Y por eso mismo, los dos, falderos.
Los dos, con estatura napoleónica. Los dos, morenos, morenitos. Uno, Lagos, delgado. El otro, Cisneros, gordito. Casi casi, la nueva versión, digamos, política, de El Quijote y Sancho.
Los dos, operadores de los gobernadores. Los dos, “en los cuernos de la luna”. Los dos, se hicieron más famosos por las mujeres al lado.

LUNES
Cada uno su sexenio

Cisneros: en la revocación del mandato del diez de abril, alardeando que el distrito a su cargo, Cosamaloapan, aportó más votos a AMLO, el presidente.
Así, habría amarrado la candidatura a diputado local para el año 2024 y convertirse en titular de la Junta de Coordinación Política, JUCOPO, del Palacio Legislativo.
Lagos: candidato a diputado federal alardeó de lograr la votación en las urnas más alta del país, soñando con la nominación priista a gobernador y que Héctor Yunes Landa le ganara.
Lagos y Cisneros, con un círculo femenino en la SEGOB jarocha. Y entre funcionarias estatales y diputadas locales.
Incluso, y en ambos casos, cabildeando con el góber para designar a una que otra “chavala” en un cargo público.
Los dos, despertando al góber cada mañana posible. Y al mismo tiempo, los últimos en platicar con el góber cada noche.
Los dos, cuenqueños festivos, vistiendo a la usanza jarocha. Guayabera, paliacate y sombrero.
Incluso, los dos han hecho de la usanza jarocha estilo personal de estar, ser y trascender.

MARTES
Feudos de Poder

Los dos, unidos por la misma sílaba (coa) en su hábitat.
Érick Lagos, quien vivía en Coa/pexpan, en Xalapa.
Cisneros, viviendo en Coa/tepec.
A la casa de Érick Lagos, los duartistas le apodaban “El sapo”, porque poco a poco la fue extendiendo a los lados comprando casas.
Además, la entrada como un zaguán y en el interior, agrandada, gigantesca.
La casa de Éric Cisneros, llena de dibujos, alegorías, imágenes de la cultura totonaca
El despegue de Lagos, la tienda de abarrotes de su señora madre.
El despegue de Cisneros, migrar a Baja California para sobrevivir.
Lagos, famoso porque solía acercar mujeres a Duarte. También, aseguraban “Los niños de la fidelidad”, a Fidel Herrera.
Y sus contactos eran tres: uno, el dueño de “El gato negro”. Dos, la tía Justa. Y tres, una jarocha con casa de citas VIP.
Los dos, titulares de la SEGOB, poderosos, ejerciendo el poder.
Lagos, operando con el secretario de Educación, Adolfo Mota, de quien se afirma “se le tiraba al piso”.
Y también, operando con el Fiscal General, Luis Ángel Bravo Contreras.
Otro tiempo operando con el secretario de Infraestructura y Obra Pública, Francisco Valencia, “El gordo” Valencia, perredista.
Cisneros, operando con la Fiscal General, la directora del DIF, el director de TV Más y una parte de los diputados locales y una parte del CDE de MORENA.
Incluso, con un exalcalde panista, de Cosamaloapan, quien lo destapó como candidato a gobernador en el año 2024.

MIÉRCOLES
Los vicegobernadores

Tiempo hubo cuando a Lagos le llamaban “El vicegobernador”.
Igual, igualito, que a Cisneros.
Claro, la ley lo establece. Y la fama pública lo reitera. También son conocidos como “El segundo del palacio”.
Por eso, los dos, con su Cartel Mediático. Reporteros y columnistas a sueldo para la defensa a ultranza.
Pero también, para apretar el botón nuclear de la tecla en contra de los enemigos y adversarios. Incluso, del mismo gabinete.
Por ejemplo, Érick Lagos contra Jorge Carvallo, secretario de Desarrollo Social, cuando le enviaba marchas frente a su oficina.
Por ejemplo, Éric Cisneros y Zenyazen Escobar, secretario de Educación, en un fuego cruzado a través de la línea ágata.
El mismo modus operandi como cuando en la Cuenca del Papaloapan entonan la canción de “la gente en el pueblo/ rumora/ que alguien está estrenando amante”.

JUEVES
Guardias pretorianos

Los llamados “Niños de la fidelidad” eran, entre otros, Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota, Alberto Silva y Gabriel Deantes.
También quizá, Antonio Tarek Abdalá, y que, bueno, significara una ampliación de “Los Niños Fieles” en el sexenio de Javier Duarte.
Los “Niños de Cuitláhuac” son, entre otros, Éric Cisneros, Zenyazen Escobar, Juan Javier Gómez Cazarín, Enrique Ramírez Zepeta, Iván Luna y Dorheny García Cayetano.
Cada tribu, agarrando una parcela de poder y compitiendo en feroz riña entre ellos para ganar las neuronas, el corazón, el hígado y hasta el sexo del góber en turno.
Con Lagos, momentos estelares con Duarte, al lado de Carvallo, Mota y Silva, sus cuatro guardias pretorianos.
Con Cisneros, al lado de Zenyazen y Gómez Cazarín, en feroz duelo para congraciarse con el góber de la 4T, soñando Cisneros y Zenyazen con la nominación de MORENA, y AMLO, a gobernador.
Más, porque para Cisneros y Zenyazen, Cuitláhuac es el único puente para, digamos, llegar a AMLO, el político más poderoso de la república amorosa que da y quita.

VIERNES
“Lo bailado nadie se los quita”

Los dos, Lagos y Cisneros, se creyeron sucesores de su góber fifí.
Lagos, soñó. De entrada, Javier Duarte lo encartó en su listita de posibles, parece unos 8, 9, diez.
Incluido, Héctor Yunes Landa, quien cabildeara Veracruz, pero también, el altiplano.
Y quedara con la nominación, pero fue derrotado por su primo hermano, Miguel Ángel Yunes Linares.
Ahora, Cisneros, solito, se encartó en la lucha sucesoria.
Por ahora, la mitad de los morenistas y la otra mitad, quizá, siente, cree, vislumbra que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, está amarrada, aun cuando, indicativo y significativo, ningún diputado local ha intentado reformar la Constitución de Veracruz para posibilitar su encarte.
En tanto, a Cisneros, y a Nahle, ya se les apareció un caballo negro. Es el diputado federal, Sergio Gutiérrez Luna.
Y como dice el profe Carlos Ronzón, si Gutiérrez se mueve es porque tiene el visto bueno de AMLO, el presidente.
En todo caso, Cisneros juega en tres canchas. Le tira a la luna, consciente de que nunca llegará, pero al mismo tiempo, podría quedarse con la curul local y volverse líder del Congreso.
Y/o a la diputación federal.
Y/o a la senaduría, la única curul que faltó a Érick Lagos, pues fue diputado local y federal y líder del CDE del PRI y secretario General de Gobierno, y únicamente le faltó jugar bien para ocupar la silla embrujada del palacio imperial y faraónico de Xalapa.
Vidas empalmadas. Vidas intensas y volcánicas. “Lo bailado… nadie se los quita”.