Por eso, resulta insólito, pero, ni modo, real y perpetuo, el acoso sexual en todos lados. Incluso, en las secretarías General de gobierno y Desarrollo Social del gobierno de Veracruz denunciado por un dueto de legisladoras priistas.
La primera, Anilú Ingram Vallines, en la SEGOB jarocha. Y la segunda, Arianna Ángeles Aguirre, en la SEDESOL.

PASAMANOS: En la comparecencia del titular de la SEDESOL, Guillermo Fernández Sánchez, la diputada tricolor puso “el índice en la llaga” sexual. Hostigamiento laboral, dijo, Hostigamiento sexual, añadió. Violencia institucional, expuso. Violencia laboral, subrayó.
Esperanzada, dijo que espera, espera, espera (¡Ay, “la esperanza que nunca muere!”) “se sancionen a los presuntos responsables”.
“Veinte y las malas” que la respuesta oficial será la misma que con el acoso sexual en la Secretaría de Gobierno. Anilú Ingram “pintó una realidad que no existe” como dice aquel sobre los medios en Veracruz.

CORREDORES: La legisladora entregó “documentación con denuncias relacionadas a los casos que suceden al interior de la SEDESOL”.
Llena de utopías (el utopismo habla de la sociedad ideal, el peor mal de la historia) y repleta de ilusiones, pidió, caray, “cero tolerancia” a la violencia contra mujeres y niñas de acuerdo con el boletín tricolor.
“Ta’gueno”. El peor desamparo de la vida es caminar las horas de los días y las noches sin acariciar la sociedad fraterna, la sociedad justa, la sociedad igualitaria, ¡ay zandunga, mamacita por Dios!

BALCONES: Cuatro años después los (presuntos) casos de acoso y hostigamiento sexual en el gobierno de Veracruz están emergiendo a la superficie política, legislativa y social.
Por ahora, únicamente existe un funcionario despedido. Era subsecretario de Finanzas y Planeación. Uno de los hijos del ex priista, ex panista, ex perredista, ex salinista (conocido de Raúl Salinas de Gortari) y morenista, José Manuel Pozos Castro, encumbrado en la 4T como diputado local, presidente de la Mesa Directiva del Congreso, la subsecretaría para su hijo y presidente municipal de Tuxpan.
En el caso, la chica burócrata interpuso la denuncia penal en la Fiscalía General, y ni modo, “denuncia penal mató carita”.
Por eso, quizá, quizá, quizá, convendría que además de la denuncia legislativa de la diputada Arianna Ángeles Aguirre, las chicas víctimas también presentaran la denuncia penal en la Fiscalía.
Más cuando la titular es una mujer.

PASILLOS: El par de diputadas priistas se han aplicado. El acoso sexual, claro, es mítico, bíblico y legendario. Bastaría recordar a Herodes enloquecido persiguiendo a Salomé. Incluso, a tal grado que cuando le pidió la cabeza decapitada de Juan Bautista, el primo de Jesucristo, en bandeja de plata, de inmediato se la entregó.
Idi Amín, el dictador negro de Uganda, decía a las mujeres de su reino: “Me amas o te mato”. Y las mataba si se resistían.
En correspondencia, Gustavo Díaz Ordaz impuso a Irma Serrano, La tigresa, como Senadora de la República.
Pero, bueno, cada quien en su tiempo, las legisladoras priistas están dando la batalla. Y hasta el día de hoy, en el tiempo de la 4T, la única solución eficaz la expuso un gobernador del centro de la república: “A los acosadores hay que caparlos”, dijo.
Entonces, a reformar el Código Penal de Veracruz.