PASAMANOS: Esos 22 mil 273 paisanos deportados han engrosado el ejército de desempleados y que se empalman con los más de treinta mil empleos perdidos en Veracruz en el tiempo del COVID, la recesión y la inflación.
Además, del desempleo tradicional que de por sí se arrastra, entre otros, de miles y miles de jóvenes egresados de universidades públicas y privadas.
Los más de veinte mil repatriados habrán creado una sicosis en los paisanos que continúan en el otro lado.
El temor de que también lo sean. Más, cuando en EU hay 850 (ochocientos cincuenta) mil veracruzanos según dice el gobierno del Estado, un millón según académicos de la Universidad Veracruzana.
En todo caso, el diez por ciento de la población del Estado jarocho pepenando dólares para continuar sosteniendo la economía estatal y que como dicen los expertos, han rebasado con sus remesas los ingresos derivados de los tres cultivos básicos como son la caña de azúcar, el café y los cítricos.

CORREDORES: Por alguna razón, el funcionario omitió en su declaratoria las razones para que tanto paisano haya sido deportado, entre ellos, mil menores, la mayoría porque llegaron solos buscando, quizá, a sus padres.
Pero “a ojo de buen cubero” y como anda el movimiento económico de capa caída y en caída libre, sus vidas se harán más difíciles.
Ta’canijo que de pronto ganaban en dólares y ahora desempleados, acaso, poniendo un changarrito en la vía pública con la venta de picadas, gordas, tacos, tostadas y garnachas.

BALCONES: La migración de paisanos a EU es un fenómeno social imparable y descarrillado, pues “muchas cornadas está dando el hambre”.
Con todo y que Veracruz es una entidad federativa pródiga en recursos naturales…, pero habitada por gente en la miseria, el último grado de la dignidad humana, la pobreza, los salarios de hambre, el desempleo, la migración y la jodidez.
Bastaría otro dato oficial: cada mes, unos quince paisanos mueren en EU. Y la mayoría fallece por muerte natural.
Paisanos repatriados. Paisanos fallecidos en EU. Paisanos migrantes indocumentados atemorizados de que la policía migratoria les caiga y deporte. Paisanos fallecidos en el tráiler de la muerte en San Antonio, Texas.
Con todo, vaya paradoja, siguen echándose el morral con los tiliches al hombro y partiendo a la aventura, pues ni modo que desempleados se crucen de brazos y esperen la muerte, y/o en todo caso, un milagro superior.

PASILLOS: Los migrantes de Veracruz, igual que el resto de sus colegas en el país y América Central, se van solos, sin el apoyo oficial y que tampoco necesitan, sufragando ellos el pago del “pollero”, expuestos a la aventura de cruzar el desierto y el río Bravo y enfrentar a la migra del otro lado y a los rangers, los famosos cazadores de ilegales rifle al hombro.
En muchas películas historias truculentas de migrantes muertos en el desierto, abandonados, caídos por la falta de agua y alimentos, y perdidos, como Ignacio López Tarso en una de sus películas memorables.