Medios descalificados
•¿Quién es quién?
•Chayoteros S.A. de C.V.
ESCALERAS: Todos los días, el presidente de la república amorosa, AMLO, suele utilizar “La mañanera” para descalificar a los medios de comunicación. Incluso, en el ajuste de cuentas hasta inventó el ¿Quién es quién... en las mentiras?, como aquel programita del Índice del Consumidor llamado Quién es quién en los precios.
Luis Velázquez
Desde la homilía presidencial, “todos los periodistas críticos del gobierno somos corruptos y “chayoteros”, cómplices de los conservadores, que lo único que buscamos es el regreso de las prebendas y canonjías de la época neoliberal” escribió el respetado y admirado cronista, Francisco Ortiz Pinchetti, por cierto, hermano de José Agustín, uno de los más encendidos y devotos feligreses de la capilla obradorista.
PASAMANOS: Ningún articulista, columnista, reportero, medio, académico, intelectual, historiador crítico a la 4T ha quedado sin el rafagueo.
Un rafagueo implacable. Pero además, obsesivo en contra de figuras centrales del periodismo quienes de acuerdo con el Presidente encarnan a Luzbel.
Nunca Benito Juárez García, Francisco Ignacio Madero y Lázaro Cárdenas del Río, el trío de jefes del Poder Ejecutivo federal héroes de AMLO, tuvieron una actitud semejante ante los medios críticos.
El más intenso, Juárez, invitó a varios reporteros a formar parte del gabinete legal, incluso, como Ministros de Estado, y cuando Juárez cayó en la tentación reelectora le renunciaron y volvieron al periodismo y fueron más encendidos que nunca.
Madero, en cambio, financió con recursos públicos un periódico, Nueva Era, a su hermano Gustavo para revirar, más que a los críticos, a Victoriano Huerta, al sobrino de Porfirio Díaz Mori, Félix Díaz, y al embajador de Estados Unidos en México y quienes financiaban a los medios
CORREDORES: Dueño del día y de la noche y del destino personal de los políticos y hasta del destino colectivo de la gente en la miseria, la pobreza, los pichurrientos y miserables salarios de hambre y el desempleo y la jodidez, desde “La mañanera”, la palabra presidencial se impone.
Es el jefe del Poder Ejecutivo Federal. El jefe de las finanzas. El jefe de las corporaciones policiacas. El jefe máximo de su partido, MORENA.
Entonces, es visto y tratado con el mismo fervor religioso que a Jesucristo y a la Virgencita del Tepeyac.
Bien lo dijo el sacerdote de la Teología de la Liberación, AMLO “tiene mucho parecido con Dios”.
Y entonces, todos ellos creen en su palabra. Y los reporteros y anexos y conexos críticos al obradorismo quedan mal. Satanizados.
BALCONES: Desde hace tres años y diez meses, AMLO aprieta el botón nuclear en contra de los trabajadores de la información críticos.
Incluso, y como decía Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos, los medios están divididos en dos partes.
Los que están con AMLO a morir y quienes, digamos, cuentan la historia de cada día tal cual, como es, con la rigurosidad y crudeza del mundo.
Un país hambriento, desempleado y clamando justicia.
Un pueblo adolorido y sufriendo, infeliz, desdichado.
PASILLOS: Medios, políticos disidentes y contestatarios, empresarios, científicos, intelectuales y hasta religiosos, como el caso de los jesuitas, dos de ellos asesinados en la sierra tarahumara, satanizados.
Los malos de la película sexenal.
Por demás está agregar que todos los ex presidentes de la república son pillos, ladrones y corruptos.
AMLO, el ángel de la pureza.