Y es que nada cuaja tanto en las neuronas y los corazones de la población jodida como hablar de los mandamientos de la Ley de Dios.

PASAMANOS: Cuatro años y meses después, las siguientes obras públicas:
Un aeropuerto, Felipe Ángeles, sin vuelos ni pasajeros.
Una refinería, Dos Bocas, que no refina.
Y un Tren Maya, destruyendo la flora y la fauna.
El tiradero de cadáveres de norte a sur y de este a oeste de la república que ni es amorosa ni tampoco humanística.

CORREDORES: El cacareo de la purificación moral y la honestidad valiente descarrilado en el palenque público con el libro, El rey del ca$h, de la reportera Luz Elena Chávez, y en donde, gran testigo social, político y moral, rinde cuentas de los famosos “moches” del obradorismo para sostener y mantener a AMLO, la familia, los allegados con cargos públicos partidistas y anexos y conexos, incluidos los hijos del presidente.

BALCONES: La estadística social y económica es lapidaria. Seis de cada diez mexicanos, en la miseria, la pobreza y la jodidez y el desempleo y el subempleo.
Uno de cada tres jefes de familia llevando el itacate y la torta, cuando se puede, a casa, con el ingresito obtenido en la vía pública con el changarro vendiendo picadas, gordas, tostadas, garnachas, tacos y tlayudas.
Treinta millones de mexicanos en Estados Unidos como migrantes. Y la mayoría, sin papeles, expuestos a la policía migratoria y a los rangers, los caza ilegales en el desierto y cruzando el río Bravo.

PASILLOS: Con todo y la Guardia Nacional y los marinos y soldados y policías combatiendo a los malos, los carteles y cartelitos “gozando de cabal salud”.
Golpes espectaculares con la captura, entre otros jefes, de Ovidio Guzmán, el hijo de El Chapo.
Pero al mismo tiempo, y en automático, nuevos jefes narcos tomando la estafeta y multiplicando sus ejércitos, con frecuencia, con jóvenes dispuestos a todo y mejor armados y entrenados.
Insólito: la disputa de los carteles en la Ciudad de México, allí donde, ajá, la jefa de Gobierno, la presidenciable Claudia Sheinbaum Pardo, habla de sabotajes en el Metro, tres desaguisados que van ya.

VENTANAS: La república, un fosario. Más de ciento veinte mil desaparecidos. Tan sólo en el Estado de Veracruz, más de cinco mil desaparecidos. Hasta dos mujeres desaparecidas por día en el territorio jarocho. Veracruz, campeón nacional en feminicidios.
Los Colectivos, integrados con padres con hijos secuestrados y desaparecidos, removiendo la tierra buscando fosas clandestinas y soñando con el hallazgo de los suyos.
Y desde la Fiscalía General de Veracruz, ¡vaya purificación moral!, advirtiendo, primero, a todos, que “Aquí mando yo”, y luego, avisando que “no a todos (los Colectivos) se les puede tener contentos”.
De ñapa, las tribus guinda llenas de soberbia y altivez, racismo y xenofobia, aplicando “la aburridora” a los burócratas y jefes que ya estaban a su llegaba al aparato gubernamental para obligarlos a la denuncia “voluntaria”.
Tal, el estilo personal de ejercer el poder y gobernar de la Gran Cuarta Transformación.
Además, mesiánicos, “paridos por los dioses”.