Nada de que se fueron a dormir con una amiga.
Simplemente, desaparecidas.
De hecho y derecho, el mes de abril de este año, un parteaguas en la 4T hecha gobierno en "la noche tibia y callada de Veracruz".
Bezabel del Carmen, desaparecida en Tlapacoyan.
Vianey Ascención, de 12 años, en el puerto jarocho.
Brenda Guadalupe, en Coatzacoalcos.
Rosa María, en Cosamaloapan.
Esperanza Antonio, Tantoyuca.
Míriam Fernanda, Veracruz.
Érika Yanet, 15 años, Xalapa.
Laudy Yanet, 29 años, Perote.
Irasema de la Cruz, Perote.
Ángela Beatriz, 26 años, en Coyutla.
Erin Sienna Corbet, de15 años, en Poza Rica.
Paty García, 15 años, Veracruz.
Cecilia Gómez, 23 años, Ixtaczoquitlán.
Jazmín Sánchez, 21 años, Córdoba.
Cruz Mariely, 16 años, Misantla.
Lady Esmeralda, 14 años, Coatzacoalcos.
Jeshua González, 17 años, Martínez de la Torre.
Shaloom Linet, 12 años, Xalapa.
Itzel Nicthee, 15 años, Misantla.
Karla Marisol, 20 años, Cosamaloapan.
Ángela Beatriz, 26 años, Coyutla.
¡Ah!, una mujer más desaparecida, el 7 de abril, en Xalapa, Yoselin Hernández, de 24 años, fue localizada.
¡Hosanna, hosanna!
Más de una cada día del mes de abril.
El reporte es de la Comisión estatal de Búsqueda.
Los hechos, como son.
Sin maquillaje.
Serán los malandros.
Los sicarios.
Los carteles.
La delincuencia común.
Los machitos.
Los policías.
Los pandilleros.
Incluso, los novios, si se quiere...
Pero el hecho concreto y específico, lacónico y macizo, es uno solo.
21 (veintiuna) mujeres desaparecidas en un mes.
La menor, de doce años.
La mayor, de 29 años.
Si Javier Duarte, el ex góber preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, convirtió a Veracruz "en el peor rincón del mundo para el gremio reporteril"...
El señor Cuitláhuac G. J. el góber precioso de la 4T, tiene a Veracruz en el peor infierno para la población femenina.
En un Veracruz donde seis de cada diez habitantes son mujeres.
Mujeres asesinadas.
Mujeres secuestradas.
Mujer desaparecidas.
Casi burlándose, insensible, Cuitláhuac dijo en el tercer informe de gobierno efectuado en Tlacotalpan que aquí, en la tierra jarocha, "las mujeres pueden soñar".
Claro, claro, claro, están soñando... pero con pesadillas.

VERACRUZ, TEÑIDO DE SANGRE FEMENINA

Hay protestas. Marchas. Plantones. Mítines. Foros académicos... por los feminicidios, secuestros y desapariciones de mujeres.
Y todo indica, pareciera, por un lado entra al oído de los políticos la irascibilidad social en contra de los funcionarios públicos.
Por el otro oído, les sale.
Se va, sin dejar huella.
Y por equis o mangas, las desapariciones (y los feminicidios) continúan como río descarrilado, fuera de cauce, en tiempo de lluvias torrenciales.
Veintiuna mujeres desaparecidas en diecisiete días del mes de abril significan una barbaridad.
Sea como sea.
Más allá del discurso triunfalista de que el gobierno de Veracruz garantiza la seguridad en la vida y los bienes de los ciudadanos según establece el llamado Estado de Derecho.
En cada mujer desaparecida el testimonio de la política errática.
Pareciera que en el palacio de gobierno de Xalapa "ya hicieron concha" con la desaparición de mujeres.
De manera concreta y específica, la autoridad está en el Principio de Peter.
No pueden.
Están rebasados.
Los zapatos y zapatillas les quedaron demasiado grandes para el cargo público.
Veracruz, oliendo a pólvora y sangre femenina.
El peor sexenio en la historia política estatal para las mujeres.