Pero, bueno, felices los viejitos de la república amorosa como los tiene el presidente, ahora AMLO sueña con conquistar el mundo enviando cartitas a la ONU, Organización de las Naciones Unidas…

CURVA PELIGROSA: La señora E. tenía el sazón más sabroso de la historia jarocha… Y era el siguiente: en el desayuno, picadas y gordas cocidas en un brasero y con leña… Y rociadas con tajaditas de aguacate… Y en otro plato, bisteces bien delgaditos guisados con manteca… Y un cafecito de olla y, claro, juguito de naranja… Ella, entonces, se sentaba a un lado a contar historias de cuando los carrancistas llegaban al pueblo y se robaban a las muchachas no mayores de veinte años… Por si interesa, en la Ciudad de México, la casa presidencial que fuera de Los Pinos, está convertida en centro de cultura y cada fin de semana hay bailongos con conjuntos musicales… Bien podría, claro, MORENA y la 4T de Veracruz organizar excursiones con la militancia…

AUTOPISTA DEL SUR: El actor norteamericano, Steve McQueen, coleccionaba motocicletas y autos clásicos… El poeta Pablo Neruda coleccionaba conchitas a la orilla del mar y llegó a tener unas quince mil… Entre ellas, levantadas en el Golfo de México en la playa jarocha… Los actores Paul Newman y Michael Douglas coleccionaban mujeres… Pero el cineasta Pier Paolo Paosolini coleccionaba efebos, igual, igualito, que el cacique gordo de Cempoala, quien tenía cincuenta, el mayor, de veinte años… Las mujeres se ven más bonitas cuando andan por la vida con una sonrisa, señal de que están en paz consigo mismas… Y es que el principio universal de que “la paz de adentro es la paz de afuera” resulta inalterable… Y si el dinero nunca puede ocultarse, tampoco la desdicha y la infelicidad…

AUTOPISTA DEL NORTE: Se informa, pero, porfis, no lo cuenten… El señor Cuitláhuac García Jiménez se cree ya senador de la República… Y si el diputado federal del Estado de México, Sergio Gutiérrez Luna, sigue moviéndose para ver si cacha la candidatura de MORENA a gobernador de Veracruz, se debe a que tiene línea de más arriba según afirma el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica… Está comprobado que los tacos parados más sabrosos en la ciudad jarocha están en “La michoacana”, un puesto en el mercado Hidalgo… Allí, los sábados y domingos en la mañana hay par de gitanas adivinando la suerte leyendo la mano… Lo peor de la vida es casarse con una pareja creída y petulante que se crea y sienta la persona más fregona del mundo…

RECTA FINAL: La estrategia de la seducción femenina la aportó Marilyn Monroe… Y es la siguiente: esperar a la pareja en el tálamo únicamente vestida con unas gotitas de Chanel 5… Una tarea placentera pero desgastante, casi casi una proeza, una hazaña, es leer completitas las novelas “La guerra y la paz” y “Ana Karenina” de León Tolstoi y “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez… Parecen ladrillos… El secreto para parecer delgado es vestir siempre de negro… Hasta la ropa interior, claro, por la panza cayendo… Y si el hombre tiene setenta años de edad y se baña, incluso, hasta con perfume, de cualquier forma sigue oliendo a humedad poscaguada y a viejo… Lo dice el proverbio popular, “la mona aunque de seda se vista mona se queda”…

META: Curiosidades del mundo animal… Las mulas se llaman mulas porque cuando se enmulan, ni un paso pa’lante ni pa’atrás… Incluso, se zangolotean y tiran la carga… Y por más latigazos del patroncito, les vale… Ningún personaje famoso ha tratado mejor a su gatito mascota que Ernest Hemingway, quien cuando comía lo trepaba a la mesa y le servía leche con gotitas de whisky en el plato… Además, le contaba historias… Luego de Hemingway, el animalista más aplicado es el escritor y reportero, Ricardo Ravelo, quien suele tocar el piano a su mascota, una gatita… La hija de Carlos Romero Deschamps, ex líder petrolero, sacaba a pasear a su mascota, un gatito, en el avión familiar… Solidaria, la escritora Elena Poniatowska se llevó a su casa uno de los trece gatitos de Carlos Monsiváis a su muerte… Todas las tardes, el escritor argentino Julio Cortázar, radicado en París, solía jugar con su gatita y juntos escuchaban música clásica… También le leía el cuento que estaba escribiendo y la gatita era su primera lectora… La voz de Cortázar la arrullaba y quedaba dormida… Y la gatita era tan feliz que roncaba…como los cronopios…