El carnaval de la política
Caray, de show en reality-show, de escándalo en escándalo, camina la 4T, la purificación moral, la honestidad valiente y MORENA, en Veracruz.
Por ejemplo, el presidente municipal de Río Blanco, el Siervo de la Nación más encumbrado del pueblo, Ricardo Pérez García, detenido por las corporaciones policiacas.
Circulaba en su unidad móvil “armado hasta los dientes”.
Luis Velázquez
Posesión ilegal de armas propias del Ejército.
Chalecos tácticos.
Equipo de radiocomunicación.
Capturado en Córdoba.
A tono, quizá, con las autodefensas.
Los vecinos organizados de colonias populares para detener malandros, raterillos y ladronzuelos de casas y tiendas Oxxos.
¡Sorpresas que da la vida!
Antes, el reality-show de la secretaria de la secretaría de Educación, la constructora relevante de MORENA, Araly Rodríguez Vez.
A la par, el show del secretario General de Gobierno, Éric Cisneros Burgos, diciéndose víctima política porque es negro.
“A los negros nos persiguen” dijo, refiriéndose a la diputada Ruth Callejas Roldán, cuya familia es de caciques, precisó “El dos del palacio”.
El fuego cruzado en Medellín y que puso al gobierno de Veracruz “patas arriba” por la violencia descarrilada, entre otras cositas, por el asesinato de un abogado jarocho.
Aquel show con el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, por el (presunto) desvío de más de tres mil millones de pesos y en los que están involucrados cuarenta funcionarios de la 4T.
El nuevo show de la Auditoría Superior de la Federación detectando en la Cuenta Pública del año 2021 (la misma del Orfis) irregularidades por dos mil 712 (setecientos doce) millones de pesos y en donde el 60 por ciento corresponden a funcionarios del gobierno del Estado.
Los carnavalitos de afrodescendientes promovidos en Actopan, Alto Lucero de Paquita la del barrio, Tepetlán y Xico por el secretario de Gobierno haciendo a un lado a la secretaría de Turismo, todo parece.
Por encima de todo, el reality-show de Cuitláhuac García mostrando habilidades y cualidades como feligrés de los templos de la salsa, el huapango y el danzón, y de paso, humano que es, comiendo garnachas en Rinconada.
La presidenta municipal de Minatitlán, y de MORENA, claro, Carmen Medel, levitando con sus tenis blancos en una calle del pueblo.
Y levitando a nivel nacional en los noticieros televisivos.
El alcalde de Xalapa, y de MORENA, expriista Ricardo Ahued Bardahuil, jalando la cobija a su antecesor, también de Morena, el académico Hipólito Rodríguez.
Las sorpresivas renuncias (o renunciados) de la primera Contralora, Leslie Garibo, y del primer secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, sin que nunca, jamás, los ciudadanos de a pie conocieran las razones.
El adiosito al secretario de Desarrollo Agropecuario luego de promover los tianguis de mangos de Actopan e higos en Xalapa.
El alcalde de Ixtaczoquitlán, y de MORENA, Augusto Nahúm Álvarez Pellico, con policías y sus malas amistades para secuestrar y desaparecer personas como cuando el 9 de septiembre del año 2020 (el antecesor) fue asesinado el reportero y militante de MORENA, además, Jacinto Romero Flores.
El reality-show del subsecretario de Finanzas y Planeación, el primo incómodo, Eleazar Guerrero, creando su asociación política para buscar la candidatura a diputado federal y/o hasta Senador de la República, pues desde MORENA a todos, ahora, y como en el tiempo priista, “se les antoja viaje”.
El gran show del delegado federal, Manuel Huerta L. d G.., descubriendo que en MORENA las tribus guindas aplican la cultura priista de “el acarreo, la cargada, la estampida de búfalos, las encuestas amañadas y las columnas periodísticas pagadas”.
El show estelar de todos los tiempos: el góber reiterando que en Veracruz el índice delictivo “va a la baja” y en caída libre cuando el paisaje urbano y suburbano, indígena y rural, es un tiradero de cadáveres.
Claro, con show de por medio: cadáveres colgados de árboles y puentes. Cadáveres flotando en los ríos aguas abajo. Cabezas decapitadas arrojadas en la pista de antros y abandonadas sobre las mesas de discotecas.
