El Partido Abstencionista
El gran ganador de las elecciones de 6 gobernadores el domingo 5 de junio fue el abstencionismo.
De acuerdo con el maestro en Ciencias Políticas, Carlos Ernesto Ronzón Verónica, apenas, apenitas, sufragó el 52, 53 por ciento de la población electoral del sexteto de entidades federativas.
Y por tanto, los seis mandatarios elegidos están en la ilegitimidad.
Luis Velázquez
Y, bueno, de la votación en las urnas, MORENA quedó con un cuarteto y la oposición con dos.
Pero con una votación dudosa, bajo sospecha de una gran, inalterable, emoción social.
En el fondo, la realidad real, con todo y los tres años y medio de MORENA, es la siguiente:
Uno.
La gente está harta de los partidos tradicionales.
Como decía el poeta Jaime Torres Bodet de otros asuntitos, siempre las mismas caras, los mismos rostros y las mismas pláticas y los mismos chistecitos.
Es decir, en los partidos políticos las mismas tribus de siempre en el poder. Simplemente, alternando el mando entre ellas.
La lección superior fue expresada en las urnas en el año 2018, cuando treinta millones de mexicanos votaron por AMLO para presidente de la república amorosa.
Pero ahora, 2022, baja votación, incluso, para los candidatos de MORENA.
Claro, dirán los Siervos de la Nación, AMLO no iba en las boletas.
Dos.
La oposición mantiene un discurso opositor al obradorismo, cierto, cierto, cierto.
Pero…
La oposición le habla a las elites políticas y empresariales. Incluso, mediáticas.
Y por añadidura, sin llegar a las neuronas y el corazón de la clientela electoral.
Por ejemplo:
Primero. AMLO, el presidente, declinó asistir a la Cumbre de Las Américas, solidario con Venezuela, Cuba y Nicaragua (por cierto, países con gobierno dictatorial), enfrentando de paso al presidente de Estados Unidos, la nación más poderosa del mundo, Joe Biden.
Segundo. El pueblo y “Los Siervos de la Nación” festinando y cacareando que por vez primera en la historia existe un presidente, como AMLO, dando la cara a su homólogo de EU.
Ahora sí, como dijera el escritor Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, AMLO, “metiéndosela doble” a EU.
Y la población, feliz. ¡Pinches gringos!
Tres.
En tanto, la oposición criticando a AMLO porque desafió a EU, sin advertir ni darse cuenta que con ese discurso, Andrés Manuel López Obrador se posiciona más, mucho más, en el corazón social y popular.
Más, porque a AMLO le valen las elites y los Joe Biden.
Primero y después y después está ganarse la voluntad y la simpatía ciudadana.
Empoderarse, dirían los tecnócratas.
OPOSICIÓN Y CIUDADANOS POR SU LADO
Cuatro.
A la población electoral, a los ciudadanos de a pie, únicamente interesa un empleo y un empleo digno para llevar el itacate a casa.
En tanto, las elites partidistas piensan y sueñan y chambean como una obsesión para conquistar el poder público.
El poder público que como en el tiempo priista y panista encumbró a la república amorosa en el primer lugar mundial de corrupción, pillaje y enriquecimiento inexplicable e ilícito.
Cinco.
Las elites partidistas por un lado y la población electoral por otro.
Sexto.
Por eso, el 5 de julio el abstencionismo y que llevara a dos partidos políticos, PRI y PRD, a perder su registro en algunas entidades federativas, como por ejemplo, Durango, Hidalgo, Tamaulipas y Quintana Roo.
Por una sola razón: La ley electoral exige que para mantener el registro un partido político ha de ganar, mínimo, el tres por ciento de la votación total.
Y en el caso, PRI y PRD apenas, apenitas llegaron al 2.5 por ciento de la votación.
Y, bueno, cuando ya empiezas a perder el registro, dice el profe Carlos Ronzón, “haz de poner las barbas a remojar” porque de allí al fondo del abismo solo hay unos pasos.
Séptimo.
Con todo y haber perdido en los años 2000, 2006 y 2018 la presidencia de la república, las tribus priistas siguen discurseando como unos merolicos.
Escuchándose entre ellos mismos.
Y, claro, creyendo que así hablan a los políticos encumbrados en el poder sexenal.
Y en el caso del PRD, “están atrapados y sin salida” en el rencor a AMLO, el presidente, porque les ganó a llegar primero al Palacio Nacional.
“El pueblo da y quita” decía también Porfirio Díaz Mori.
Y en el caso, el PRI y PRD envueltos en su rencor, odio y venganza en contra del obradorismo.
TRAIDORES GOBERNADORES PRIISTAS
Octavo.
Otra razón para el abstencionismo es la siguiente, canija:
En Oaxaca, el gobernador Alejandro Murat, y en Hidalgo, Omar Fayad, entregaron la silla embrujada del palacio estatal a MORENA.
Se hicieron tontos y jugaron a favor de los candidatos de MORENA.
Quizá, sin duda, “veinte y las malas” esperarán que una vez terminado el periodo constitucional, Alejandro Murat y Omar Fayad sean invitados al gabinete ampliado de AMLO (una Embajada, por ejemplo), igual, igualito que los otros tres ex gobernadores priistas con un cargo diplomático.
Entonces, cuando la población electoral advirtió que el jefe priista se entregaba a MORENA, simplemente “mandaron al carajo” (como dice AMLO) a los dos y en nombre del priismo tradicional, prefirieron abstenerse de sufragar.
Fue lo que sucedió en Hidalgo, Tamaulipas, Durango y Quintana Roo.
El abstencionismo, pues, es el gran partido político invisible de la república amorosa y contra el que nadie ha podido en la historia partidista de la nación.