Pero de igual manera, cuarenta dependencias estatales. Es decir, cuarenta funcionarios. Todos, claro, de MORENA.
Yo, ha reiterado AMLO, el presidente, soy honesto. Y si el presidente es honesto, el resto de funcionarios seguirán mi ejemplo.

PASAMANOS: Fue por eso mismo que del góber salsero para abajo todos se irritaron. Y desde la LXVI Legislatura, incluso, hasta amenazaron a la jefa máxima del ORFIS con sustituirla.
Con todo y que en la Cuenta Pública intervinieron unas trescientas personas revisando con lupa, autoridad contable y moral, las cuentitas de todos y cada uno de los funcionarios.
Tan duras y rudas fueron las presiones que el ORFIS debió revisar de nuevo. Entonces, caray, redujo un poquito el dinerito público desviado.
Pero de cualquier manera, los cuarenta funcionarios estatales de la 4T quedaron involucrados.

CORREDORES: El hecho de que MORENA derrocara en las urnas la alianza PAN, PRI y PRD por la gubernatura, en ningún momento significa que las tribus políticas guinda y marrón sean puras, honestas, íntegras.
La tentación del billete fácil y el billete del pueblo, digamos, se vuelve irresistible. Y con frecuencia, “hasta el más pintado, el más honesto, resbala y cae”.
La frase publicada por la reportera y escritora, Elena Chávez, en el libro “El rey del ca$h” resume la filosofía de vida de los Morenos:
“Si te cachan… te culpas y te callas”.
Aquí, por el contrario, en Veracruz, el ORFIS jaló el tapete a cuarenta funcionarios de la 4T y los señores muy dignos, muy dignos, muy dignos, se encabritaron.

BALCONES: Las semanas han caminado desde entonces y el vacío informativo, político y social está dominando.
Ningún ciudadano de a pie sabe ni conoce el desenlace de los tres mil millones de pesos del erario desviados.
Por ejemplo, si el dinero público fue devuelto. Si los funcionarios bajo sospecha firmaron algunos pagarés para cubrirlos mes con mes. Incluso, si muchos habrían sido perdonados, de igual manera como los alcaldes en la picota.

PASILLOS: Pero “mientras son peras o manzanas”, la opacidad total y absoluta.
Más todavía: el estercolero de la 4T en Veracruz fue expuesto en las cañerías putrefactas de la corrupción y que iniciara, digamos, cuando Hernán Cortés desembarcó en Yucatán y de allí pa’lante, cada cacique indígena le fue obsequiando veinte doncellas, todas vírgenes y bonitas, “las flores más bellas del ejido”, entre otras, a la Malinche, en Tabasco.
El decibel más alto de aquella corrupción fue con Moctezuma cuando enviara a Hernán Cortes, además de las veinte doncellas, burritos cargados de oro y fue donde el conquistador y los suyos despertaron a la codicia.

VENTANAS: En el imaginario colectivo de Veracruz hay una realidad vibrante: Los Siervos de la Nación salieron y son igual de pillos, ladrones y corruptos, por ejemplo, que los priistas.
Y ni se diga los panistas, caso Genaro García Luna, el súper policía de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
La 4T llegó dándose terribles “golpes de pecho” de que eran honestos, honestos, honestos, pero el ORFIS de Veracruz los exhibió.
“El dinero público fue desviado” aseguró la titular. Simple y llanamente, sin rodeos ni ambages. Luego de la frase bíblica fue demasiado tarde para “curarse en salud”.