“Gracias, Zenyazen, los conserjes de las escuelas de Veracruz”.
“Gracias, Zenyazen, los padres de familia”.
Desde luego, y como parte del sacrosanto ritual del “acarreo” político, tortas y tamales.
Y barbacoa.
Para todos, claro.
Bailes folklóricos... para distraer las neuronas y el corazón y alegrar el hígado.
Botargas.
Globos.
Batucada.
El circo corriente, vulgar, barato, ramplón, demagógico y populista.
Todo junto.
Claro, autobuses de pasajeros... para el acarreo, mejor dicho, para facilitar el traslado de los maestros desde sus rincones geográficos de norte a sur y de este a oeste.
Loas.
Aplausos.
Incienso.
Vítores.
Duelo de porras magisteriales y burocráticas... para ver quién grita más y mejor y de manera rítmica.
Simple y llanamente, el show.
El reality-show.
Zenyazen, en el epicentro telúrico de la emoción social.
¡Te queremos, Zenyazen, te queremos!
Y el grito patriótico y patriotero, luego de comer tamales y tortas, sonando y resonando en el mediodía de Xalapa, encaramado en la nube más alta, el bíblico y mitológico strippero de la región centro de Veracruz y con mucha dignidad, claro, porque era para redondear el salario magisterial.
“Veinte y las malas” que “el acarreo” y el florilegio son el único objetivo de las comparecencias, pues, y además, y en todo caso, solo sirven para repetir lo que ya fue dicho en el transcurso del año que termina.
Con todo y que “alabanza en boca propia es vituperio”.
Y como en el Congreso local existe mayoría de MORENA, más los diputados opositores sumisos, leales y fieles a la causa guinda, entonces cada secretario del gabinete legal y ampliado asisten para ser enaltecidos.
Así fue, exactamente igual, igualito, en el tiempo priista.
Y panista.
Ahora, Morenista.
Nada ha cambiado con todo y la famosa leyenda del Edén de que “no somos iguales”.
¡Claro, que “no somos iguales”!
¡Son peores!
Y peores porque en nombre de la modestia y la humildad y la sencillez y la austeridad de san Francisco de Asís se dan golpes de pecho declarándose los más honestos, los ángeles de la pureza, y son todo lo contrario.
Bastaría recordar el dictamen del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, sobre la Cuenta Pública del año 2021 con más de tres mil millones de pesos de presunto daño patrimonial y en donde están involucrados montón de presidentes municipales, cierto.
Pero de igual manera, cuarenta dependencias estatales del gobierno de Veracruz.
Es decir, y de entrada, cuarenta funcionarios públicos.
“El dinero público fue desviado” dijo de manera lacónica, concreta y maciza la titular del ORFIS.

VERACRUZ, EN EL SÓTANO EDUCATIVO

Ha de preguntarse la dimensión estelar de la dicha y la felicidad...
El placer y el gozo...
La euforia y la alegría...
La transformación política y social... de Zenyazen con su “acarreo”.
Incluso, si con tanto fuego pirotécnico el profe Zenyazen alcanza a levitar y levita y gravita y levita y gravita en las nubes y el cielo político.
Más que el aplausómetro, el desván para descubrir el grado máximo de su viaje esotérico sintiendo que roza el cielo con la yema de los dedos porque nunca, nunca, nunca, antes, ha sido aclamado como ahora.
Ni siquiera, claro, en aquellos tiempos stripperos.
De igual manera preguntarse si el mismo Zenyazen cree, está seguro, convencido de la parafernalia del “acarreo”.
Y si creerá Zenyazen que el góber de la 4T “hecha gobierno en Veracruz”, ajá, también lo cree.
Y si lo cree, claro, el secretario General de Gobierno, Éric Cisneros Burgos.
Y si lo creerá el presidente de la república amorosa y humanística de cara a la elección del candidato de MORENA a la gubernatura en el año 2024.
“El acarreo” en todas sus formas como estrategia populista y demagógica para “presentar una (aparente) realidad que no existe” como dijera el góber salsero de los medios.
Los maestros... acarreados.
Los burócratas... acarreados.
Los funcionarios públicos de la SEV... acarreados.
En el otro lado del palenque público la realidad real:
Veracruz, en el sótano de la calidad educativa.
550 (quinientos cincuenta) mil personas de 14 años de edad en adelante sin saber leer ni escribir.
Un millón de paisanos con la escuela primaria inconclusa.
Otro millón de paisanos con la secundaria incompleta.
600 (seiscientos) mil ciudadanos con el Bachillerato a medias.
Miles y miles de profesores tomando las calles y avenidas de la capital para reclamar el legítimo pago del aumento salarial anunciado hace un semestre por el Señor Presidente de la República.
Y, caray, ajajá, el gobierno de Veracruz pidiendo prestado en el banco para enfrentar el pago... porque sabrá el chamán y el titular del SEFIPLAN si el recurso federal llegó en tiempo y forma.
¡Te queremos, Zenyazen, te queremos!
Enrique Rébsamen, Enrique Laubscher, Rafael Delgado y Carlos A. Carrillo son una pobre caricatura a tu lado.
Ni a los talones te llegan..., tú, maestro de la silla de ruedas...
Maestro de las muletas...
Maestro del bastón.