Por ejemplo, en la secretaría de Educación descubrieron, ajá, que montón de profesores muertos seguían cobrando la quincena.
En los últimos comicios, también descubrieron que los muertos se levantaron de sus tumbas y votaron por los candidatos de su preferencia electoral.
Ahora, el Instituto de Pensiones del Estado descubrió que un montón de muertos se estaban levantando a cobrar su pensión cada mes.
Cerca de mil derechohabientes jubilados ya fallecidos seguían levantándose de sus tumbas para cobrar su pensioncita.
El realismo mágico de cara al Golfo de México.
Claro, y por lo pronto, en ningún momento la SEV ni el IPE ha seguido la pista a los muertos resucitados y quienes, bueno, se habrían adelantado al Día de la Resurrección de los Muertos de acuerdo con el relato bíblico.