Insólito cuando el eje discursivo de la purificación moral es que “por el bien de todos, primero los pobres”.
Y primero los pobres, ajá, a quienes los políticos y funcionarios públicos han de procurar con el primer mandamiento de “Amaos los unos a los otros”.

LUNES
Un país de jodidos

Cierto, igual, igualito que en el siglo pasado con el priismo (¡ay, la dictadura perfecta), ahora, con el obradorismo bequitas bimensuales para los jodidos.
Cada dos meses un chequecito por unos cinco mil pesos, aprox. 2,500 al mes, para los ninis, las madres solteras, los ancianos y los campesinos sembrando árboles.
Y aun cuando el jolgorio y la alegría de cada parte recibiendo la lanita significa un paliativo para subsanar y enfrentar cositas y pendientes por ahí.
Pero en ningún momento para derivar de la clase baja, digamos, a la clase media.
Ni mucho menos para dejar la pobreza y la miseria para el resto de sus vidas.
Se trata de una estrategia para, entre otras cositas, comprar conciencias y lealtades en una república donde seis de cada diez habitantes están en la jodidez como lo especifica el INEGI.
En 1,800, Alejandro el barón de Humboldt llegó a México vía Veracruz procedente de América Latina y quedó deslumbrado con la riqueza natural.
Pero también, con la pobreza (histórica y milenaria) de la población y que, bueno, más de doscientos años después domina y predomina.

MARTES
Radiografía jarocha de la pobreza

Los siguientes son algunos datos concretos y específicos de la dura y ruda realidad económica y social en Veracruz, por ejemplo:
Uno de cada tres jefes de familia lleva el itacate y la torta a casa (si la llevan) con el ingresito en el changarro público vendiendo antojitos.
En Estados Unidos hay un millón de paisanos como migrantes y sin papeles y quienes huyeron de Veracruz, más que por el alto grado de violencia, por la violencia económica al buscar empleo y nunca encontrar.
Veracruz ocupa el primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales según la investigadora y activista, Patricia Ponce.
Medio millón de habitantes solo hacen dos comidas al día debido a la jodidez en que viven.
En la prensa escrita publican anuncios económicos solicitando empleos pagados, por cierto, con salarios miserables.
Entre otros, cocineros, lavacarros, ayudantes de carpinteros y mecánicos, volovaneros (y a destajo).
A los egresados de las universidades públicas que encuentran una “oportunidad” laboral les pegan unos cinco mil, seis mil pesos mensuales (si bien les va).
En las regiones indígenas y campesinos, el jornal de un trabajador del campo apenas, apenitas, oscila entre los 70 y los ochenta pesos diarios.
De acuerdo con la secretaría del Trabajo federal y el Seguro Social, Veracruz es la única federativa incapaz de recuperar los miles de empleos perdidos en los dos años del covid y a lo que, bueno, se atravesara la recesión y la inflación descarrilada.
Por eso, y con justa razón, para Cuauhtémoc Cárdenas con AMLO han aumentado los pobres.

MIÉRCOLES
Terrible desigualdad económica y social

La historia de Érick, un joven egresado de la universidad como ingeniero mecatrónico evidencia el obradorismo en toda su magnitud.
Aquí, en México, consiguió una chamba donde le pagaban doce mil pesos mensuales.
De lunes a sábado trabajando y con el domingo como día de descanso.
Jornadas agotadoras que llegaban a más de diez horas.
Entonces, “quemó sus naves” en la república y partió a Canadá.
Y en Canadá, por ahora, trabaja cortando y empacando pollo en una fábrica y le pagan 56 (cincuenta y seis) mil pesos al mes.
Es el nudo gordiano en el país para hundir más y más en la pobreza y la miseria a la población.
Por eso cada vez más y más pobres con la 4T.
Salarios pichurrientos de hambre. Desempleo. Y subempleo.
Una situación laboral de los mil demonios.
Además, la terrible y espantosa desigualdad salarial, económica y social.
Además, la fuga de talentos.
Además, la pérdida de la mano de obra.
Cuatro años y un semestre después de AMLO, presidente…

JUEVES
Manotazos de AMLO

AMLO, el presidente, y los hechos:
Uno: el cierre de las guarderías infantiles… que “porque eran programas operados por el gobierno corrupto”.
Dos: el cierre de los refugios de mujeres… y por la misma razón.
Tres: “El reparto de dinero en efectivo a los pobres, basado en un censo dudoso elaborado por su partido con motivaciones políticas”.
Cuatro: la cobertura de salud pública, la peor en los últimos veinte años.
Cinco: “sistema educativo hecho pedazos como resultado de la falta de inversión y mal manejo del gobierno”.
Seis: desde año 2020, inicio de la pandemia, “más de un millón de niños abandonaron la escuela y hubo una reducción histórica de la matrícula en todos los grados”.
Siete: en contraparte, AMLO “ha soltado la rienda a numerosos plutócratas y se niega a realizar una reforma fiscal que eleve los impuestos de sus aliados ricos” (Dresser).

VIERNES
Pobre naces. Pobre vives. Pobre mueres

Ignacio López Tarso interpretando al campesino Dionisio Pinzón en la película “El gallo de oro” y sepultando el cadáver de su señora madre envuelta en un petate con su ropita sencillita del día.
Las ideologías y los políticos y funcionarios públicos han fracasado ofreciendo una calidad de vida a la población electoral…, para que sufraguen por ellos en las urnas.
Socialismo, capitalismo, liberalismo, marxismo, leninismo, etecé, vendiendo esperanzas a los jodidos, incluso, de que, si se portan bien aquí en la tierra, en el paraíso celestial (ajá) serán dichosos y felices.
Los pobres: 600 (seiscientos) mil muertos en la guerra de Independencia.
Un millón de muertos en la Revolución.
Treinta millones de mexicanos en Estados Unidos y la mayoría como migrantes sin papeles.
Vaya, los políticos necesitan a los pobres para realizar a plenitud su demagogia, populismo y mesianismo.
Los gobernantes, incapaces de alentar la creación de empleos.
Y de empleos de los que sentirse orgullosos, estables y con salarios dignos, cubiertos con justicia laboral.
79 (setenta y nueve) gobernadores después en Veracruz, el resultado es el siguiente:
Seis millones de los ocho millones de habitantes en la miseria, la pobreza y la jodidez y que, además, dice el INEGI.