Y como en el caso de una de las hijitas de Carlos Romero Deschamps, dueño muchos años del sindicato petrolero, paseando en el avión de papá a su mascota, un perrito, en el cielo de México…

ROMPEOLAS: La riqueza súbita, rápida y expedita en un sexenio, por ejemplo, establece diferencias insalvables entre los políticos y los funcionarios públicos… Bien podría recordarse que la caída estrepitosa (que todavía sigue) del PRI fue cuando trascendiera en la población el tsunami corruptivo… Más, mucho más, cuando el oleaje deshonesto alcanzara a los panistas y perredistas y petistas y verdes y anexos y conexos, hasta llegar a las tribus guinda y marrón…

ARRECIFES: De entrada, de una casita modesta y sencilla, normal digamos, en que vivían, a una mansión… Y hasta con alberca… Y automóviles de marca en el estacionamiento… Y choferes… Y hasta escoltas para el jefe de la familia, la esposa y los hijos… Choferes llevando a los hijos a la escuela primaria y secundaria… El mundo, a los pies de todos ellos… Y al mismo tiempo, el desencanto que fue creciendo de una manera silenciosa hasta estallar y convertirse en frustración y coraje social… Y, claro, el voto en contra en las urnas, digamos, como justicia divina… El dicho reza así: “Dios castiga sin palo y sin cuarta”…

ESCOLLERAS: Una cosita es predicar la austeridad republicana y la austeridad franciscana desde “La mañanera” y otra vivir a tono… Y es que la humildad, la sencillez, la modestia, el bajo perfil, la discrecionalidad en todo caso, son avasalladas y arrastradas por la frivolidad, la vanidad, la petulancia, el engreimiento, la soberbia, la altivez… Siempre movidos por un principio sicológico como establece el dicho popular… “Yo soy más chingón, más fregón, que tú”…

PLAZOLETA: Y como “el dinero y el amor nunca pueden ocultarse”, entonces, los políticos pillos y ladrones y sus familias incapaces de controlar emociones y de ocultar su riqueza sexenal… Además, contaminados por el otro dicho popular (tan sabio, caray) de que “entre más tienen los ricos… más quieren”… Casi casi como Calígula, cuando dueño del reino romano, un día descubriera que ya nada quedaba y entonces comenzó a pensar, seguro, de que su gente le estaba robando… Y es que la corrupción, una enfermedad peor que el cáncer, la leucemia, el SIDA, el Alzheimer y el mar de Parkinson, crece en tierra fértil en las neuronas y el corazón humano…

PALMERAS: Pueden las tribus políticas en el poder sexenal seguir enriqueciéndose, creyéndose, incluso, que nunca serán descubiertas ni nadie “les caerá en la maroma”… Pero día llegará cuando un compañero de trabajo, de partido político, de tribu, les jale la cobija y sean exhibidos en su desnudez moral… Entonces, los ciudadanos de a pie, enfurecidos, se desquitarán y ajustarán cuentas en las urnas… Así, el PRI ha visto mermar su poder público y que usufructuaran durante más de setenta años…