Es decir, confundieron a Cuitláhuac con los ocho millones y 150 mil habitantes de Veracruz, incluidos los 6 millones en la miseria, la pobreza y la jodidez.

PASAMANOS: De hecho, repitieron la cultura priista en su tiempo de esplendor cuando el presidente de la república era el país, México, y México, el presidente de la república amorosa.
Casi casi, como decir, contigo… “hasta la ignominia”.
Y más, si estás declarado el político más honesto y leal, lealtad ciega, del Golfo de México.
Un grado de transfiguración biológica superior.

CORREDORES: Desde luego, constituye una locura. Ni el presidente de la república es México ni lo encarna ni tampoco el gobernador es Veracruz ni menos, mucho menos, Veracruz es Cuitláhuac.
El grado de servilismo en su más alto decibel.
Además, con las neuronas transformadas para mirar visiones a la luz del día.
El antecedente histórico dataría, por ejemplo, quizá, cuando Porfirio Díaz Mori se reeligió 33 (treinta y tres) años seguiditos.
Incluso, cuando Benito Juárez se reeligió durante quince años y para su fortuna se la atravesó una angina de pecho que lo llevó a la tumba viviendo en Palacio Nacional y pudo salvarse de caer en la misma tentación imperial y faraónica en que muchos años después caería su paisano, Don Porfis.

BALCONES: Ninguna duda existe de que los ex diputados federales desearon quedar bien con AMLO, el presidente, y el señor García Jiménez.
Además, rafagueando al senador Ricardo Monreal, a quien AMLO excluyó de su listita presidencial, sin que por ahora pareciera existir la posibilidad de una reconciliación entre ellos luego de que jugara las contras a Rosario Padierna, la esposa de René Bejarano, como candidata a la alcaldía de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
Pero con toda la frialdad del mundo se pasaron de tueste…

PASILLOS: En la historia local, por ejemplo, han existido muchos gobernadores que se han sentido Veracruz mismo.
Por ejemplo, los más conspicuos, Antonio López de Santa Anna, Teodoro A. Dehesa (19 años en el poder estatal), Luis Mier y Terán (“¡Mátalos en caliente!”), Jorge Cerdán (miles de agraristas asesinados) y Miguel Alemán Valdés (de gobernador a secretario de Gobernación y a presidente de la república).
Pero de ahí a declarar que el señor Cuitláhuac es Veracruz, caray, parece ofensa y humillación a todos y cada uno de los habitantes del Estado jarocho.
Más, cuando se trata de un jefe del Poder Ejecutivo del que la mayoría se pitorrea y en ningún momento respeta.

VENTANAS: El objetivo de los ex diputados federales está claro, pues sin duda buscan congraciarse con AMLO, el presidente.
Y en el caso de Cuitláhuac, quizá consideren tantos elogios del presidente al góber jarocho desde cuando lo vitoreara en “La mañanera” hasta cuando lo declaró el más impoluto del Golfo de México.
Pero cuando las tribus políticas alcanzan tal dimensión política y humana, toda esperanza social se ha diluido y perdido.
Simplemente, los ciudadanos de a pie estamos jodidos.
En todo caso, sigue reproduciendo la misma cultura priista del siglo pasado “del tirarse al piso” del jefe máximo.