Carlos Salinas apostó a Luis Donaldo Colosio Murrieta y salió Ernesto Zedillo.
José López Portillo apostó a Jorge Díaz Serrano y salió Miguel de la Madrid.
Y es que el góber machetero ninguna posibilidad parece ver al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Menos, mucho menos, al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.

LUNES
Los huevos en una sola canasta

La moneda está en el aire presidencial. Pero resulta insólito (explicable a partir de su inexperiencia e insensibilidad) que el góber apueste todo a Sheinbaum.
Incluso, para entonces, AMLO, el presidente, su protector, estará ocupado en otros menesteres para, digamos, recomendar al góber jarocho con el ganador, sea quien sea.
Peor, mucho peor, será, primero, si Ebrard gana la apuesta guinda y marrón y gana en las urnas, porque entonces, Ebrard amigo del senador Ricardo Monreal Avila, el góber jarocho tendrá el mundo como ruta crítica para salir huyendo.
Y segundo, peor, mucho peor, si en Veracruz ganara la elección de gobernador, primero, un Morenista opositor al góber, y segundo, un opositor de otros partidos.
Entonces, mala, pésima decisión del góber estarse jugando su destino así.
Claro, si Sheinbaum sale premiada y gana en las urnas, entonces, alguna secretaría de Estado podría esperar al góber.
Mínimo y, en todo caso, una Senaduría.
O quizá Embajador en Alemania, donde, asegura, cursó posgrado y se tituló con una tesis sobre la creación de misiles bélicos.

MARTES
Destripadero social

Por eso mismo, jugando su destino político, destino incierto por ahora, iría de gane si se esmerara, ocupara y preocupara, en gobernar bien.
Lo mejor.
Feminicidos, secuestros y extorsiones en Veracruz, en el ranking nacional.
Tiradero de cadáveres. Impunidad.
Veracruz, exhibido y a cada rato por el Seguro Social como una entidad federativa incapaz de recuperar los empleos perdidos en los dos años del covid.
La pésima calidad educativa. La pésima calidad de salud pública.
Así, entregaría buenas cuentas en Veracruz cuando vamos en el cuarto año de gobierno.
Y los políticos encumbrados del altiplano lo considerarían y mirarían como un político prestigiado que sumaría votos y simpatías y empatías al nuevo gobierno federal.
Y es que tantos halagos del presidente de la república son insuficientes, nada, cuando, y por ejemplo, el destripadero social cabalga de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.
Bastaría resumir un solo hecho y circunstancia. Cientos de niños huérfanos. Cientos de parejas viudas.
A mitad de semana, por ejemplo, durante doce horas el Colectivo “Justicia y Libertad” esperó el acceso en las fosas clandestinas de El Arbolillo, en Alvarado, y la Fiscalía General les prohibió el paso.
Ese mismo día, martes 21, en Nogales, los familiares y amigos de dos desaparecidos, Paola Itatí Hernández y José Francisco Olguín, bloquearon la carretera federal exigiendo a los suyos.
Demasiado, excesivo, mucho dolor y sufrimiento… y que tarde o temprano, ley de la vida, se volverán en contra del góber como un bumerang, pues, reza la Biblia, “los carniceros de hoy serán las reses del mañana”.
Además, reza un dicho japonés, “la buena fortuna es breve y la soledad es larga”.

MIÉRCOLES
El abismo, a la orilla de la cima

En la rebatinga por el poder se llega a la cima. Pero a la orilla de la cima está el vacío, el abismo, el fondo del precipicio.
Y las puñaladas entre las mismas tribus políticas son de antología.
Más, cuando se establece la verdad universal de que en la vida, como en la política, “los únicos que traicionan son los amigos, porque los enemigos enemigos son”.
Además, con el riesgo, paradojas de la vida, de que los enemigos se conviertan en amigos entrañables, el otro yo, el espejo.
Entonces, ante tantos escollos, un político ha de procurar sumar y sumar y sumar siempre.
Y más, evitar comprar pleito… a lo tonto.
Y más, cuando nunca se sabe por dónde llegan los vientos huracanados y los astros poniéndose en contra.

JUEVES
El horizonte se revierte

El góber morunero de la colonia Mácuiltepec de Xalapa, y a mucha honra, ajá, es un hombre con suerte.
En la primera oportunidad ascendió a diputado federal y que en la mayoría de los políticos significa mucho tiempo y en ocasiones ni así.
Y en la primera de cambios luego luego gobernador.
Pero raro, extraño y curioso, casi casi para estudio patológico, que luego enseguida apostara al mal fario y que jamás, y por ejemplo, era práctica política del senador Manuel Ramos Gurrión, ex diputado local y ex presidente del CDE del PRI en Veracruz, quien nunca se expresaba mal de nadie.
Además, nunca intrigaba, calumniaba, madreaba por arriba de la mesa ni por debajo de las cañerías.
Además, y como escribieron Suetonio y Gregorio Marañón, par de estudios de la sicología política, mal fario que un político se encumbre en el poder para desfogar rencores, odios y venganzas.
Por fortuna, y hasta ahora, nunca el góber fifí ha enfrentado el infierno como Teodoro A. Dehesa con los 300 (trescientos) obreros de Río Blanco asesinado.
Ni como Luis Mier y Terán con los jarochos ejecutados por rebelarse a la reelección porfirista.
Ni como Jorge Cerdán y sucesores con los cuarenta mil ejidatarios asesinados en aquella enconada lucha agraria.
Entonces, va de gane y con mucha suerte para, caray, desperdiciar el tiempo y la inteligencia y el talento en ajustes de cuentas, sin mirar en el horizonte que se le puede revertir.

VIERNES
Directa confrontación

Así como va el góber, camina derecho, derechito, a un encontronazo.
Y un encontronazo de sí mismo y con la vida.
Su base de poder es Veracruz. Pero como está apostando a Sheinbaum, entonces, y dada su naturaleza, y más allá del factor suerte que ha tenido, ya se verá si los astros se acomodan a su favor.
Además, y si así fuera, correría el riesgo de Suetonio en el palacio quien luego de advertir las intrigas porque era el favorito de la Reyna, prefirió renunciar y dedicarse a la vida académica y literaria.
Podrá elevar el tiro y “entrar en confrontación directa con” las tribus guinda y marrón del altiplano.
Y si los derrota y trasciende, entonces, súper.
Pero “el tablero va más allá de la mesa de negociaciones”. Y lo peor, el mundo incierto.