Pero te daré un consejo: nunca pelees con una mujer porque es pelear con doscientos hombres al mismo tiempo”.
La máxima aquella, filosofía cuenqueña en los pueblos afrodescendientes, le funcionó de maravilla para arriba.

PASAMANOS: En las oficinas públicas y privadas, en las oficinas de gobierno y empresariales, incluso, en el salón de clases, las mujeres se despluman, digamos, para convocar la última alegoría de AMLO, el presidente, de que a este gallito nadie le quita las plumas ni las alas.
De entrada, se forman grupos, grupitos y hasta grupititos integrados con una sola mujer.
Y como alguna vez un político dijera a una amiga funcionaria pública:
“Hay que tener miedo a tu lengua”.
Quizá aquella mujer nunca leyó la Biblia en el Eclesiastés cuando recomienda amarrarse la lengua antes, mucho antes de caer en una conspiración, en la intriga, la calumnia y la difamación.

CORREDORES: Salvo “La Reyna del Sur”, anexas y conexas, que recurren a las R-15 para matar, y/o en todo caso, si son jefas para ordenar asesinatos y masacres, el botón nuclear de una mujer para arremeter contra otra es la lengua.
“La lengua, dice el viejito del barrio, no tiene huesos. Y por eso es tan liviana y casquivana”.

BALCONES: Una diputada local dijo a una diputada federal:
“¡Ya embarneciste!”.
Y la diputada federal contestó a la diputada local: “¡Jódete!”.
Y la dejó con la palabra en la boca.
Luego, entre ambas se renovó apasionada, descarrilada, loca y frenética calumnia y difamación y que, incluso, llegó hasta el espacio mediático donde los columnistas políticos fueron utilizados como francotiradores.
Desde luego, al servicio de la mejor postora.
Y es que por más y más que desde “La mañanera” se repite el primer mandamiento de “Amaos los unos a los otros” para una parte de la población femenina, sobre todo, las mujeres dedicadas a la política, domina y predomina la ley del garrote y la macana para ganar espacios.

PASILLOS: Está muy bien soñar con mundos utópicos donde las mujeres sean generosas y solidarias y se apoyen entre sí y se abran caminos y puertas.
Y más aún, reconozcan la inteligencia, el talento y la experiencia de las demás, de las otras.
Pero, bueno, Carlos Marx y Federico Engels, Lenin y León Trotsky, Tomás Moro, Emiliano Zapata y Pancho Villa, entre tantos otros, fracasaron en su legítima obsesión soñando con las Comunas donde el egoísmo, la envidia, la cizaña y el mal fario quedaran excluidos en la relación humana.

VENTANAS: Maravillosa solidaridad y caridad y misericordia humana entre los Colectivos, integrados con padres con hijos desaparecidos.
También en las ONG llevando la bitácora de los feminicidios y luchando por frenar esta masacre que tiene a Veracruz en el primer lugar nacional.
Tanta generosidad en “Las Brujas del Mar”, la mayoría, todas quizá, chicas soñando con un mundo mejor.
Pero, y por desgracia, cuando de por medio se atraviesa la competencia entre una mujer y otra por un cargo público o privado, por un espacio de mando, entonces, los demonios se sueltan.