Se llama, por cierto, Zoe Gamboa y es funcionaria del Poder Judicial Federal y abogada y empresaria, y jarocha de nacimiento y vivió la infancia en Piedras Negras.
Y se parece mucho a Shariffe.
Éric Patrocinio Cisneros Burgos, secretario General de Gobierno, inmortalizado en Misantla de Othón Hernández y Marigraz, con un mural con su carita sonriente.
Y luego enseguida, llegando a un pueblito de la Cuenca del Papaloapan a un evento público encaramado en una motocicleta BMV como si fuera, digamos, el rey del rock de la negritud.
Zenyazen Escobar García, secretario de Educación, cantando y tocando el piano y contando su historia de vida a niños de escuela primaria.
Además, y antes que el Sumo Pontífice, Francisco Primero, Zenyazen presidiendo actos públicos, primero, en silla de ruedas, luego, con andadera, y después, con bastones, porque la calidad educativa del Estado jarocho en ningún momento puede seguir esperando.
El góber fifí y salsero bailando huapango en la vía pública en un pueblito del norte de Veracruz demostrando, una vez más, que “lo suyo, lo suyo, lo suyo” es el baile, como escribiera el columnista Armando Ortiz.
El entonces diputado local, José Manuel Pozos, ungido ahora como presidente municipal de Tuxpan, imponiendo a uno de sus hijos como subsecretario de Finanzas y Planeación, y quien, luego, y ante las tentaciones de la carne, debió renunciar para enfrentar la denuncia penal por acoso y abuso sexual y que llegara a la violación por una burócrata en la Fiscalía General.
El secretario de Finanzas y Planeación, escondiendo su cochecito millonario en la Ciudad de México porque la 4T, la purificación moral y la honestidad valiente miran mal que circule en Xalapa.
El primo incómodo del góber, Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas y Planeación, formando su asociación política para brincar, digamos, de SEFIPLAN a una curul federal, y en un descuido, tocado ya por el dios terrenal, hasta el Senado de la República.

LA GRAN DAMA DE COMPAÑÍA
La Fiscal General sirviendo de dama de compañía del secretario General de Gobierno, su hacedor, en eventos públicos, en tanto los Colectivos, integrados con padres con hijos y parientes desaparecidos, le recuerdan la tarea pendiente.
Además, la presidenta municipal de Sayula de Alemán, militante de MORENA, denunciando en medio nacional, el cerco tendido por los malosos, sin que ninguna autoridad de Xalapa escuche ni oiga.
Incluso, como si le valiera, simplemente, porque más, mucho más importante es cabildear para aprobar la Ley Nahle en la LXVI Legislatura.
Zenyazen, el titular de la SEV, organizando cenas y bailongos con la prensa en el día de la llamada, hosanna, hosanna, Libertad de Prensa, para que a la mitad del baile y moviendo el bote en una pieza musical, un reportero le grite “Zenyazen, gobernador” y Zenyazen le revire con una llamada bíblica de “Háganmela buena”.
La Fiscal General, felicitada por sus jefes y pa/ni/nos por la captura de su antecesor, Jorge Wínckler Ortiz, en Puerto Escondido, Oaxaca, cuando, caray, quedó claro que el Ejército lo detectó, ubicó y detuvo.
Horas antes, un día, dos días, de aprobarse la Ley Nahle en el Congreso local, el presidente municipal de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, anunciando que allí, en el palacio, está a gusto, feliz, dichoso, realizado, pleno.
Sorpresa, pero virulenta reacción de Sergio Gutiérrez Luna, a punto de terminar como presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Unión, anunciando, luego luego de aprobada la Ley Nahle el informe de su gestión legislativa como diputado federal del Estado del Estado de México en la ciudad de Xalapa, con la compañía de su destapador, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
En tanto, caray, sorpresas que la vida sigue dando, llenando a Veracruz de espectaculares con su foto proclamando que servir, servir a los demás, servir a los pobres y jodidos, es su gran vocación política.
La ex alcaldesa de Córdoba, panista Leticia López, advirtiendo a la población cuando ya se iba que “me van a extrañar”.

EL SUMO PONTÍFICE QUE HABLÓ CON DIOS
Sorpresotas que da la vida: los diputados panistas, Nora Jessica Lagunes (reelegida por la vía pluri), Othón Hernández (el papá de Marigraz, la legisladora princesita) y Hugo González, que votando por la Ley Nahle enfrentan ahora la expulsión anunciada aun cuando de seguro tendrán abiertas las ventanas y puertas de MORENA.
Incluso, y de igual manera que cuando el doctor Roberto Ramos Alor, director del Hospital Civil de Coatzacoalcos con el panista Miguel Ángel Yunes Linares, asistió a un evento de Rocío Nahle y lo despidieron y al mismo tiempo lo inmolaron en la mesa de los sacrificios con buen karma y mejor bilirrubina pues llegó a secretario de Salud y que nunca le alcanzó para el sexenio pues lo bajaron del tren a la mitad del camino.
El góber jarocho diciendo que desde cuando dejara la casa de sus padres y pasara a vivir a la Casa Veracruz, se empobreció más que nunca.
Incluso, asegurando que es la encarnación de la pobreza franciscana de AMLO, el presidente, porque solo tiene un lotecito en Banderilla, donde construirá su casita de interés social, tipo Infonavit, y una camioneta Toyota vieja y una Nissan Frontier.
El penúltimo reality-show de la vida para “mirar la vida y sus encantos” y quedar alucinado:
La presidenta municipal de Sayula de Alemán, la morenista Lorena Sánchez, con Erasmo Vázquez, el empresario cítrico y cacique sureño, y la Comuna y en donde “tirios y troyanos” se acusan y desmienten de que el Ayuntamiento, anexos y conexos, es rehén del crimen organizado.
En el fondo de las aguas turbias, la disputa por el poder político y que hace levitar a las mujeres y hombres encumbrados.
Lo decía Eufemio Zapata, el hermano menor de Emiliano, el Caudillo del Sur, la silla del palacio de gobierno está embrujada y marea y enloquece a todos por igual.
El más indicativo fue Calígula, el César romano, quien afirmaba que “a veces me siento Dios”.
Y, claro, el curita José Alejandro Solalinde, asegurando que AMLO, el presidente, “tiene un parecido con Dios” y Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno en la Ciudad de México “se parece a la Virgencita de Guadalupe”.
El alcalde de San Blas, Nayarit, Layín, decía: “Robé poquito porque poquito había”.
Antonio López de Santa Anna, tres veces gobernador de Veracruz, perdió la pata izquierda en la guerra en Tampico y la sepultó con honores militares.
Una mañana, el Papa despertó en la madrugada con sed porque soñaba con un desierto. Entonces, se levantó a la cocina y en el pasillo se topó con Dios, quien lo esperaba, y se pusieron a platicar como amigos inmejorables.