a la Academia de Letras de San Juan en la ciudad de México: “Dios no existe”…

ROMPEOLAS: En Rusia, el escritor León Tolstói (Ana Karenina y Guerra y Paz) lo expresó de la siguiente manera: “Si Dios no existe yo soy Dios”… Calígula, el emperador romano, aseguraba que “hay días cuando me siento Dios”… El filósofo, escritor y político, fallido candidato presidencial, José Vasconcelos Calderón, dijo a una de sus amantes: “Yo no necesito a nadie. Más que a Dios”… Y la amante se pegó un tiro en la sien en la iglesia de Notre Dame, en París, donde vacacionaban…

ARRECIFES: Pero, bueno, la historia demuestra que cuando los seres humanos pierden la creencia en Dios, Jehová, Buda, Mahoma, etcétera… Y cuando hacen la fe a un lado y viven sin fe… Y cuando luego de decenas de infortunios los hombres y mujeres se salen de la religión preguntándose dónde está Dios que los abandonó… Entonces, y más allá de exponerse a una excomunión de la iglesia católica y apostólica, quedan en el limbo, en vilo, en el aire, en las tinieblas… A menos que sean como Anaximandro, el legendario guerrillero romano quien solía decir que nunca los ejércitos lo derrotaron, y por el contrario, lo derrotaron los ojos de una mujer… Una mujer, su diosa terrenal…

ESCOLLERAS: Más allá de la razón y los sofismas y las premisas… Y más allá de idolatrar a un dios terrenal, el jefe, el patrón, el líder, el político, el profesor, el amigo, etcétera… Y más allá de adorar, incluso, a una mujer, todos los seres humanos necesitamos de un Dios… Un ser superior… Una brújula, digamos, para caminar todos los días… Más, en los tiempos adversos, duros y rudos… Y es ahí donde entra el terreno de la fe… En la clase de Lógica en la Preparatoria, el maestro siempre aseguraba que la razón tiene razones que la fe ignora… Y la fe tiene razones que la razón desconoce…

PLAZOLETA: Nadie puede vivir ni existir sin un Dios… Con todo, y en caso de darse, una parte del alma y del espíritu quedan en penumbras… Y por más y más satisfacciones que cada persona pudiera tener y/o tenga, siempre existirá una parte intranquila… Los antiguos, claro, adoraban, incluso, a Huitzilopochtli y le ofrendaban chicas guapas, bellas, bonitas y vírgenes que para saciar su hambre de inmortalidad…

PALMERAS: Adolf Hitler, José Stalin, Benito Mussolini y Francisco Franco, entre otros, fueron sus propios dioses… Y el daño a la humanidad fue terrible… Bastaría referir, por ejemplo, los seis millones de judíos, entre ellos, un millón de niños, asfixiados en las cámaras de gases del nazismo… Todos estamos urgidos de un momento eterno en la vida… Y en el corazón y hasta en las neuronas se siente en el reposo de los días y noches, en la tranquilidad con uno mismo y con la familia y con los amigos… Y se advierte en el vuelo de una gaviota sobre la bahía y en la rosa roja y roja floreciendo en el jardín del parque de la esquina…