La notica ya fue que la LXVI Legislatura aprobó fast track la Ley Nahle para ungir candidata de MORENA a gobernadora de Veracruz a la zacatecana Rocío Norma Nahle García, secretaria de Energía.
La noticia también ya fue que tres diputados panistas votaron por la Ley Nahle.
La mitad de Veracruz y la otra mitad ya sabe que los legisladores del PAN, Nora Jéssica Lagunes, Othón Hernández y Hugo González, estremecieron las entrañas de Acción Nacional con su reconversión ideológica.
Pero..., entonces, la cuestión es: ¿Por qué Nora Jéssica, Othón Hernández y Hugo González aprobaron la Ley Nahle?
¿Fueron motivados por sus principios políticos y sociales de que Nahle, militante de izquierda y en MORENA, enaltecerá la calidad de vida de los seis millones de habitantes de Veracruz en la miseria, la pobreza, los salarios de hambre, el desempleo, la migración y la jodidez?
¿El trío de diputados panistas se convenció de que Rocío Nahle es la Cuarta Transformación de Veracruz para dignificar la vida pública en un Veracruz pródigo en recursos naturales y habitado por gente jodida?
¿Está plenamente convencido el trío de legisladores panistas de la honestidad, honestidad “a prueba de bomba” de Rocío Nahle y que nunca, jamás, han encontrado ni descubierto en el PAN?
¿Habrían existido otras razones de peso y con peso, como por ejemplo, y citado como premisa universal, “untadita de mano?
¿Acaso la promesa de que si Nahle llega al paraíso gubernamental de Veracruz ellos, el trío de diputados kakfianos estarán a su lado?
¿Les habrán ofrecido a cambio, digamos, y solo digamos, “dinerito constante y sonante”?
¿Será cierto que “con dinero... baila el perro”?
¿Algún cargo público ahora cuando terminen como diputados local?
Esa es la noticia diría el viejito del barrio.
Indignos serían el CDE y el CEN del PAN si los dejaran seguir militando en Acción Nacional.