El CBTIS se ubica en la colonia Tarimoya en el norte de la ciudad jarocha.
Y luego de tomar el itacate para el desayuno más tarde se despidió de su señora madre y agarró camino para tomar el autobús urbano.
Habrían sido las 6:30am., aprox. Quizá antes.

DOS. Luz Esmeralda desapareció

Ella está cumpliendo los quince años de edad. Es una chica tranquila. Estudiosa. Y sin novio.
Hacia el principio de la tarde, sus padres estaban ocupados y preocupados porque tardaba demasiado en volver a casa luego de la faena educativa.
Fueron al CBTIS y hablaron con el director. El director checó en el salón correspondiente con el profe en turno y le informaron que Luz Esmeralda nunca llegó a clases.
De su casa a la toma del autobús urbano de pasajeros, quizá ya viajando en el autobús, Luz Esmeralda… desapareció.

TRES. “Aquí, las mujeres pueden soñar”, ajá

Desapareció en un Veracruz que en el tiempo de la 4T ocupa el primer lugar nacional en feminicidos.
Y en donde hay más de cinco mil personas desaparecidas.
Y en donde cada semana la Comisión Estatal de Búsqueda reporta la desaparición de unas diez mujeres. A veces, dos por día.
Y en donde unos veinticinco Colectivos, integrados con padres con hijos secuestrados y desaparecidos, siguen revolcando la tierra en lotes baldíos buscando fosas clandestinas de acuerdo con el reporte de voces anónimas y generosas.
Y en un Veracruz donde los padres, los familiares, los amigos, los Colectivos, las ongs, claman justicia.
Y en donde la iglesia católica y apostólica pide que por favor, detengan el tsunami de violencia.
Más, mucho más, porque parece estar enfocado en contra de las mujeres, aquí donde asegura el góber guinda “las mujeres pueden soñar”.

CUATRO. Mes fatídico

Se ignora si “a estas alturas”, Luz Esmeralda habría aparecido.
Pero, caray, a esos límites duros y rudos y difíciles hemos llegado.
Antes de las 7 de la mañana del 16 de enero, de Luz Esmeralda se perdieron todos los rastros, pistas y huellas.
Un mes fatídico para las mujeres y que iniciara en los primeros día con cinco feminicidios, incluso la mujer policía asignada en Córdoba a vigilar, ajá, la casa de una funcionaria pública de la 4T, Vanesa, a quien los malos cortaron los senos, ya asesinada.

CINCO. “Golpes de pecho”

El gobierno de Veracruz oficiará misa y concelebrada.
“Se darán golpes de pecho” gritoneando que la inseguridad va para abajo..
Denunciarán a una prensa que “presenta una realidad que no existe”, digamos, como aquel enunciado enfebrecido de la senadora Gloria Sánchez de que en Veracruz existía un Cartel Mediático tratando de derrocar a Cuitláhuac García.
Pero el caso de Luz Esmeralda Jiménez Torres expresa la incompetencia oficial para garantizar la seguridad en la vida como cacarea el llamado Estado de Derecho.

SEIS. Único legado de la 4T

Más cuando en los mismos días también desaparecieron dos menores de 14 y 13 años.
Una, en Córdoba, María Sinaí Guerrero Castillo, de 17 años. Y la otra en Fortín, Hannad Sarahí Amaro Castellanos, de 14 años.
Cuatro años y casi dos meses después, el único legado político y social de la Gran Cuarta Transformación en Veracruz es el peor tiempo para la población femenina, seis de cada diez habitantes, mujeres.