Mujeres Desaparecidas
La Comisión Nacional de Búsqueda, CNB, tiene datos espeluznantes. Una de cada cuatro desaparecidos en la república amorosa son mujeres.
En un país donde seis de cada diez habitantes son mujeres.
Y los estados a la vanguardia de las desapariciones de mujeres son Jalisco, Tamaulipas, Edomex, Nuevo León y Veracruz, en quinto lugar.
Luis Velázquez
Dos del Movimiento Ciudadano, uno del PAN, otro del PRI y otro de MORENA.
Jalisco, con 14 mil 938 (novecientos treinta y ocho) mujeres desaparecidas, mientras Veracruz con 5 mil 607 (seiscientos siete).
De un año a otro, hay un aumento notable en la desaparición de niños a partir de los doce años.
También, de adolescentes y mujeres jóvenes y que, vaya paradoja, se agudizó con la pandemia.
En unos casos, feminicidios. Y en otra, violencia sexual, y en otras, reclutamiento para la prostitución y la trata de blancas.
Los números fríos, concretos y específicos manifiestan el peor de los tiempos para la población femenina, como en el caso de Veracruz, donde nunca, con setenta y ocho gobernadores, los feminicidios estuvieron en la cancha pública y brincaron a la esfera nacional.
Si Javier Duarte legó para la historia a un Veracruz “como el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”…
Y si a partir del gobernador Jorge Cerdán, hacia 1930, cuarenta mil agraristas fueron asesinados en aquella enconada lucha agraria contra los latifundistas teniendo como brazo ejecutor al cacique Manuel Parra, con “La mano negra”…
Y si con el gobernador Teodoro A. Dehesa Méndez en su cuarto mandato, trescientos obreros textiles de Río Blanco fueron asesinados por militares expedida la orden por el dictador Porfirio Díaz…
Entonces, la herencia de la 4T en Veracruz y el país es el oleaje de mujeres desaparecidas, fuera de control, descarrilado.
RETRATO DE LA CRUELDAD SOCIAL
Duro el desempleo.
Duros y rudos los salarios de hambre.
Más duro, canijo, avasallante, trabajar sin las prestaciones económicas, médicas y sociales establecidas en la Ley Federal del Trabajo.
Duro que de pronto, te despidan de la chamba jodida.
Más, mucho más duro ser analfabeta.
Con estudios primarios, secundarios y de bachillerato, inconclusos.
Dura la deserción escolar de los niños de primaria.
Igual de dura la deserción universitaria.
Pero el peor tiempo de la dureza, al límite de la crueldad que con saña y barbarie y alevosía, ventaja y premeditación, cuando desaparece una mujer de la familia.
Una hija. Una hermana. La madre. Una tía. Una sobrina. Una prima.
Y que transcurran los días y las noches y las semanas y los meses, etcétera, y por ningún lado aparezcan.
Por y más y más que sean buscadas.
Nada tan ríspido como vivir en la incertidumbre y la zozobra.
Por un lado, la zozobra de la mujer secuestrada.
Y por el otro, los familiares tratando de localizarla, temerosos, incluso, según los días transcurridos, de un asesinato, un ultraje, una fosa clandestina.
Terrible, espantoso, dañino, imperdonable, que las tribus políticas en el poder sexenal juren y vuelvan a jurar que pronto, pronto, pronto, harán justicia.
Y que ya tienen, digamos, unas pistas, unos rastros, unas huellas.
Y que están a punto de detener a los secuestradores.
Y que en realidad se trate de una venta barata y ramplona de esperanzas y palabras y letras sin sentido.
Es el país de la 4T que están viviendo y padeciendo las mujeres de norte a sur y de este a oeste de esta cosita llamada la república amorosa, ¡vaya burla, vaya desdén, vaya menosprecio!
Más, como el góber jarocho de la 4T diciendo que aquí, en Veracruz, “las mujeres pueden soñar”, y que en todo caso constituye el significado de lo que Javier Duarte sostenía que “Aquí, no pasa nada”.
¡Vaya farsantitos!
Además, cínicos.
Los llamados Siervos de la Nación…
UN PAÍS CON MUJERES ENCABRITADAS
El machismo tóxico, los malosos, los carteles, etcétera, están desapareciendo y asesinando a mujeres en la república amorosa y la 4T y los dieciocho gobernadores de MORENA y los catorce restantes del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, causan la impresión de estar arrodillados ante la realidad avasallante.
Los secuestros y desapariciones de las mujeres continúan y también los feminicidios.
Y por más y más que las calles y ciudades de las capitales y pueblos urbanos se llenan de mujeres indignadas, encorajinadas, encabritas con el país que les están ofreciendo, a las cúpulas del poder les valen.
El principio de Peter los ha estrangulado. No pueden. Son ineficientes e ineficaces. Los malandros, desde los machos hasta los sicarios, los tienen rebasados.
Incluso, podrá la 4T obsequiar los programas sociales con bequitas bimensuales de unos tres mil a las madres de familia, las madres solteras, las madres viudas, a los hijos ninis, los hijos cursando educación superior, pero ante la desaparición y asesinato de mujeres, constituye una ofensa, una humillación, un vejamen, una cachetada a la dignidad humana, la dignidad de la población femenina.
Ningún sentido tiene alardear del llamado Bienestar Social cuando las mujeres son plagiadas en sus propias casas y desaparecidas.
Y asesinadas en muchos casos.
Y en medio de la peor historia de impunidad en la república amorosa.
Además, niñas, adolescentes y chicas jóvenes.
Botones rojos en cinco estados, como son Jalisco, Tamaulipas, el Estado de México, Nuevo León y Veracruz.
Pero el resto de la nación está igual.
De los 99 mil 283 (doscientos ochenta y tres) personas desaparecidas, el 24.81 por ciento son mujeres.
Es decir, 24 mil 632 (seiscientos treinta y dos) son mujeres. Y son palabras mayores. El mundo en contra de ella, como en la Edad de Piedra y la Edad de los vikingos y los dinosaurios. El México de la 4T.