Sueños guajiros
•Cuitláhuac, acotado
•Desencanto oficial
ESCALERAS: En el mes de diciembre del año 2018, el señor Cuitláhuac García soñó con abrir las calles y avenidas y los pueblos de Veracruz al tránsito libre de los ciudadanos de a pie para todos y cada uno pudieran soñar.
Soñar, por ejemplo, con una mejor calidad de vida. Un mejor destino educativo para los hijos. Una política de salud pública sólida y consistente.
Luis Velázquez
Pero cuando va en el cuarto año en el poder, vientos huracanados en contra.
PASAMANOS: Uno, la embestida de doce senadores de la república, a saber, Dante Delgado Rannauro, Ricardo Monreal Ávila, Julen Rementería, Beatriz Paredes, Indira Rosales San Román, Oscar Eduardo Ramírez Aguilar, Raúl Bolaños Cacho, Sasil de León Villar, Miguel Ángel Osorio Chong, Juan Zepeda, Manuel Velasco Coello y Miguel Ángel Mancera.
Dos, la embestida de los carteles que el viernes 7 de enero le tiraron 9 cadáveres (dos mujeres y 7 hombres) en la carretera federal al sur de Veracruz, a la altura de Isla (más los 4 de Rinconada) y dejaron un narcomensaje y treparon un video a las redes sociales donde inculpan de cosas malas y peores amistades al secretario General de Gobierno.
Y lo que es peor, que el gobierno de Veracruz contestó al narcovideo, caray, ¡vaya política de comunicación social tan denigrante!
CORREDORES: Tres, un ejército de desempleados de todos los niveles.
Y más, en un Veracruz donde el primer año del COVID y la recesión galopante se registraron 140 mil desempleados, además de 540 mil empresas, negocios y comercios quebrados, en la ruina, según el dato de la secretaría de Desarrollo Económico, SEDECO.
Y cuatro, ante la acosada de los Senadores y de los malandros, el góber jarocho de la 4T todavía sigue necesitando que AMLO, el presidente, lo defienda con intensidad volcánica como quizá nunca ha litigado en el palenque público de “La mañanera” por otro gobernador y/o secretario de Estado.
BALCONES: Aquel sueño decembrino del año 2018 está reducido a cenizas, polvo y talco.
Y lo único que el señor García está dando a la población es “sangre, lágrimas y sudor”.
Sangre… por el regadero de cadáveres. Y feminicidios.
Lágrimas… por tantos niños huérfanos, parejas viudas y padres ancianos a la deriva económica y social en que los dejaron los hijos asesinados.
Y sudor… por tantos desempleados buscando chamba, tocando puertas, todas cerradas, y pedaleando para llevar el itacate y la torta a la casa familiar.
PASILLOS: ¡Pobre Cuitláhuac! Tendrá, tiene, la confianza solidaria de AMLO, pero la relación con el presidente de la república está sin aterrizarse en Veracruz.
Y, bueno, si hay programas oficiales para una ayudadita bimensual a los ancianos, madres solteras, ninis y campesinos sembrando árboles significan un paliativo que en igualdad de circunstancias son otorgados en el resto del país.
VENTANAS: Lo peor entre lo peor es lo siguiente:
El viernes 7 de enero, cuando los malandros treparon a las redes sociales un narcovideo relacionando al secretario General de Gobierno con el Cártel de Sinaloa, caray, el gobierno del Estado cayó en la trampa y les contestó “aclarando paradas”.
Mala, pésima decisión. Es tanto como validar al narcovideo. Tanto como legitimar a los carteles. Tanto como aceptar la influencia que tienen en Veracruz y declararlos sus competidores. Tanto como reconocer su poderío.
Significa, además, que la política de Comunicación Social del Estado es demasiado frágil y tres años y dos meses han sido incapaces de crear y recrear y multiplicar una imagen sólida del gabinete legal, a prueba, entre otras cositas, de narco/videos y narco/mantas.