a pailas chicharroneras en Las Vigas, por ejemplo, y/o comiendo garnachas en la feria de Rinconada… por encima de acercarse a los Colectivos, integrados con padres con hijos secuestrados y desaparecidos y a quienes buscan en lotes baldíos con posibles fosas clandestinas.

LUNES
Medios… mentirosos

En tres años y diez meses del ejercicio del poder, para el góber obradorista es, ha sido y será más importante el proselitismo a favor de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, con miras al año 2024, año de la sucesión presidencial, que ubicar a Veracruz en la calidad educativa nacional como lo estuviera en el tiempo de Enrique Rébsamen, Enrique Laubscher, Rafael Delgado y Carlos A. Carrillo.
Y le ocupa más aparecer en las fotos mediáticas cortando elotes en un campo agrícola que empeñar la vida con estrategias que disminuyan el tsunami de feminicidios y que han ubicado a Veracruz en el ranking nacional.
Desde hace casi cuatro años descubrió que la estrategia comunicativa para crear y recrear un Veracruz sin sobresaltos ni turbulencias en la seguridad y la procuración de justicia consiste en vender esperanzas baratas y ramplonas, demagógicas y populistas con un lenguaje manoseado y desusado como, por ejemplo, “ya ubicamos a los asesinos intelectuales y físicos, pronto, pronto, pronto, caerán los homicidas, les seguimos las pistas, ya están ubicados, tengan fe, mucha fe”.
Y de ñapa, claro, inculpar a los medios de mentirosos porque inventan un Veracruz violento.

MARTES
Muy importante comer pastel

Para el góber jarocho es un millón, dos millones, tres millones de veces prioritario aparecer en un desplegado de mandatarios declarando su héroe patrio a AMLO, el presidente, que dignificar la vida y el destino social y económico de tantos niños huérfanos y parejas viudas, la gran herencia dura y ruda de la violencia.
Nada hace más feliz al góber como boletinar el cumpleaños del secretario General de Gobierno y comerse una tajadita del pastel de tres leches con la figura de la lanchita de “El cuenqueño”, la obra turística de la Cuarta Transformación, pues ninguna dicha alcanzaría, por ejemplo, con enseñar a leer y escribir al medio millón de habitantes de Veracruz analfabetas.
El góber goza más con las alabanzas y loas del presidente de la república amorosa que con la masacre de niños, jóvenes, adultos y seniles, mujeres y hombres, y que bien pueden definirse en una sola palabra, la siguiente: masacre. Incluso, y Veracruz en el primer lugar nacional de feminicidios: genocidio.
Más entusiasmo y emoción política y social siente cuando le levanta la mano AMLO como el góber más honesto del Golfo de México que cuando le informan del asesinato de una niña de 5 años en el sur de Veracruz.

MIÉRCOLES
La delicia de comer chicharrones

Seis de los ocho millones de habitantes del Estado jarocho viven en condiciones económicas muy difíciles (por ejemplo, los niños indígenas durmiéndose en el pupitre en el salón de clases dada la anemia y desnutrición).
Y en contraparte, el góber alcanza “la plenitud del pinche poder” con el primer lugar nacional en subejercicio y que consiste en devolver el recurso federal porque simplemente fue incapaz de aplicarlo en obra social y obra pública.
La dicha inmensa alcanza el góber cuando su Fiscal General lo acompaña en eventos públicos y hasta juntos comen chicharrones tomados de la paila en la vía pública que cuando los Colectivos anuncian el hallazgo de una fosa clandestina más con montón de cadáveres.
Es más, le vale que Veracruz esté convertido en un símbolo más del resentimiento social, ya por el desencanto y frustración política con su sexenio, la jodidez, la inseguridad y la impunidad.
Más, estando bien con su dios terrenal, le vale la protesta social y la indignación crónica y los berrinches de los ángeles y querubines.

JUEVES
“Darse golpes de pecho”

Tres años y diez meses de la 4T se han difuminado en los hechos siguientes:
Uno. Culpar a los antecesores de todos los males, igual, igualito, que desde “La mañanera”.
Dos. “Lavarse las manos” como Poncio Pilotos por el dominio y predominio de los carteles y cartelitos.
Tres. “Darse golpes de pecho” como Siervos de la Nación.
Cuatro. Satanizar a los políticos adversarios y enemigos como pillos, ladrones y corruptos.
Cinco. La venta de esperanzas anunciando el advenimiento de un mejor Veracruz con una calidad de vida impresionante para todos.
Seis. Reafirmar la verdad histórica de Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos de “estás conmigo o estás contra mí”.
Siete. Pulir y volver a pulir la frivolidad como característica número uno de las tribus guinda y marrón en el ejercicio del poder.
Ocho. El desdén y el menosprecio por el millón de indígenas habitantes de las regiones de Huayacocotla, Chicontepec, Papantla, Zongolica y Soteapan y los valles de Santa Marta y Uxpanapa.
Nueve. El menosprecio y el desdén por la vida tan jodida de los dos millones de campesinos.

VIERNES
Momentos estelares

79 (setenta y nueve) gobernadores después, desde Guadalupe Victoria a Cuitláhuac García, el fracaso económico y social queda manifiesto con los seis millones de habitantes de Veracruz de un total de ocho en la miseria y la pobreza, los miserables salarios de hambre y el desempleo y la migración y la jodidez.
A partir de la estadística de la precariedad ha de evaluarse el buen gobierno de todos y cada uno de los 79 jefes del Poder Ejecutivo sentados en la silla embrujada del palacio.
Y con todo y el pendiente social y económico de Veracruz, los momentos estelares de la 4T jarocha son los siguientes:
1) El primero de diciembre del año 2018 cuando el góber tomara posesión y paseara de manita sudada con barbie de Liverpool y quien nunca más ha aparecido en el palenque. Incluso, ni para casarse.
2) El góber, fugándose de los Colectivos por la puerta trasera de un hotel en Córdoba.
3) El góber, asegurando a los indígenas y campesinos de Sotepan, cuando tomaran la presa Yuribia, que es indígena como todos ellos porque se llama Cuitláhuac y sus cinco hermanos también lo son porque fueron bautizados con nombres indígenas.
4) El góber, caray, bailando huapango en la vía pública con pasitos Tun Tun en el norte de Veracruz.
Así se construye el presente y el futuro de los jodidos.