y la honestidad valiente.
Por lo pronto, y desde hace ratito, fue renunciado. Pero nadie lo ha tocado. Cierto, la investigación sigue y sigue y ahí podría llevarse el resto del sexenio.

DOS. “Al mejor cazador se le va la liebre”

La gran estafa fue ultra contra súper millonaria.
La Fiscalía General de la República indaga el manejo del erario en 39 (treinta y nueve) dependencias.
Entre ellas, LICONSA y DICONSA. Y, claro, SEGALMEX, la oficina máxima.
Y, bueno, resulta inverosímil, insólito, que Ovalle Fernández nunca advirtiera lo que estaba sucediendo, primero, en una y en otra y en otra y en otra… hasta completar 39 dependencias con (presuntos) malos manejos.
Más, con toda su experiencia en la administración pública como Subsecretario de la Presidencia, director del Instituto Nacional Indigenista, INI, y la embajada de México en Argentina.

TRES. Ovalle rescató a AMLO

El cariño y el afecto y hasta la gratitud de AMLO a Ovalle Fernández se debe, entre otras razones de peso y con peso, a que como director del INI le otorgó el primer cargo público a López Obrador.
Lo nombró delegado en La Chontalpa, en Tabasco.
--Pero tienes que irte a vivir a La Chontalpa, le dijo Ovalle.
--Me voy, contestó AMLO.
Fue el tiempo cuando se fue a La Chontalpa, acompañado de Rocío, su primera esposa, y vivieron en una casita tipo indígena, con piso de tierra y paredes con horcones y con techo de palma.
Y dormían en un catre, una hamaca y un petate en el suelo.

CUATRO. AMLO, al rescate

Luego de que la chamba se acabara en el INI, Ovalle cabildeó para otro cargo público, ahora, en el Instituto Federal del Consumidor.
Después, Ovalle como Embajador en Argentina, AMLO renunció al PRI y su vida agarró otro camino.
Pero la amistad entre ambos se privilegió y Ovalle hasta su confidente era.
Muchos años después, Ovalle se dedicaría a impartir cursos de motivación personal hasta por videos filmados que vendía.
Hasta que AMLO ganó la presidencia de la república y fue rescatado y resucitado.

CINCO. Capitán del buque…

En el tiempo de la 4T, el fraude en SEGALMEX equivale a la gran Estafa Maestra de Rosario Robles Berlanga.
El fuego está sobre el empresario Alejandro Puente Córdoba, fundador de una de las compañías más beneficiadas por Seguridad Alimentaria Mexicana, durante la gestión de Ignacio Ovalle.
El magnate “ha pedido la protección de la justica en contra de cualquier orden de localización, presentación o aprehensión”. (la Jornada, Gustavo Castillo García)
Pero, bueno, siempre hay un capitán del vuelo aéreo. Un capitán del equipo de futbol. Un jefe máximo.
Más, mucho más, se insiste, cuando, por ejemplo, las irregularidades detectadas únicamente en LICONSA llegan a mil 942 millones de pesos.
Y en DICONSA, a mil 826 millones.
Y en SEGALMEX, a 9 mil 36 millones.
Peor, mucho peor cuando en un caso, en LICONSA, LICONSA “otorgó un contrato para la construcción de una planta deshidratadora de leche en Zacatecas en sociedad con SEGALMEX” y el dinero público fue aportado y nunca la planta se construyó.

SEIS. Jonrón con casa llena…

Inverosímil que a un político tan cercano, cercanísimo, a las neuronas y el corazón de AMLO “le metieran jonrón con casa llena” en juego estelar.
¡Ay, la 4t! ¡Ay, la purificación moral! ¡Ay, la honestidad valiente!