Veracruz, caray, campeón nacional en feminicidios, secuestros y extorsiones.
Y en impunidad, desde luego.
Show máximo de la Fiscal General: “No a todos se les puede tener contentos”.
Y su góber y secretario de Gobierno, aplaudiéndola.
Un show con cuatro años y tres meses de antigüedad, convertido en el gran logro sexenal.
PACHANGA SEXENAL
¡Vaya, aquel reality-show de la senadora Gloria Sánchez Hernández asegurando en la máxima tribuna legislativa de la nación que en Veracruz había (¿hay?) un Complot Mediático para tumbar de la silla embrujada del palacio de Xalapa a Cuitláhuac García y anexos y conexos!
¡Vaya show aquel cuando Cuitláhuac García se jugó la presidencia nacional de MORENA por Porfirio Muñoz Ledo y el favorito de AMLO era Mario Delgado, vía Marcelo Ebrard Casaubon!
La cantaleta aquella (“¡Ya cállate, chachalaca!” diría AMLO a Vicente Fox) de que “ya tenemos identificados a los asesinos y a los asesinos físicos e intelectuales, y andamos tras ellos, y pronto (pronto, pronto) caerán”, transfigurada, desde luego, en un reality-show. (¡Aplausos, aplausos, diría aquel!)
Y entretanto seis millones de habitantes de Veracruz siguen en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios miserables y la migración, el aparato gubernamental, político y social, de Veracruz, al servicio de la secretaria de Energía, Rocío Norma Nahle García, para ungirla candidata de MORENA a gobernadora, y a las órdenes de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, camino a la nominación presidencial del año 2024.
La política, pues, como un carnaval.
Pan y circo... para el pueblo.
“Los olvidados de Dios” según el cineasta Luis Buñuel.
“Los condenados de la tierra” de acuerdo con Franz Fanon.
“Los precaristas” según el antropólogo Oscar Lewis.
“Los jodidos” de acuerdo con Joaquín Cosío, El cochiloco, en el filme “El infierno”.
Un alcalde de MORENA, caray, preso por andar “armado hasta los dientes” en los caminos y carreteras de Veracruz.
Además, el trascendido de que Ricardo Pérez García es operador político del secretario de Educación, Zenyazen Escobar, camino a la santidad senatorial, luego de ganarse la vida como strippero exitoso en la región centro de Veracruz.
La vida pública de cara al Golfo de México, como un carnaval.
Una pachanga.
Quizá por eso mismo, honrando la canción aquella de que “en el mar la vida es más sabrosa”... con el festival de la salsa para mover el bote con los Van Van.
De hecho y derecho, el sexenio perdido.
¡Lástima de generación política!
Nunca pudieron las tribus guinda de MORENA en Veracruz “pisar los talones” al jefe máximo, AMLO.
Caray, hasta el senador Ricardo Monreal Ávila “agarró de chunga” y exhibió en el palenque público a Cuitláhuac.
Vaya, “hasta se le metió” en Pacho Viejo, afuera del reclusorio regional, con el caso José Manuel del Río Virgen, jefe de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Y de paso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, en el gran reality-show anulando la Ley Ultraje y anulando la sacrosanta Ley Nahle.
Y el pobrecito Juan Javier Gómez Cazarín, chamán de la XLVI Legislatura, haciendo el ridículo cabildeando en la SCJN luego “de ahogado” el muertito.
Por eso, entre otras razones de peso y con peso, el alcalde de Río Blanco, Morenista puro, hizo lo que hizo...
Ahora, sin duda, el profe Zenyazen operando “debajo del agua”, en las cañerías, para su liberación.
Y a pesar de todo, las tribus de la 4T de Veracruz bien pueden crear la Escuela de los Políticos Automáticos, pues las figuras claves (Cuitláhuac, Cisneros, Zenyazen, Gómez Cazarín, Eleazar Guerrero y Manuel Huerta, entre otros) cabildean, y desde hace ratito, el siguiente puesto público a ocupar.
Los Divinos Narcisos.
Los enamorados de sí.
El club de los predestinados ególatras.
El Súper Ego.
Todos ellos, “sin doblarse ni quebrarse”.