Ahora sí, todos, en las familias, apretándose el cinturón.
Viviendo con la medianía de los ahorritos… si todavía quedan.
Sobreviviendo con el apoyo familiar.
Esperanzados en un milagro superior.
Convocando al Ser Superior para que tenga piedad, misericordia y compasión y perdone los pecados mortales y veniales cometidos, pero que abra el arcoíris laboral.

LUNES
Una salida, el autoempleo

De hecho y derecho, y ante la errática política económica para alentar la creación de empleos, solo pareciera quedar el autoempleo.
Por ejemplo, ofrecer servicios de casa en casa, como albañilería, fontanería, carpintería, electricidad y pintura.
Abrir un tianguis familiar en el garaje y/o la sala de la casa.
Vender tortas y dulcería y repostería de casa en casa, pastelería, empezando por los parientes, los amigos, los conocidos y los vecinos, casi casi como viviendo en una Comuna socialista donde todos se apoyan entre sí.
Juntarse los productores agrícolas y organizar un tianguis cada fin de semana en centro urbano donde pase mucha gente.
Tianguis de higos y papaya y tianguis de pambazos y tacos y salsa, como fue organizado en Xalapa el año anterior.
Venta de ropa usada.
Y al mismo tiempo, una vida austera. Cien por ciento austera. Gastando lo indispensable y básico. Haciendo milagros con los pocos centavitos que hay y cayeran de quincena en quincena.
La familia completa empujando la carreta.
Y si los hijos estudian en colegio privado, ni modo, hora de pasar a la escuela pública, porque el COVID, el ómicron y la recesión no tienen para cuándo irse…

MARTES
Empleos temporales

En otros tiempos, el gobierno construía obra pública de magnitud, entre otras cositas, y además del beneficio social, para ofertar empleos entre la población vecina.
Eran, cierto, empleos temporales, pero significaban una esperanza concreta y específica.
Duraban el tiempo de la construcción de la infraestructura y aliviaban la economía de montón de familias de aquellos rumbos.
Por ejemplo, la impresionante construcción de puentes y caminos en el sexenio de don Agustín Acosta Lagunes.
La inmensa obra pública con calles y avenidas pavimentadas y construcción de escuelas en el cuatrienio de Dante Delgado Rannauro a través del programa salinista de Solidaridad.
Los caminos de terracería en las zonas indígenas y rurales.
Incluso, la construcción de servicios básicos en los pueblos y en donde la mano de obra local era contratada.
Y aun cuando la comunidad también aportaba su faena como si vivieran regidos en una comuna socialista, su trabajo era recompensado.
El gobierno del Estado aportaba el cemento y los materiales básicos de construcción y la asistencia técnica y los vecinos la mano de obra y se vivía, entonces, una retroalimentación, y todos salían ganando.

MIÉRCOLES
La práctica del tequio

En el tiempo del COVID y la recesión nada ha funcionado con tanta efectividad y hasta esperanza, gran respiro, como el autoempleo.
Además, y operando desde la casa de cada uno.
Y entre lo más socorrido, la venta de alimentos (platillos sabrosísimos, la sazón de mamá y de la abuela, tortas y tacos, pambazos, etcétera) y pastelillos y chocolates y panes especiales a la familia, los amigos, los amigos de los amigos, los vecinos, los conocidos y los compañeros del trabajo y la oficina y la escuela.
La familia completa, empujando la carreta, todos juntos, empalmados, llenos de enjundia y alegría porque todos participan, conscientes y seguros que es por el bien familiar.
En el segundo lugar de la vendimia familiar la manualidad que las señoras suelen elaborar en casa y en las tardes de tertulia con las amigas y la maestra en turno.
Una señora descubrió que tiene mucha, demasiada, suficiente habilidad para las chambritas, además, con un gran sentido artístico, y ahora se las piden hasta para los hijos que apenas, apenitas vienen en camino y/o parejas de recién casados en lista de espera.
Incluso, la vieja práctica (usos y costumbres) del tequio indígena donde las familias se intercambian, como en tianguis, los productos alimenticios y de servicios y que significan un ahorro fuera de serie.

JUEVES
Cabildear con empresarios

Desde el rústico entender, la secretaría de Desarrollo Económico, SEDECO, ha de tocar las puertas de la inversión privada, tanto del país como del extranjero, para mirar a Veracruz, tan pródigo en los recursos naturales, tan competente en la mano de obra.
Jalar a los grandes inversionistas, magnates, con facilidades y ofertas, de tal forma que signifique una estrategia permanente para cabildear posibilidades.
Visitas de grupos empresariales a los municipios con mayor potencial de desarrollo económico y social.
Hay tanta pobreza en la SEDECO que, por ejemplo, hasta sin fútbol (mucho circo, sin pan, para la población) nos quedamos en el puerto jarocho.
Y lo peor, nada pasó.
Incluso, hasta se pensaría que ningún plus tiene poner a un empresario al frente de la SEDECO si sabe y está consciente de que llegó ahí por santo Dedazo.

VIERNES
Empujar la carreta

Hay montón de Pueblos Mágicos, pero sin la mayor trascendencia económica. Salvo, Orizaba, que parece el más movido exprimiendo el juego al título honroso.
Las remesas de los paisanos migrantes en Estados Unidos han rebasado los ingresos derivados de la caña de azúcar, el café y los cítricos y hasta los consideran el sostén de la economía estatal.
Y eso que los migrantes se fueron solitos, expuestos a todo, cero ayuda oficial.
Hay una vocación turística de Veracruz para la clase media y baja… sin explorar ni explotar.
Más, cuando bien pudiera la secretaría de Turismo lanzar turismo estatal de pueblo en pueblo y de un extremo de Veracruz al otro extremo conjuntando a los hoteleros.
Cada alcalde sin integrar una red municipalista, regional quizá, para promover el turismo de pueblo en pueblo de Veracruz.
Veracruz, el hazmerreír en los tianguis nacionales de turismo. Y hasta en los internacionales, como cuando la titular de Turismo viajó a España para jalar turismo y se puso a bailar “La bamba” y “El tilingo lingo” ante empresarios creyendo que así convencería a todos de los atractivos jarochos.
Solo reactivando la economía habrá esperanzas para el ejército de desempleados en Veracruz.
Pero el gobierno de Veracruz tiene el Principio de Peter (la incompetencia) como camisa de fuerza.