que estremecieron al mundo, los enviados especiales al pueblo de Astapovo, donde la muerte lo alcanzó, a cada rato publicaban que había muerto…

ROMPEOLAS: Los hijos de Tolstoi aseguraban que los reporteros y los periódicos publicaban “puras porquerías, calumnias, falsedades y chismes”… Incluso, chismes sobre la relación de Tolstoi con su esposa, Sofía Tolstaya… Y más porque el escritor estaba atendido por seis doctores y el sexteto de médicos le tenían prohibido estar en la recámara donde la pasó tirado durante los siete días hasta la madrugada aquella cuando falleció… Murió a los 82 (ochenta y dos) años de edad y de una neumonía… Y era asmático… “Yo nací con el deber de vivir para Dios” decía Tolstoi… Lo dijo muchos años después de confesar a un amigo que las pasiones carnales eran su única razón para vivir…

ARRECIFES: Los últimos siete días de Tolstoi están contados por el reportero y escritor Vladimir Poznar en el libro “Tolstoi ha muerto”, editorial Seis Barral… El momento estelar de su agonía duró tres minutos… Fue entonces cuando el sexteto de médicos se compadecieron de la esposa y le permitieron el acceso y estuvo a su lado los dos últimos minutos… Y a un lado, los hijos… Uno de ellos, quien vivía en Francia, apenas había llegado…

ESCOLLERAS: El 24 de febrero de 1901, nueve años antes de morir, Tolstoi fue excomulgado por la iglesia… Fue a partir del libro “Resurrección”, donde evidencia principios religiosos… Entonces, en aquellos siete días sísmicos, la cúpula eclesiástica se desvivió para hablar con el escritor y lograr que reculara en su llamada herejía… Aun consciente, Tolstoi rechazó hablar con ellos… Entonces, el enviado especial de la iglesia intentó convencer a la esposa y a los hijos de decir que Tolstoi se había arrepentido.. Incluso, hasta utilizaron a una de sus hermanas quien era monja…

PLAZOLETA: El escritor se mantuvo firme… Y por eso mismo, nada de que sus restos mortales pasaran a la iglesia para una misa de cuerpo presente… Ni menos para la absolución… La orden del autor de “Ana Karenina” y “Guerra y paz” fue cumplida… Del pueblo de Aspanovo, donde falleció, derecho, derechito, a una fosa en el jardín de su finca, Yasnia Poliana, en donde había construido una escuela para los niños y los adultos analfabetas, todos ellos, sus trabajadores…

PALMERAS: El mundo se cimbró con la muerte de Tolstói… Miles de personas desfilaron en aquellos siete días de noviembre en el pueblito de Astapovo, una sencilla estación del ferrocarril donde ante la carencia de hoteles, la autoridad habilitó vagones del tren para que su familia se instalara y también los enviados especiales… La gente desfilaba frente a la casa del encargado administrativo de la estación y en donde convalecía… Y, bueno, las señoras del pueblo debieron habilitar fondas para alimentar a los feligreses de la capilla tolstiana… Es más, hasta la oficina central de Telégrafos de Rusia envió a tantos operadores, entre otras cositas, para transmitir las noticias de los reporteros…