La Nueva Bandera Nacional
Ni hablar, es el tiempo de MORENA y la 4T en el poder sexenal para que las tribus gritoneen en el palenque público que “es un honor/ estar con Obrador”.
El tiempo para que el sacerdote de la Teología de la Liberación, ex defensor de migrantes, José Alejandro Solalinde Guerra, se declare obradorista número uno del país y descubra que “López Obrador tiene mucho de Dios”.
Luis Velázquez
El tiempo, claro, para que en Navidad, Solalinde aparezca en una pastorela en la Ciudad de México, cargando un Niño Dios con la cara de AMLO.
El tiempo cuando, además, Solalinde descubrió que Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno en la Ciudad de México, “se parece mucho a la Virgen MORENA del Tepeyac”.
Todo se vale.
Incluso, por ejemplo, que los diputados federales de MORENA duerman en un hotel cercano al Congreso y/o en el Congreso en su curul para echar montón a la ley para seguir militarizando al país durante los próximos diez años.
Se vale también (ni hablar, en el país de un solo hombre) que personas con la escuela primaria inconclusa fueran elegidas diputados federales y locales.
Y se vale que los gobernadores de MORENA se declaren en subejercicio para devolver recursos públicos frescos al gobierno central y en donde, caray, el góber salsero, huapanguero, danzonero, elotero y chicharronero de Veracruz mantiene el primer lugar.
Se vale que hasta el hijo menor de la pareja presidencial ande en tenis de 40 mil dólares, pues finalmente, padre y madre trabajan y hasta curse el bachillerato en el Reino Unido.
Todo se vale, pues. Menos, mucho menos, que el góber de MORENA en Nayarit avalara la iniciativa, ajá, quizá, quizá, quizá, acatando órdenes nomás para “medir el agua a los tamales” y cambie los colores de la bandera nacional, el verde y el rojo, y le pusiera el color guinda, de MORENA.
Incluso, hasta izando la nueva bandera nacional ahora en los días patrios.
Digamos, a tono con aquella diputada federal del PRI que de pronto, ¡zas!, con el elemento sorpresa de su lado lanzara la propuesta para que el tricolor aprobara la permanencia militar en las calles y los pueblos.
Ta’canija la locura nacionalista, digamos, en que la militancia y las tribus de MORENA están cayendo.
Al rato, Tabasco sería declarado un estado independiente para declararse república autónoma.
Y si las cosas caminan bien, con los astros acomodados a favor, entonces, y como lo ha anticipado el prestigiado periodista, Raymundo Riva Palacio, en la columna “Estrictamente Personal”, AMLO, el presidente, bien solicitaría licencia para coordinar la campaña presidencial de Sheinbaum y seguirá cocinando la posibilidad de crear la figura de Vicepresidente y convertirse él mismo en el primero.
Más, mucho más cuando está claro que Sheinbaum nunca, jamás, de aquí al año 2024 podrá crecer sola y necesita en todo y con todo la asesoría y la conducción de Andrés Manuel López Obrador.
OLIENDO EL RUMBO DEL VIENTO SOCIAL
La estrategia para “medir el agua a los tamales” en Nayarit fue de la siguiente manera:
Uno. Un colaborador del góber…, de la oficina de Imagen Gubernamental, lanzó, ajá, la idea. Incluso, mostró la nueva bandera nacional.
Dos. La bandera fue exhibida, ni más ni menos, en el municipio de Tepic, Nayarit, donde la presidenta municipal es María Geraldine Ponce Jiménez, quien fue la Reina en la Feria del Elote, Miss Nayarit, Nuestra Belleza Digital y Miss Internacional en Tokio.
Y también diputada federal.
Y de acuerdo con el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, con una buena vibra, y mejor karma y bilirrubina, con el presidente de la república amorosa, AMLO, el político del Edén.
Tres. Entonces, se armó el jelengue y el gobierno expidió un boletín lavando la imagen del góber e inculpando al morenista “oficioso”.
Cuatro. Incluso, hasta señalaron en el boletín la pena administrativa a que se expuso, pues ni siquiera, vaya, solicitaron el permiso a la secretaría de Gobernación y que, claro, con todo y obradorismo de la alcaldesa de Tepic se habría opuesto.
El hecho se consumó. La alcaldesa logró el objetivo. El góber de Nayarit, ni modo, fue expuesto, aun y con la disculpa que pidió en su cuenta de Twitter. Todo por quedar bien y congraciarse con el jefe máximo,
Una vez más queda comprobado, como dice el viejito del barrio: “Jalan más unas tetas que un burro” y un par de bueyes.
LA GRAN PIFIA
Fue, es, ha sido, será, tremenda pifia.
Tepic, como laboratorio político nacional.
Y, bueno, si ya se atrevieron a tal desmesura y despropósito, nada fácil será que al rato por ahí algunos diputados federales de MORENA lancen la iniciativa de ley hasta para la reelección presidencial.
Fue, por ejemplo, Tabasco, en el siglo pasado, un gran laboratorio político con Tomás Garrido Canabal de gobernador y que para congraciarse con Plutarco Elías Calles, el mandamás, declaró guerra implacable a los sacerdotes y expidió ley para obligarlos a casarse o, de lo contrario, serían expulsados.
Pero además, a quienes desacataran y se pusieran rejegos, ni modo, la ley porfirista, “pan o palo”, exilio, encierro o entierro.
Además, el gran grupo de choque político y social, conocido como “Las Camisas Rojas” (algo así como “Los Halcones” del 7 de julio de Luis Echeverría Álvarez) creado en Tabasco y recreado en la Ciudad de México Garrido Canabal despachaba ya como Ministro de Agricultura.
Ahora, Tepic, con la Princesita Geraldine, marcando el paso nacional.