El rostro generoso y solidario.
Y aun cuando, y como es natural, habrá quienes evidencien estas letras y palabras, allí queda como testimonio.

PASAMANOS: Uno, y en orden alfabético, Raúl Arias Lovillo, rector de la Universidad Veracruzana, UV.
Dos, Fidel Herrera Beltrán, cuatro veces diputado federal, senador de la república y gobernador.
Y tres, José Yunes Zorrilla, diputado local y federal por segunda ocasión, senador de la república, presidente del CDE del PRI.
Nunca el poder los engrandeció ni menos los hizo levitar. Tampoco se creyeron el último vaso con agua en el desierto.
Pescadores de hombres y mujeres, también supieron y saben multiplicar “los peces y los panes”.
Sin duda, la autoridad moral que se les reconoce.

CORREDORES: Raúl Arias, por ejemplo, como rector de la UV imprimió libros clásicos bajo la asesoría de su amigo, el escritor Sergio Pitol.
Y los imprimió soñando, digamos, con una República Estudiantil de Lectores, pues los obsequiaban en paquete a los alumnos de nuevo ingreso.
Una tarea que recordó siempre a José Vasconcelos Calderón cuando Ministro de Educación con el presidente Álvaro Obregón imprimiera los clásicos y regalara a los estudiantes de escuelas primarias y secundarias y a los campesinos y obreros.
Tiempo cuando los profesores leían los libros a los indígenas y campesinos analfabetas hasta debajo de los árboles frondosos en las tardes tibias de los pueblos y rancherías.

BALCONES: Podrán decirse las cositas que cada quien desee sobre Fidel Herrera. Pero fue un político generoso con los pobres y la gente en la miseria.
Y lo más indicativo y significativo, con bajo perfil, sin titulares ni exposiciones mediáticas.
Siempre, asentado en su inteligencia incandescente. Como por ejemplo, uno de sus ejes centrales. “Hay tiempo de sumar, sumarse y sumirse”. Por ejemplo, el consejo de su señora madre cuando salió de Nopaltepec. “Nunca te pelees con una mujer porque es pelearse con doscientos hombres al mismo tiempo”.

PASILLOS: La mesura y la cordura, la serenidad y la frialdad guardando la distancia que caracteriza a José Yunes Zorrilla, diputado federal por segunda ocasión.
Honesto “a prueba de bomba”, igual que Raúl Arias, por ejemplo, igual que Fidel Herrera, por ejemplo, tendiendo puentes para solucionar pendientes de la población electoral, incluso, de sus compañeros de lucha y amigos.
Y siempre, con bajo perfil, que ninguna necesidad existe de gritonear en el palenque público para estar, ser y trascender.
Nunca el trío se traicionó a sí mismo. La vida con ellos era (es) sí o no, y sin medias tintas ni barajas escondidas en la manga de la guayabera.

VENTANAS: Tuvieron todo el poder político del mundo. Pero nunca un atropello a la dignidad humana. Por delante, el respeto a la dignidad del prójimo y del próximo.
Y apoyando a los suyos, pues hacia el final del día y de la noche, los frentes políticos que humanos también son suelen integrarse con los amigos, pues ni modo sea con los enemigos.
Cada quien con aciertos y errores, atributos y deficiencias y como es la naturaleza humana, ejercieron el poder y nunca fueron acusados de excesos y abusos, aun cuando, claro, siempre existen invitados de piedra.