Por ejemplo, si la ganara Rocío Nahle, secretaría de Energía, entonces, Cuitláhuac García quedaría bien.
Pero si la ganara Sergio Gutiérrez Luna, el diputado federal por el Estado de México, entonces, ¡vaya revés a Nahle y Cuitláhuac!

DOS. La encuesta, punto de referencia

Más todavía: Si Claudia Sheinbaum Pardo quedara de candidata presidencial, entonces, Nahle estaría más amarrada para la gubernatura.
Pero si Adán Augusto López Hernández fuera el candidato presidencial, entonces, y de calle, Gutiérrez Luna sería el nominado.
Tal cual, entonces vendría el visto bueno de AMLO, el presidente, el Gran Elector.
Si Nahle ganara la encuesta, facilitaría el camino a López Obrador.
Pero si ganara Gutiérrez Luna, entonces, habría de cavilarse si con todo, AMLO estaría de acuerdo, digamos, con la buena vibra de Adán Augusto.
Más, si Adán Augusto sale palomeado para la nominación presidencial.

TRES. Los Yunes y Julen

En el caso del PAN, primero está la competencia interna en el partido azul. Y se dará entre los Yunes (los hermanos Miguel Ángel y Fernando y la alcaldesa Patricia Lobeira) y el senador Julen Rementería.
Además de la encuesta interna y quizá externa, consulta a la población, el visto bueno del CEN del PAN.
Luego, la negociación de la (posible, inminente) alianza electoral del PAN, el PRI y el PRD.
Por ejemplo, el trío de partidos prorratearán las candidaturas a gobernador en varios estados de la nación.
Entonces, en el reparto de las posiciones decidirán el partido mano en cada entidad federativa.
Y si al PAN le toca Veracruz, entonces, los Yunes y/o Julen habrían logrado el objetivo.
(La oferta del lado de los Yunes es más amplia. Son tres los prospectos. En el lado de los Chapitos, apenas les da para un aspirante y suspirante).
Pero si el PRI queda con Veracruz, entonces, el PAN asume el trancazo y/o rompe la violencia.
El senador Julen asegura que el PAN es mano en Veracruz para decidir.

CUATRO. El todo por el todo

Después, claro, la pelea estelar entre MORENA y su aparato gubernamental y la alianza del PAN, PRI y PRD con sus candidatos para ganar en las urnas.
Una pelea donde se jugará “el todo por el todo”.

CINCO. Partidos cacha-aspirantes

Otra perspectiva, riesgo, peligro, es que una vez definido el candidato (a) en MORENA y el PAN, quienes sean excluidos se disciplinen y/o se encorajinen y renuncien al partido y hasta migren a otro.
Incluso, abanderando otra posibilidad por un partido cacha/aspirantes.
Por añadidura, y como siempre vociferan, llevándose a montón de seguidores y feligreses que de su capilla partidista.

SEIS. Tsunami político

La hora final, por ahora, está demasiado lejos.
Pero como dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, ninguna candidatura se construye de la noche a la mañana.
Tiempo, espacio, planeación, estrategias, relaciones, acuerdos, pactos, popularidad, entre otras cositas, se necesitan.
Más, y como dice “La bamba” que para bailarla se necesita “un poquito de gracia y otras cositas”.
Los próximos catorce, quince meses, para los aspirantes a la nominación vivirán un tsunami insospechado de posibilidades.
Más cuando las campanas están sonando y resonando desde hace ratito…