Al principio le fue bien. Luego, poco a poco se amontonaron los clientes morosos. Y la deuda era canija.
Entonces, cerró el negocito. Y habló con la familia. Resultado: los tres hijos mayores se salieron de la escuela. Uno, de la universidad. Y los otros dos, del Bachillerato.
Y si desean seguir estudiante, ni modo, solo resta ponerse a chambear.
La hija menor siguió en la escuela primaria.

DOS. Los Mil Usos

El trío de hijos fue solidario. Y reactivo. Dos hijos se pusieron a hacer galletitas y a promover su venta entre la familia, los amigos, los vecinos y los conocidos. Y por fortuna, les ha ido bien.
El otro hijo trabaja medio tiempo en un despacho jurídico. Y más o menos ahí la lleva. Por ahora, ahorra para que en el próximo ciclo escolar tenga un fondito que le permita continuar estudios de Leyes.
El padre hace talacha como asistente Mil Usos y va sacando para el itacate y la torta en casa.

TRES. Vender pancito de casa en casa

El señor Ese es divorciado y pensionado y tiene una hija. También divorciada. Y con dos hijos.
Entonces, el padre les abrió las puertas y ventanas de su casa y viven juntos.
Ella buscó empleo. Sin éxito. Y desde su casa lanzó un negocito. Hace pan y lo vende de casa en casa con la familia y los amigos.
El padre recibe el programa social bimensual del obradorismo y los centavitos los entrega completos a su hija para pagar el automóvil que había sacado desde antes del divorcio.

CUATRO. Ni modo, migrar a Oaxaca

La joven señora P. fue despedida en su chamba en las oficinas del INFONAVIT. La oficina, ni modo, cerrada.
Casada con un joven que apenas, apenitas, gana el salario mínimo, y con dos hijas de escuela primaria, le ofrecieron un trabajo del INFONAVIT en Oaxaca, la capital.
Y luego de pensarle y dar la vuelta, ni modo, como muchos estragos causa la necesidad y el hambre, se fue a Oaxaca.
Los hijos, a cargo de su suegra. Y de su esposo.

CINCO. Hijos en el extranjero

Está yendo mejor a la señora L. Viuda, recibe la pensión heredada por el esposo.
Un hijo, migrante en Cancún, soltero, donde trabaja, el único lugar donde encontró empleo.
Una hija, migrante en Estados Unidos, Carolina del Norte, soltera, donde labora, pues en el Estado de Veracruz ninguna posibilidad de un empleo.
Y un tercer hijo, casado, migrante en Canadá, donde se avecindó con la esposa y un hijo, porque fue la única nación donde le ofertaron un trabajo.

SEIS. Fracaso social

Los datos rudos y duros en Veracruz están canijos.
En Veracruz, el gobierno del Estado es y ha sido incapaz de recuperar los treinta mil empleos perdidos en el tiempo del COVID.
Además, de los miles de empleos pendientes de crearse antes de la crisis sanitaria y económica.
Un millón de habitantes jarochos como migrantes en Estados Unidos.
Uno de cada tres jefes de familia llevando el itacate a casa con el ingresito obtenido en el changarro en la vía pública.
He ahí como muestra básica y rudimentaria el fracaso social de la política económica de la 4T.