Se llama “Los últimos días” y es la historia sombría, ruda, dura, siniestra, sórdida, de la persecución de Adolf Hitler contra los judíos… Y que, bueno, fue peor que la persecución de los judíos en el relato bíblico, treinta años guiados por Moisés a la tierra prometida, el paraíso terrenal, y que nunca encontraron… Incluso, los sobrevivientes aseguran que para Hitler era millón de veces más importante liquidar a los judíos que ganar la guerra al ruso José Stalin y a los países aliados… Todo, porque Hitler era hijo bastardo de un judío quien violara a su señora madre, trabajadora doméstica en su casa, y le dejara al niño Adolf como recuerdo… Pero nunca el padre reconoció a Hitler y así se fue multiplicando en su corazón de niño y adolescente y joven el odio, primero, claro, a su padre judío, y segundo, a todos los judíos… Por eso, y entre otras cositas, el pecado mortal del filósofo, escritor y político, José Vasconcelos Calderón, de declarar su idolatría a Hitler y hasta aceptar financiamiento hitleriano para su revista, “Timón” que timón llamaban sus secuaces a Hitler…

CURVA PELIGROSA: Los judíos eran detenidos en las calles y los pueblos y en sus casas y de noche y los trepaban a vagones de ferrocarril para ganado… En un vagón para cien personas metían a unas quinientos, seiscientas, todas de pie, amontonadas, encimadas… Niños, adolescentes, jóvenes, mujeres y ancianos… Y durante seis, siete días eran trasladados a los campos de concentración… Y durante los seis días nunca, jamás, la puerta era abierta para respirar… Tampoco les daban de comer… Ni una gota de agua, pues… Y para todos ellos existían un solo excusado que cuando se llenaba despedía los más terribles y espantosos olores… Más todavía cuando durante los seis, siete días, todos con las puertas de los vagones cerradas, atrapados en la oscuridad… Y cuando hacia el final del viaje los nazis abrían las puertas quedaban deslumbrados… Casi casi, ciegos…

AUTOPISTA DEL SUR: Cuenta una sobreviviente… “Yo vi cuando un soldado nazi destrozó a un niño que se había caído de un carro de carga a base de golpes con la escopeta… Y luego, tiró el cadáver a los judíos amontonados en aquella unidad móvil… Entonces, me pregunté: “¿Dios, dónde estás?”… Incluso, dejé de hablar de Dios en mis días y noches… Era el sadismo y la crueldad, todos, cegados por el odio” que Adolf Hitler les transmitía en sus discursos llenos de resentimientos y venganza… Otra sobreviviente recuerda… “Sin bañarnos durante días y noches

los piojos se multiplicaban… Y encontraban carne fértil en todos nosotros… Y eran piojos gigantes… Y si alguien protestaba, entonces, los nazis lo jalaban de la cabeza y delante de cien judíos lo mataban”… Terrible, duro, rudo, espantoso, miserable, ruin, una pesadilla, entre tantas otras, la llamada “Marcha de la muerte”… Fue a Dachau, en Alemania… Hitler casi casi derrotado por Stalin y los aliados, ordenó el asesinato masivo de miles y miles de judíos… Los sobrevivientes calculan unos 32 (treinta y dos) mil judíos, todos encerrados en barracas… Todos en piyamas… Todos, esqueléticos, mal comidos, desnutridos, anémicos, puros huesos… Todos, muertos vivientes… Y todos sacrificados en nombre del odio y la venganza de Hitler…

AUTOPISTA DEL NORTE: Era el año 1944 (a un año de la derrota de Hitler en Rusia) y en nombre de la idolatría a Hitler, los generales, tenientes, coroneles y soldados nazis se llevaban a los niños judíos… Y por las piernas los partían en dos… Y luego, los tiraban a los ríos y en fosas comunes y clandestinas… La pesadilla de los guetos, los campos de concentración y exterminio, las fosas y los cementerios… Seis millones de judíos murieron asfixiados únicamente en Alemania, y de los cuales un millón eran niños… Además, los judíos en todos los países de Europa por donde Hitler pasara, incluída Francia… Los nazis siempre con perros policías, amaestrados para matar personas a dentelladas… El miedo de los judíos a morir… Y cuando las huestes hitlerianas llegaban a un pueblo, la orden fulminante para que si los judíos salían a la calle debían portar la estrella amarilla y que los identificaba…

RECTA FINAL: En aquella feroz y sistemática persecución y matanza arbitraria era natural que algunos, muchos, judíos se doblaran… Unos, incluso, en la depresión… Y el suicidio… Otros, traicionando a los suyos y volviéndose delatares creyendo que así salvarían la vida y la vida de sus familias… En las noches, los judíos aplicaban sus razias de casa en casa… Por lo general, en la madrugada cuando todos dormían… Y se llevaban al padre y los hijos mayores y golpeaban a las mujeres… Y luego, les ponían soldados a vigilar sus viviendas… Fue cuando entre los judíos se hizo popular el dicho de que “hasta las paredes tienen oídos”… Una señora sobreviviente cuenta que luego de un ratito, los nazis hacían desfilar a los judíos detenidos en las calles… Todos, mal alimentados y sin dormir, con el uniforme de presos, reducidos a huesos… “Me paré en la esquina y vi a mi padre caminar en medio de todos ellos… Y me puso a llorar y llorar y llorar”…

META: Derrotado Hitler, el muy valiente prefirió pegarse un tiro… Antes, ordenó que su guardia personal matara a su perrita para evitar fuera torturada por los rusos… Y le pegó un tiro a su esposa, Eva Braun… Entonces, la liberación de los judíos… Uno de ellos, llegó a Estados Unidos y rehízo la vida… Estudió un posgrado en Washington… Y hasta fue elegido legislador federal… Cuenta que cuando viajaba de Alemania a Estados Unidos en un barco con otros judíos, los aliados norteamericanos los invitaron a comer en una mesa tendida… “Vi un montón de bananas y naranjas… Y me les quedé mirando… Entonces, pregunté a un soldado si podía tomar una banana aun cuando tenía ganas también de una naranja… Y me dijo: ‘¡Puedes comerte todas las bananas y naranjas que desees!’. Entonces, supe que estaba en el paraíso”…

POSDATA: Campos de concentración y exterminio también en Rusia con José Stalin… Italia con Benito Mussolini… España con Francisco Franco… La República Dominicana con el general y presidente, Rafael Leónides Trujillo… Chile, con Augusto Pinochet… Nicaragua, con Anastasio Somoza… Cuba, con Fulgencio Batista… Argentina con Jorge Videla… Además, claro, de las masacres en México… Por ejemplo, los cien seguidores de José Vasconcelos Calderón como candidato presidencial independiente, ejecutados en Topilejo por órdenes de Plutarco Elías Calles en Topilejo… La masacre de trescientos obreros textiles en Río Blanco, Veracruz, el 7 de enero de 1910, ordenada por el dictador Porfirio Díaz Mori… Los nueve jarochos ejecutados por la espalda y tiro de gracia por el gobernador Luis Mier y Terán acatando instrucciones de Porfirio Díaz por el único delito de oponerse a una reelección más… Los cuarenta mil ejidatarios asesinados en Veracruz en la década de 1940 en aquella enconada lucha por la tierra contra los latifundistas y a cargo del cacique y pistolero, Manuel Parra, con su equipo de sicarios y pistoleros conocida como “La mano negra”… Las masacres de la Guerra Sucia con los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría … Las matanzas de la plaza de Tlatelolco el dos de octubre de 1968 y el diez de julio de 1971… Los peores días, días oscuros y negros, de la humanidad…