Uno, Amado de Jesús Cruz Malpica, presidente municipal de Coatzacoalcos.
Y dos, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, delegado federal.
Los dos trabajaron con AMLO.
Primero cuando fueron diputados federales, AMLO, líder nacional del PRD.
Y luego cuando fue jefe de Gobierno en la Ciudad de México, uno, a cargo de los programas de vivienda, y el otro, a cargo de los rastros en el antiguo Distrito Federal.
Luego, ambos lo siguieron del PRD a MORENA.
Y en Veracruz fueron (y son) grandes activistas.
Una amistad que sin alardes ni falsas poses tendrá más de treinta años de antigüedad.
Y si en la vida es duro y difícil (milagros, pues) tener amigos con tantos años, más duro y rudo es conservar amistades en la política, camino lleno de cardos y espinas y de intrigas, chismes, rumores, conspiraciones, emboscadas, rodeólogos y díceres.
Y si para AMLO la lealtad y la lealtad ciega es más importante que la eficacia y la eficiencia, entonces, y más allá de las cualidades, atributos, capacidades y virtudes de los dos (Cruz Malpica, por ejemplo, académico de la Universidad Veracruzana en el campus de Coatzacoalcos, quizá con permiso sin goce de sueldo, además de un gran abogado laborista), haber mantenido la relación con AMLO durante unas tres décadas, quizá más, enaltece y dignifica la vida.
Cruz Malpica gobierna en su pueblo. Y es prudente, mesurado, cauto y paciente en el juego político sucesorio, de cara, digamos, a la elección del candidato de MORENA a gobernador y a la Senaduría y a las diputaciones federales.
Pero Manuel Huerta levantó la mano, y desde hace ratito, para la nominación a jefe del Poder Ejecutivo estatal.
Por ejemplo, su programa televisivo en Facebook, “Los pasos de Manuel Huerta”.
Las giras en el interior de Veracruz donde, asegura, la gente, el pueblo, los ciudadanos de a pie, la población electoral le piden que se lance de gobernador porque así lo desean tener y ver.
El programa de comunicación social y política que tiene, digamos, con su Cartel Mediático para la proyección de su imagen.
Y, claro, indicativo y significativo el bombardeo nuclear apretando su Magnum como un misil en contra del secretario de Gobernación, el presidenciable Adán Augusto López Hernández, considerado el amigo número uno de AMLO originario de Tabasco, paisanos ambos.
Adán Augusto estuvo en Veracruz en el WTC de Boca del Río que para hablar sobre la reforma electoral.
Entonces, “la estampida de los búfalos” guinda y marrón a su alrededor.
Y con su lupa sociológica y política, Manuel Huerta descubrió lo siguiente.
Uno:
El acarreo.
Dos:
La cargada.
Tres.
El aplausómetro.
Cuatro.
Las columnas periodísticas “pagadas”.
Cinco.
“Fue el propio gobierno (de Cuitláhuac García Jiménez) quien organizó el formato de la visita (de Adán Augusto López) y la forma en que se llevó a cabo”.
Seis.
Prácticas sociales del pasado priista y que fueron “revividas”.
Siete:
Prácticas políticas “que ya no funcionan” como tampoco funcionan las encuestas “a cada rato”. (La Jornada-Veracruz, Cinthya Trinidad)
Adán Augusto soñando con la candidatura presidencial de MORENA.
Manuel Huerta soñando con la candidatura de MORENA a gobernador de Veracruz.
Se ignora si disparando a la yugular del secretario de Gobernación, el delegado federal abone, digamos, el visto bueno del presidente de la república, vaya a suceder lo mismo que al senador Ricardo Monreal Ávila con Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno en la Ciudad de México.
Aún todavía: Si Cuitláhuac García está con Claudia Sheinbaum Pardo para la candidatura presidencial...
Y la baraja parece reacomodarse en el gobierno de Veracruz para Adán Augusto...
Entonces, habría de preguntarse la cancha dónde está jugando el delegado federal para la sucesión presidencial.
Pero el rafagueo de Manuel Huerta a López Hernández son cartuchos, misiles, para sus enemigos y adversarios y que, mínimo, servirán para la intriga y para “amarrar navajas”.
Más porque en política la decisión del jefe de jefes es decisiva para nominar a un candidato a un puesto de elección popular.
Pero también inciden los amigos, socios, cómplices, aliados y una parte del gabinete legal y hasta ampliado.
En todo caso, así, tal cual, creerá Huerta Ladrón de Guevara que puede quedarse “con hacha, calabaza y miel” y si cada profe tiene su librito, sus chamanes lo favorezcan.

EL HOMBRE INMACULADO

Se deriva, entonces, que el delegado federal está en contra de las prácticas priistas tanto en la declaración mediática y el discurso político como en los hechos.
Por ejemplo, y a partir de su discurso, en ningún momento tiene, por ejemplo, columnistas pagados, a sueldo, digamos, incluso, beneficiados con una bequita obradorista.
Ni tampoco, claro, bequitas a los directores y dueños de los medios para prorratear el sueldo mensual de los trabajadores de la información.
Y en todo caso, si hay columnistas y diaristas cronicando sus actividades se debe a una actitud, una definición, una convicción propia de cada medio y reportero.
Y de igual manera si en sus giritas del Bienestar y con bienestar le aplauden todos son espontáneos.
Ninguno a sueldo.
Ninguno por encargo.
Ninguno alentado por sus operadores políticos.
Y si de igual manera hay afluencia en sus giras en ningún momento se debe al operativo priista del acarreo ni de “la cargada”.
También son espontáneos.
Digamos, gente agradecida, y con lealtad, y lealtad ciega, lealtad perruna, a AMLO, el presidente, todos acercándose al delegado federal pidiendo haga llegar a López Obrador la gratitud eterna, inmensa, intensa, volcánica de los desheredados, los jodidos, los pobres, la gente en la miseria.
Así, tal cual, y luego de su discurso incendiario contra las prácticas tricolores en MORENA se declaró “un ciudadano libre y pensador y pensante”.
Casi casi como la enseñanza bíblica de que “la verdad os hará libres”.
La verdad histórica, pues, dicha a su tiempo.
El Jesucristo del siglo XXI en Veracruz “dándose golpes de pecho”.
El Hombre Inmaculado.
El político en contra de “la politiquería, el acarreo, el aplausómetro y las columnas pagadas”, entre otras cositas.
Y, bueno, y en nombre de la purificación moral y la honestidad valiente mucho bien haría a las tribus políticas y a los ciudadanos de a pie con revelar su listado de columnistas pagados, de igual manera, digamos, como el ritual religioso de AMLO desde “La mañanera”.
Más ahora, cuando también anunció su “Mañanera” semanal sobre las acciones de la dependencia a su cargo “por el bien de los pobres”, seis millones de habitantes de Veracruz en la jodidez.
Tiempo, entonces, de purificar la vida pública y que pública es, ha de ser, en todas sus aristas.