El escritor admirado y respetado por su paisano, el cronopio Julio Cortázar…
El escritor que perdió la vista y siguió escribiendo con más productividad…
El fabulista que se exilió en Suiza… era un misógino. Odiaba a las mujeres. Las rechazaba. Se pitorreaba de ellas. Solía burlarse “de la tontería infinita de las mujeres”.


DOS. Respetaba a una mujer, esposa de un amigo

Y en tanto admiraba a unos escritores, entre ellos, su paisano Adolfo Bioy Casares, el más cercano, a ninguna escritora admiraba ni respetaba.
Tenía una mujer secretaria. María Kodama. Y hacia el final de los años, casó con ella.
En el círculo íntimo únicamente aceptaba a la escritora Silvina Ocampo, quizá, porque era esposa de Bioy Casares.
En contraparte, odiaba a la hermana mayor de Silvina, Victoria Ocampo, la más célebre de las hermanas Ocampo. La directora del periódico Sur. La gran escritora de América Latina y Europa en el siglo pasado.

TRES. “¿De qué reirían esos idiotas?”

Cada noche, Borges solía cenar en la casa de Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares.
Luego de la cena, el par de escritores se apartaba y centraba en la sala y platicaban y se reían como si estuvieran en un show de payasos.
Silvina excluida, siempre formulaba la siguiente pregunta a la persona más cercana:
“¿De qué se reirían esos idiotas?”.
Bioy y Casares fueron una pareja amical entrañable. “Nunca dejaron de visitarse. Ni de leerse. Ni de escribir o editar juntos”.

CUATRO. Compartían amantes

Bioy Casares era muy querendón. Y su vida fue un desfile de mujeres. Amantes que entraban y salían de sus días y noches.
Incluso, noches cuando Silvina se sentaba en una especie de sillón tlacotalpeño en la puerta de su casa a esperarla, consciente de que el escritor estaba oliendo “la leña de otro hogar”.
Bioy fue amante de una prima de Silvina cuando era soltero, y luego, casados, la compartieron.
El grupo reducido de amigos de Silvina estaba seguro de que ella era bisexual.

CINCO. Otros escritores misóginos

En el panteón misógino de la literatura, Borges nunca ha estado ni estuvo solo.
Misóginos, entre tantos otros, Platón, Eurípides, Aristóteles, Sigmund Freud, Alberto Einstein y Federico Nietzsche.
También, Schopenhauer, Jack Kerouac, Vlamidir Nabovok, Jim Harrison y Charles Bukowski.
Todos, hombres cultos, sabios y filósofos.
Todos, entregados al ejercicio de la inteligencia. Las neuronas en su más alto decibel.
Descartada, entonces, la teoría del hombre misógino y machista debido al analfabetismo cultural.

SEIS. Cultivo del ego

Jorge Luis Borges, como sus otros coleguitas, eran escritores. Intelectuales con el más alto decibel neurológico. Filósofos filosos, incluso. Novelistas. Cuentistas. Poetas. Habituados a tratar y vivir en medio de gente pensante.
Por eso, resulta inverosímil su alto grado de misoginia. Más, porque como Borges, a unas mujeres aceptaba como el caso de Silvina Ocampo, y a otras rechazaba,
En contraparte, la hermana de Silvina Ocampo, Victoria Ocampo y Borges se odiaban de manera recíproca. Quizá, digamos, razones intelectuales y/o políticas y/o de tribus literarias. Incluso, cada parte sintiéndose más fregona que la otra.
El cultivo del ego. La vanidad. La soberbia. Por eso Ryzard Kapuscinski aseguraba que la virtud superior del ser humano es la humildad.