Vida de un pintor gay al teatro
Manuel Rodríguez Lozano
Manuel Rodríguez Lozano era cadete en el tiempo de Porfirio Díaz Mori. Y en un desfile patrio del mes de septiembre desfiló.
Y una chica llamada Carmen Mondragón (luego conocida como Nahui Ollin) lo miró y dijo a su papá, un militar: “¡Papi, papi, regálamelo!”. Y el padre se lo obsequió.
Y fueron de luna de miel a París. Pero en París, Manuel Rodríguez Lozano salió del clóset, pues le gustaban los hombres.
Procrearon, sin embargo, un hijo, que falleció.
Y se divorciaron.
Años después, otra mujer sucumbió a sus encantos físicos. Fue María Antonieta Rivas Mercado, la gran amante que fue del escritor, filósofo y político José Vasconcelos Calderón.
Tiempo aquel de la estricta moralidad, nunca prosperó la relación amatoria entre Rivas Mercado y Rodríguez Lozano, para entonces un pintor famoso.
El gran amor del pintor fue otro pintor, Abraham Ángel, quien era uno de sus discípulos.
En tanto, con Rivas Mercado logró cultivar una amistad de amigos y en donde nunca, jamás, tocaron sus preferencias sexuales.
Ahora, la vida de Rodríguez Lozano está contada en obra teatral y debutará en la Ciudad de México con el título de “Solo en el desierto”, un monólogo en el Círculo Teatral.
Cada martes, la obra teatral.