Faltan 29 meses
•Para que la 4T
•Veracruz se vaya
ESCALERAS: Los Colectivos, integrados con padres con hijos desaparecidos...
Y los familiares de tantas mujeres asesinadas, feminicidios, de norte a sur y de este a oeste de Veracruz...
Y la comunidad sexual a quienes les han matado a unos cuarenta compañeros...
Y los activistas a quienes han ejecutado a unos cuatro, cinco, colegas, compañeros de lucha social
Luis Velázquez
Y a las familiares con hijos y pariente desempleados debido a la errática política económica del gobierno de Veracruz…
Y las ONG y los académicos integrados para la lucha social…
Todos han de tener, digamos, un consuelo, el siguiente:
Vamos en el cuarto año del sexenio obradorista en Veracruz y únicamente quedan al góber y anexos y conexos dos años y cinco meses como dueños del poder político y antes de que el gallito bíblico cante tres veces se habrán ido.
Adiós, adiosito.
PASAMANOS: Claro, el gobierno de Veracruz exclamará igualito que cuando al presidente Felipe Calderón Hinojosa le dijeron en el último día, que ni modo, el sexenio ya se había ido.
--Qué horas es? preguntó Felipe Calderón.
--Las once y 35 minutos de la noche.
--Entonces, todavía me quedan 25 minutos como presidente de la república.
Y de acuerdo con las versiones, en los 25 minutos autorizó los permisos para cien juegos de azar.
CORREDORES: Los 29 meses que aún restan al sexenio de la 4T en Veracruz bien podrían reducirse a diecisiete meses…por lo siguiente:
El año 2024 será exclusivamente para ver si MORENA puede ganar la gubernatura de Veracruz y que, bueno, dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, dada la fragilidad opositora bien podría.
Más porque tienen el látigo en la mano.
Pero aun así, la pelea electoral por la silla embrujada del palacio será dura y ruda. Y las tribus guinda y marrón han de luchar porque, además, de por medio estará la elección de los cincuenta diputados locales y los treinta diputados federales, más las senadurías.
BALCONES: Entonces, las elites de MORENA estarán ocupadas al cien por ciento en mantener y conservar el poder político.
Y por lo tanto, los 6 millones de habitantes del Estado jarocho en la miseria, la pobreza, los salarios de hambre, el desempleo y la jodidez sabrán que el sexenio ya se fue, y ni modo, a esperar el siguiente confiando en un milagro para enaltecer la calidad de vida familiar.
PASILLOS: Para entonces, y cuando menos, se esperará la eficacia y eficiencia de las corporaciones policiacas y de la Fiscalía General para garantizar la seguridad en el diario vivir.
Pero al mismo tiempo, y más allá de las becas bimensuales de los programas del Bienestar Social, el sexenio se habrá ido y por añadidura, las esperanzas sociales si es que para la fecha, todavía existieran ciudadanos de a pie creyendo en la palabra y el discurso del señor Cuitláhuac García.
VENTANAS: Pronto la pesadilla se habrá diluido.
A la fecha, ninguna obra pública importante y trascendente en un pueblo, en una región, en un distrito, en la entidad federativa.
Nada tampoco de un logro económico, digamos, alentando la creación de empleos.
Peor tantito: mientras la vida de los 6 millones de paisanos en la miseria y la pobreza terminará estancada, la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra con el tiradero de cadáveres y de impunidad.
Pronto, se irá la Cuitlamanía. Claro, con el riesgo de que piensen y sientan y actúen como Felipe Calderón Hinojosa cuando le faltaban veinticinco minutos para el fin del sexenio…