Podrá incluso el presidente municipal de Orizaba acariciar la posibilidad de la candidatura priista a gobernador en el año 2024.
Pero… que el Cabildo apruebe multar a las personas que no utilicen cubrebocas significa la entrada al infierno.
La población se irá en contra del uso obligatorio del bozal. Se rebelará. Y el acuerdo de Cabildo será peor que el artículo en el Código Penal sobre Ultrajas a la autoridad y que tiene a montón de personas presas por agravios y ofensas a los policías.

PASAMANOS: Cierto, y como dice el alcalde, “el respeto hacia el compañero ciudadano y el vecino es que usen el tapabocas. Y se multará, primero, como una amonestación, y después como una infracción”.
Malo. Significa como en el Porfiriato, “Pan o Palo”. Si te doblegas, pan. Si te sublevas, palo.
Es, será, sería, el más grande homenaje del presidente municipal de Orizaba a su héroe patrio, el dictador de 33 años en el poder político nacional.

CORREDORES: Antes, mucho antes de la Ley Bozal, a fuerza, está el diálogo. El convencimiento. El uso de la razón.
Y si en todo caso, en Orizaba la autoridad ha intentado dialogar con los sectores sociales para el uso del bozal y han fracasado, entonces, significa, de entrada, que la táctica social usada para el convencimiento fue improcedente.
Y como fallaron con el uso de la razón ahora imponen el bozal por la razón de la fuerza.

BALCONES: En ningún municipio de Veracruz, 212 en total, tampoco que se conozca en el país, el Cabildo ha acordado multar a los ciudadanos que rechazan el uso del tapabocas.
Más, cuando AMLO, el presidente, ya decretó el regreso a clases presenciales.
Y cuando la mitad de la población y la otra mitad anda tan echada pa’lante en los centros comerciales, los cines, las oficinas y talleres.
Un pueblo es como una mula suelen decir en las regiones indígenas del sur de Veracruz.
El día cuando la mula se enmula, se para y por más latigazos que le den ni un paso pa’lante.
Es más, la mula se sacude y tira la carga y ahí se mantiene, a la orilla del precipicio, sin caminar. Y si el dueño se atonta hasta patadota le puede asestar.
El Cabildo de Orizaba aprobó la multa y desafió a los ciudadanos de a pie.
Y el único afectado será el alcalde, el jefe máximo, el chamán, el tlatoani, el gurú.

PASILLOS: Antes, mucho antes que tal locura, una gran cruzada cívica para orientar y reorientar la política sanitaria y epidemiológica.
Más, cuando hacia el corte Orizaba contabilizaba 35 (treinta y cinco) casos de contagiados y un solo muerto y que expresa una baja incidencia del COVID.
En otros municipios están peor y ningún alcalde está pensando en imponer el cubrebocas por decreto bajo la advertencia de multas.

VENTANAS: Con calmita, prudencia y tolerancia, todo se puede aplicar.
Será un desliz canijo para el Ayuntamiento que decide utilizar, para hacerse respetar, el tolete y la macana.
Casi casi como la Fiscal General con su frasecita bíblica de que “Aquí mando yo”.