Biblia del dolor
EMBARCADERO: El libro “Diarios de un revolucionario” de Víctor Serge, contemporáneo y amigo de Lenin y León Trotsky, es la Biblia del dolor y el sufrimiento... En las 696 páginas desfila como en un carrusel de caballitos en feria pueblerina, la más espantosa cacería humana en tiempo de José Stalin como el dictador ruso, en el mismo nivel que la cacería de Adolf Hitler en Alemania y los países conquistados, Benito Mussolini en Italia y Francisco Franco en España...Y ni se diga la cacería de los militares presidentes de la república en varias naciones de América Latina
Luis Velázquez
ROMPEOLAS: Hay momentos cuando de plano ha de dejarse la lectura del libro porque las neuronas y el corazón humano son insuficientes para aguantar tanta adversidad perversa… El simple hecho de pensar diferente a Stalin y su camarilla era razón de peso y con peso para que la policía secreta, conocida como “La Cheka”, llegara a la casa, y en la noche, del sospechoso, y golpearan a la familia, esposa e hijos, y se llevaran al padre y a quien nunca, jamás, la familia volvía a ver…
ARRECIFES: Políticos amigos de Lenin y Trotsky vivieron la peor cacería de que se tenga memoria, como el caso de Trotsky y del mismo Víctor Serge… Y también los académicos, los profesores, los intelectuales, los activistas, los reporteros, los ciudadanos de a pie que expresaban su forma de pensar contraria al Estalinismo en automático suscribían la firma para ser cazados… Víctor Serge, por ejemplo, necesitó huir de Rusia para salvar la vida… Y anduvo en varios países europeos y siempre a la quinta pregunta para sobrevivir… Asilado, llegó a México… Y aquí vivió un infierno para conseguir, a veces, un trabajo efímero… Y mal pagado… Muchas, muchísimas ocasiones quedó con las ganar de tomar café con los amigos porque no tenía para pagar el suyo…
ESCOLLERAS: Murió en un taxi, dijo el informe oficial, de un paro cardiaco… Pero los amigos siempre aseguraron que la policía Checa de Stalin era la culpable… De igual manera como también fue la autora del asesinato de Trotsky, y quien siempre tuvo cortocircuito con Stalin porque era autoritario y represivo y vengativo y sádico…
PLAZOLETA: Un número incalculable de rusos desaparecidos con sus historias detalladas en “Diarios de un revolucionario” desfilan en las páginas… Mujeres y hombres con una profesión y una especialidad, quienes, incluso, asilados en México, vendían estampitas y acuarelas en la Ciudad de México para llevar el itacate a casa… A veces, impartían clases… También se ofrecían para cuidar niños… Con todo y que en Rusia, la Rusia de Lenin y Trotsky, eran maestros en universidades, escritores con obra publicada, intelectuales respetados, periodistas de renombre…
PALMERAS: Fue aquel un capítulo siniestro en la historia de Rusia, historia de la humanidad… Todo, porque José Stalin llegó al poder lleno de frustraciones y amarguras y de resentimientos y odios con el único objetivo de vengarse de todos… Fue hijo de un padre alcohólico de oficio zapatero… Y de una madre que necesitó ganar la vida como trabajadora doméstica… Asistía a la escuela con ropa viejita y zapatos rotos y los compañeros se pitorreaban… Los padres lo metieron al Seminario para que de plano lo mantuvieran y pronto salió huyendo por tanto bullying… Así, desarrolló una personalidad basada en el resentimiento social… Con todo, se ganó a Lenin porque “se le tiraba al piso”, en tanto León Trotsky lo menospreciaba… Los “Diarios de un revolucionario” es como una película de terror y horror…