Claro, la Fiscal General, predispuesta para defender la causa.
Primero fue una chica, María Fernanda, la exnovia, quien acusó al regidor de MORENA en el Ayuntamiento de Veracruz, Sebastián Cano.
Luego, caray, aparecieron otras.
Siete en total que han levantado el índice de fuego...
Casi casi como si el regidor fuera un depredador en serie.
Desde luego, y por ahora, el abuso sexual como el más duro y rudo pendiente social para la autoridad.
En Veracruz, en México y el mundo.
Donald Trump, por ejemplo, en “el ojo del huracán” por haber pagado 130 (ciento treinta) mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio.
El productor cinematográfico de Hollywood, Harvey Weinstein (ahora, en silla de ruedas, caray) condenado a montón de años de cárcel por acoso y violación, una de las víctimas, Salma Hayek.
En la LXVI Legislatura, la diputada priista, Anilú Ingram, exhibiendo el acoso sexual en la Secretaría General de Gobierno cuando la comparecencia del titular, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, y que pasado un ratito, previsible pero insólito, fue desmentido (y desdeñado) por la Contraloría.
Montón de estudiantes de secundaria y bachillerato levantando la denuncia por abuso sexual al secretario Zenyazen Escobar en contra de maestros y compañeros en la institución educativa.
El rector de la Universidad Veracruzana, sociólogo de Harvard, Martín Aguilar Sánchez, avisando que procederán contra académico y estudiante denunciado.
El presidente municipal de Poza Rica, el beisbolista, acusado por una edil de acoso sexual y obligado, ni modo, a solicitar perdón en público... como si con el perdón bastara.
La denuncia de acoso sexual en la secretaría de Finanzas y Planeación cometida contra chicas del servicio social.
El exjefe de escoltas del góber señalado de abuso sexual contra mujeres policías, su feudo y parcela freudiana.
Insólito: el secretario de Educación, el profe Zenyazen Escobar, revelando que han despedido, y de manera fulminante, ajá, a 59 (cincuenta y nueve) profesores por acoso y ultraje sexual.
Y, bueno, y en nombre de la 4T, ninguna duda de que habrían sido reubicados, digamos, en alguna comunidad de Huayacocotla, en la sierra de Chicontepec, en los límites con Puebla, y/o en alguna ranchería del Valle de Uxpanapa, para que “entre más lejos... mejor” y así nadie se acuerde del Grupo Erótico de los 59... casi casi como el “Baile de los 41” en la dictadura de Porfirio Díaz Mori.
En el paraíso celestial fue la madre Eva quien sedujo al padre Adán para comer del fruto prohibido.
Los caciques indígenas desde Yucatán hasta la vieja Tenochtitlán, pasando por Veracruz, obsequiando veinte doncellas, todas jóvenes, todas vírgenes, a Hernán Cortés para repartirse entre los jefes supremos de la Conquista.
El colmo: el dictador de Uganda, Idi Amín, advirtiendo a las mujeres deseadas que “Me amas o te mato”, y ni modo, al tálamo.
En una libretita escolar, el dictador de la República Dominicana, Rafael Leónides Trujillo, anotaba el número de mujeres con las que había tenido relaciones. Mil en total. Solteras, casadas, divorciadas y viudas.
Calígula, convirtiendo el palacio en un prostíbulo donde las mujeres eran llevadas por la fuerza para su satisfacción, además de trabajadoras sexuales que por ahí desfilaban como en un carrusel de caballitos.
La condena sexual de Herodías, la esposa de Herodes, en contra de María Magdalena, la apóstol número trece, encerrada en un prostíbulo en las goteras de la ciudad.
Herodes, con el acoso sexual en contra de Salomé, la chica que bailaba “La danza del vientre” en las noches intensas y volcánicas del palacio imperial.
Lo resumió Sigmund Freud en sus treinta libros sobre el deseo, la concupiscencia y la lujuria: “El sexo mueve al mundo”.
Por eso, quizá, el regidor de MORENA, la 4T y la purificación moral, Sebastián Cano, señalado como acosador y violador.
La lucha social y política y ética y moral entre el regidor y el góber con las mujeres solidarias con María Fernanda.
Un frente más de batalla abierto en Veracruz hacia el quinto año del sexenio.
Ya se verá si con la fuerza gubernamental del Estado, el regidor la libra y hasta es declarado ángel de la pureza, además, claro, de Gran Siervo de la Nación.

SIETE MUJERES Y UN HOMBRE

Siete mujeres (como si fueran los Siete Círculos del Infierno, casi casi amazonas apocalípticas) han denunciado al regidor de MORENA.
El regidor, defendiéndose.
De su lado, todo indica, el góber.
Y de ser así, ni se diga, la Fiscal General.
Entonces, el duelo es vuelve icónico y simbólico.
La fuerza femenina ante la fuerza gubernamental.
Mujeres, ciudadanas de a pie, en abierta pugna contra el Estado.
De hecho y derecho, evoca y convoca el desdén histórico y mítico y bíblico de la Fiscal General contra los Colectivos, integrados con padres con hijos y parientes secuestrados y desaparecidos.
Más, mucho más en un Veracruz donde el jefe del Poder Ejecutivo ha “tirado su espada en prenda” por varios miembros del gabinete legal y ampliado.
Caso Éric Cisneros, el secretario General de Gobierno, a quien defendiera contra el diputado de MORENA, Magdaleno Rosales Torres.
Caso el ex secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, señalado de nepotismo, tráfico de influencias y conflicto de intereses.
Caso la Fiscal General, ante las protestas de los Colectivos.
Casos la secretaría de Seguridad Pública y la Guardia Nacional de que el índice de violencia va a la baja y en caída libre.
Caso su estilo personal de ejercer el poder despotricando contra la prensa porque “presenta realidades (de violencia) inexistentes”.
Casos José Manuel del Río Virgen y Rogelio Franco Castán...en contra, claro.
El resultado de la pulseada, digamos, sexual, será antológica.
En el centro del sismo político y social, moral y ético, el regidor, las siete mujeres y el góber.