Una. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la favorita de AMLO, el presidente, viajó a Quintana Roo para acompañar en un mitin a la candidata de MORENA a la gubernatura, Mara Lezama.
Los asistentes, sobre todo mujeres, la recibieron con grito patriótico y encendido, intenso y volcánico:
“¡Presidenta, Presidenta!”.
Fue el domingo 24 de abril de este año.
Pero el 29 de abril, en la Ciudad de México, Sheinbaum habló con los reporteros de la fuente.
Dijo lo siguiente:
Uno. “Estoy dedicada a gobernar la Ciudad de México”.
Ajá.
Dos. Sobre la sucesión presidencial, dijo “tiempo al tiempo”.
Ajá.
Y tres. Aseguró que el mejor método para elegir al candidato presidencial de MORENA es la encuesta, lo mismo, lo mismito que AMLO ha venido sosteniendo.
Ajá.
En Islas Mujeres, Quintana Roo, donde cinco días Sheinbaum estuviera de girita preelectoral, AMLO, el presidente, declaró lo siguiente.
Uno. “Ya no hay tapados ni tapadas” sobre la sucesión, cuando, caray, el presidente Luis Echeverría Álvarez destapara a siete secretarios de Estado para elegir al candidato presidencial del PRI.
Además, antes, mucho antes que AMLO, en Veracruz, el gobernador Miguel Alemán Velasco también destapó a once aspirantes y suspirantes priistas para la sucesión.
Y antes de AMLO, Javier Duarte también destapó a siete aspirantes priistas a la sucesión en Veracruz.

SHEINBAUM, “HONESTA Y DE PRIMERA”
Dos. AMLO, el presidente, dijo que “todos tienen derecho a participar y la mejor manera de elegir al candidato de MORENA es a través de la encuesta” y que Sheinbaum repite a cada rato como cotorrita.
Y, sin embargo, AMLO reveló su listita de favoritos a la sucesión, pero excluyó al senador Ricardo Monreal Ávila.
Tres. El presidente habló de sus elegidos por encima de todos. Sheinbaum y Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores.
Pero mientras ninguna gotita de incienso tuvo para Ebrard, de Sheinbaum repitió que “es honesta y de primera”.
De hecho y derecho, como dando línea a las tribus de los Siervos de la Nación.

DISCIPLINAR A EBRARD Y MONREAL
Tres viñetas, pues, sobre el mismo hecho. Todo indica, entonces, que ya nadie tumbaría a Sheinbaum de la candidatura presidencial.
Se abrirían, entonces, cinco preguntitas inevitables.
La primera, de ser así, ¿Marcelo Ebrard se disciplinará ante Sheinbaum sin aspavientos y sin volar a otro partido o partidos para ver si lo registran como candidato?
La segunda. ¿también se disciplinará, así nomás, Ricardo Monreal a Sheinbaum, mejor dicho, a AMLO, luego de tanta insistencia de que es su momento estelar para llegar a la presidencia de la república?
La tercera: entonces, ¿qué pasará con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, a quien los más de doscientos cincuenta diputados federales de MORENA aclamaron como el candidato presidencial?
La cuarta, ¿qué estrategia política tendrá AMLO para, digamos, disciplinar a Ebrard y Monreal?
Y la quinta, ¿qué pasará si en el año 2024, la encuesta favorece a Marcelo Ebrard y/o a Ricardo Monreal y/o a Adán Augusto López Hernández?

NO HAY TAPADOS EN MORENA, PERO HAY DEDAZO
En cambio, Monreal y Ebrard han dicho que todavía falta mucho tiempo.
Cierto. Pero al mismo tiempo, vaya paradoja indicativa y significativa, Sheinbaum sigue en el activismo político preelectoral.
Además, desempeñando y usufructuando el cargo de jefa de Gobierno en la Ciudad de México.
Y de ñapa, aprovechando el aparato gubernamental, partidista y mediático.
Por ejemplo, su viaje a Quintana Roo, donde tuviera actitud triunfalista, acompañada de tres mujeres de aquella entidad federativa, las tres de MORENA, todas con los brazos en alto, pronunciando el nombre de Sheinbaum presidenta, Sheinbaum presidenta, ante un auditorio radiante y pletórico.
AMLO habrá de ser muy hábil para dejar a los otros como el príncipe ruso, “jodidos pero contentos”, pues de lo contrario, en MORENA “arderá Troya” con el inevitable “choque de trenes”.
AMLO alardea de que en MORENA “ya no hay tapados”. Pero todo indica hay Dedazo.