ilusiones, sueños, esperanzas, utopías frustradas. La migración a Estados Unidos y Canadá sigue, inderrotable, ante la falta de empleos dignos.
Pero el peor legado de la 4T en Veracruz es la incertidumbre y la zozobra.
El paisaje urbano y suburbano repleto de cadáveres.
Nada terrible y espantoso como vivir con sobresaltos. El miedo a un plagio, una desaparición, un crimen, un asesinato.
Los cinco cadáveres abandonados en el congelador de una casa en Poza Rica.
La vida, a la orilla del precipicio.
Los civiles, en la mira.