Ella, como presidenta… Y el reportero como segundo de abordo…

ROMPEOLAS: Parece, nunca otra película donde un reportero se convierte en pareja de una Señora Presidenta… Tampoco de una Secretaria de Estado… Tampoco, parece, de una diputada federal o Congresista como Senadora… Y/o de una presidenta municipal… Más grandioso el filme porque en la lucha presidencial, la política y el periodismo chocan… Y en “el choque de trenes”, hacia el final del día y de la noche sale triunfando el punto de vista del periodista… Todo, en defensa de la tierra, el medio ambiente y los recursos naturales… Y, claro, de la población…

ARRECIFES: El reportero es, además, un rockero… Un chico que viste de manera informal y hasta estrafalaria… Y que simplemente, manda a todos “a freír chongos y al carajo”… Y se mantiene firme en creencias y principios… Más, cuando la tribu enquistada en la Casa Blanca tiene empresarios aliados que dictan las reglas y ella sucumbe… Y el reportero se indigna tanto que termina la relación… Luego, y como dice el viejito del barrio, “como en el corazón nadie manda”, las dos partes, la política y el periodista, se buscan y reencuentran… Y es cuando ella, la política, manda al diablo a las elites políticas que la presionan y hasta condicionan para la candidatura…

ESCOLLERAS: La política tiene par de asesores… Una mujer y un hombre que son amantes… Y la mujer bloquea al reportero, porque tiene un favorito para poner de novia a la política, su jefa… Y ella lo sigue descarrilando hasta que la política lo advierte y pone un alto… “Te has pasado de la raya” le dice y advierte… “En mis relaciones personales no te metas”… Y es que cuando el reportero tenía doce años, la política, de 16 años entonces, fue su niñera… Y lo cuidaba en su casa los fines de semana viviendo ambos en el mismo pueblo… Y desde entonces, el reportero (en ciernes) quedó prendada de ella…

PLAZOLETA: Un día, el director del periódico donde labora censura un reportaje del reportero y pelean y renuncia… Se va a otro medio y lo cuestionan advirtiendo, además, de sus leyes impositivas… Y prefiere seguir tocando puertas… Hasta que de pronto, en un festival pictórico, el reportero se topa con la política y se reencuentran… Y platican del pasado cuando ella era niñera y lo cuidaba… “Y desde entonces, le dice el periodista, estoy enamorado de ti”…

PALMERAS: El periodista acepta trabajar a su lado como redactor de discursos… Y cuando ella, muy fufurufa, le rechaza unos contenidos el reportero enfurece, discuten, se gritan y renuncia… Pero luego ella se arrepiente y la buscan y comienzan de nuevo… El periodista imponiéndose a la política a partir de que sigue defendiendo los ideales básicos, siempre, de manera invariable, al lado de los pobres y la gente en la miseria y en la jodidez… Y es cuando ella se “juega el todo por el todo”, rompe con las tribus encaramadas en el poder y con el nuevo discurso ambiental gana en las urnas…