Y, bueno, la frívola vanidad ya se apoderó de sus neuronas, el corazón y el hígado. Y débil ante las candilejas, tan sabrosas que son “en la plenitud del pinche poder”, cualquier cosita, la más sencilla, le sirve para publicitarse y dejar que el incienso le fermente.
Por ejemplo, en el poblado de Chacalapa entregó veinte litritos de pintura (¡vaya burla social y educativa!) a la asociación de padres de familia de la escuela primaria José María Morelos, el Gran Siervo de la Nación.

PASAMANOS: Y los veinte litritos de pintura le sirvieron para publicitarse en las redes sociales.
Y, claro, de paso, lanzar su mensaje patriótico “a los cuatro vientos”.
“Felicito (a los padres de familia) por esa iniciativa para embellecer las instalaciones donde se prepara a nuestros niños, futuro de Chinameca y de México”.
En la foto posa con tres madres de familia y al parecer, una maestra, con la cubetita de pintura por delante. En el primer plano.
“Hoguera de vanidades” llamó el escritor Tom Wolfe a una de sus novelas.

CORREDORES: Caray, alardear de veinte litritos de pintura como gran obra pública y de infraestructura de gobierno manifiesta un elevado decibel de frivolidad.
En todo caso, bien pudo el Regidor del ramo educativo hacer la entrega.
Y de paso, hasta decir que se trataba de un regalo personal, sin cargo al Ayuntamiento, y lo que habría sido indicativo.

BALCONES: Se ignora si el alcalde ya cumplió sus promesas de campaña y que boletina en las redes sociales.
Una de ellas, la Casa del Jaranero. Y, claro, enaltecer y mejorar la calidad educativa de los niños, “el futuro de Chinameca y México”.
Pero como anota el dicho ranchero, “en lo poco... se ve lo mucho”.

PASILLOS: El edil tiene un modelo estatal, eje rector, inspiración política y social, en el gobierno del Estado.
Por ejemplo, el despliegue mediático cuando del góber para abajo anduvieron podando machete y moruna en mano lotes baldíos de la secretaría de Educación de Zenyazen y sin Zenyazen y los camellones de algunas ciudades.
Y cuando hay fiebre por las Rodadas, igual, igualito que en el siglo pasado los jipiosos agarraban camino trepados en motocicletas, todos en fila india, incluso, hasta sembrando el terror y el horror tipo Charles Manson y sus sacrificios humanos.
Y cuando como en el norte de Veracruz el góber bailara huapango en la vía pública y lo publicitan como gran obra de convivencia política y social.

VENTANAS: Solo falta que el alcalde de Chinameca expropie su frase bíblica a Calígula, el César, y descubra que “hay días cuando me siento Dios”.
¡Hosanna, hosanna!
Así podrá soñar en el año 2024 con la candidatura a diputado local por el distrito. Claro, con el visto bueno del cacique regional, Juan Javier Gómez Cazarín.