Más todavía, empalmando la política con la religión para lograr, entre otras cositas, encender y prender a los ciudadanos de a pie, sobre todo a la gente en la miseria, la pobreza y la jodidez, y fragmentando más, mucho más, el país entre ricos y pobres.

LUNES
Peleados a muerte

Hace más de dos mil años Jesucristo predicó el “Amaos los unos a los otros”.
Y por desventura, y más allá de las buenas intenciones manifiestas en la llamada sociedad humanística, sociedad fraternal, sociedad igualitaria, sociedad justa, en todos los rincones de la tierra dominan y predominan los tirios y troyanos.
Los buenos y los malos. Los ricos y los pobres. Los pudientes y los jodidos.
Simplemente, la diferencia y lucha de clases existente desde los primeros días de la creación.
Entonces, quizá por eso, AMLO, el presidente, cambió el verbo de “Amaos” por “Odiáis” y todo indica ha dado mejores resultados.
Por ejemplo, a partir de la discordia predicada en cada nuevo amanecer desde el púlpito del Palacio Nacional, la república está llena de resentimiento tanto familiar y amical como social.
Peor tantito, hay familias y amigos “peleados a muerte” con unos a favor y otros en contra de Andrés Manuel López Obrador.
Y en todos los casos, el encono germinando en tierra fértil.
Parejas que han roto la relación afectiva. Hijos y padres conflictuados. Tíos y primos en pleito fácil. Familias que han dejado de quererse y respetarse y guardarse afecto y gratitud.
AMLO, en el centro del debate intenso y volcánico.

MARTES
Preferidos y consentidos

El presidente, claro, ama a los suyos. La esposa. Los hijos. El primero, segundo y tercer círculo del poder. El gabinete legal y ampliado. Los veintidós gobernadores.
Igual, igualito que en el priismo y el panismo, tiene políticos, empresarios, líderes, intelectuales, reporteros, articulistas, columnistas, dueños de medios, cabilderos incluso, preferidos y consentidos.
Y si en el priismo y el panismo hubo “justica y gracia” para quienes formaron parte de cada tribu gobernante en el poder, también en el tiempo de la 4T, MORENA.
La familia guinda y marrón en el poder sexenal.
Para los otros, el apretón del gatillo de la Magnum cuantas veces sea necesario.
Adversarios y enemigos… en la mira, como un tsunami desbordado de pasiones y en donde solo priva una verdad absoluta. “Estás conmigo o estás contra mí”.
Tal cual, antes del “Odiáis los unos a los otros”, el examen previo de la lealtad y lealtad perruna y cuya traducción es la obediencia y sumisión.

MIÉRCOLES
El Niño Dios de Solalinde

La expresión más alta de la fidelidad obradorista la ha dado el sacerdote de la Teología de la Liberación, José Alejandro Solalinde Guerra.
Fue, incluso, en el primer mes del sexenio. Diciembre del año 2018.
Entonces, Solalinde llegó a una posada en la Ciudad de México acompañado del senador Martí Batres cargando un Niño Dios.
Solo que el Niño Dios tenía la cara de AMLO.
Semanas después, el curita descubrió que AMLO “tiene mucho parecido con Dios”.
Tiempo después, Solalinde descubrió que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, tiene mucho parecido con la Virgencita de Guadalupe.
Damián Alcázar, el actor de la película “El infierno” y “La dictadura perfecta” se reveló como “uno de los acarreados (de AMLO) pero de corazón”.
La actriz Ana de la Reguera llegó con su novio Tomás Ruiz González a una cena con Carlos Salinas de Gortari y en la plática le confesó que estaba, a morir, con AMLO.
AMLO nunca olvidó y descubrió que Ana de la Reguera es de la izquierda y ante Salinas se jugó con la vida y por eso mismo, y en correspondencia, ungió a su señora madre candidata de MORENA a la alcaldía de Boca del Río.
Los actores Gael García Bernal y Diego Luna confesos obradoristas.
Para ellos, y otros más, “Amaos los unos a los otros”.
Y para los otros, los contestatarios: “Odiáis los unos a los otros”.

JUEVES
No matar… y matan

Dijo el presidente a los Siervos de la Nación: “Abrazos y besos” para los carteles y cartelitos porque “también son seres humanos.
En Sinaloa, y en Badiraguato, AMLO saludó de manita a la madre de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
Incluso, le ofreció cabildear en Estados Unidos para que El Chapo, su hijo, fuera regresado a cárcel mexicana.
Dijo AMLO a la mitad de los ciudadanos de a pie y a la otra mitad: “No robar” y roban.
“No matar” y matan.
El país ensangrentado con ríos de sangre femenina y masculina.
El país, un cementerio gigantesco. Un fosario.
Los Colectivos, integrados con padres con hijos y parientes desaparecidos, lastimados, zaheridos, menospreciados, desdeñados y desencantados.

VIERNES
Terco, obstinado y tozudo

Ni modo, el presidente de la república ha privilegiado la discordia por encima, y con mucho, de la prudencia, la mesura, la serenidad y la tolerancia.
Más, porque él mismo ha aceptado que es un hombre terco, obstinado y tozudo.
Y todo indica, por los hechos y resultados, lleno de resentimiento personal y social y que sabe odiar y la venganza florece en tierra fértil en sus neuronas, corazón e hígado.
En “Los Doce Césares”, Suetonio escribe que lo peor para un pueblo es cuando un político se encumbra en el más alto decibel del poder y desde la cima del aparato gubernamental, dueño del día y de la noche, y jefe máximo del billete oficial y las corporaciones policiacas, y como en el caso, jefe natural de los veintidós gobernadores, vive para odiar y ajustar cuentas con quienes, cree, está seguro, se la deben.
Y es ahí donde se conoce la realidad humana en todos sus escondites y recámaras, pues lo deseable, dice Suetonio, es sentir y pensar y actuar y reaccionar como Estadista, haciendo a un lado las pasiones turbulentas.
Y mirar para adelante, sin voltear a los lados y sin escuchar los cantos perversos de las sirenas.
“Odiáis los unos a los otros” en vez del “Amaos los unos a los otros”.
Esta navidad, bien podrá Solalinde llegar a fiesta navideña cargando el Niño Dios con el rostro de AMLO.