La peor entre las peores derrotas de la historia desde la fundación del tricolor en 1929 por Plutarco Elías Calles con el partido abuelito del PRI, el Partido Nacional Revolucionario, PNR.
Todavía así, el diputado local por AutoDedazo, envió mensaje navideño y de año nuevo a los ediles rojos y les dijo que "no sean sumisos".
Y que "no sean sumisos" en las horas difíciles, rudas y duras que están viviendo y padeciendo cuando, por ejemplo, cincuenta alcaldes y 7 diputados locales de oposición se bajaron del barco del partido político que los llevó al triunfo en las urnas, y de pronto, ¡zas!, se afiliaron a MORENA.
"Respeten las siglas del tricolor", les dijo el señor presidente cuando, caray, ni él mismo las respetó cuando se quedó con las tres curules pluris, sin hacer campaña, sin exponerse a una derrota y sin gastar un solo centavo, una para él.
Caray, de 212 presidencias municipales, el tricolor solo ganó 24.
Y aun cuando podrá alardear que ganó más en alianza con el PAN y PRD (sobre todo el PAN, pues el PRD está hecho añicos y polvo), fue en alianza con el partido Acción Nacional, su histórico adversario y enemigo desde sus orígenes en que lo fundara Manuel Gómez Morín.
El PRI en Veracruz el 6 de junio del año 2021:
De las veinte candidaturas a diputados federales, únicamente ganó una. En Coatepec, con Pepe Yunes Zorrilla como candidato por el distrito.
De las treinta candidaturas a diputados locales, perdió las treinta. Y se quedó con tres curules... fueron pluris.
Y las tres, repartidas por AutoDedazo entre el jefe, el presidente, y dos mujeres, jefazas y aliadas.
Y de las 212 alcaldías, solo ganó 24.
La mayoría, en las regiones indígenas y campesinas.
Solo dos, indicativas: Orizaba y Cosoleacaque.
¡Vaya derrota legendaria, histórica y bíblica!
Casi casi, como si fuera el preludio y el anuncio de que el tricolor camina derecho, derechito, a la extinción, como los grandes dinosaurios de la historia.
Bastaría referir otro dato indicativo y significativo:
El PRI sigue perdiendo la presidencia municipal de Veracruz donde antes era el partido en el poder absoluto y total.
Ahora, del montón de regidores únicamente quedó con una sola regiduría.
Para Belem Palmeros Exsome, la ganona.
De hecho y derecho, como si fuera el eslabón perdido.
Más si se considera que rara veces "una golondria anuncia el verano".
¡Pobre PRI!, de la gloria al infierno.
Del partido mayoritario a partido minoritario.
Y desacreditado.

GANÓ EL PRI EN MUNICIPIOS INDÍGENAS Y RURALES
La mayor parte de los 24 Ayuntamientos ganados por el PRI en las urnas son indígenas.
Salvo los casos de Orizaba y Cosoleacaque, las demás demarcaciones ubicadas en las zonas étnicas habitadas por indígenas, allí donde se concentran la gente en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Por ejemplo, y entre otros:
Tamalín, Benito Juárez, Chontla, Calcahualco, Atlahuilco y Soledad Atzompa.
Tlatelela, Moloacán, Tonayán, Soteapan y Ayahualulco.
Los pobres... que todavía siguen creyendo en el partido tricolor.
O en todo caso, sufragando por el PRI porque de por medio hay un cacique indígena que todavía cree en el PRI y por añadidura, amarra el voto por los candidatos del tricolor.
Perdidos los municipios urbanos, incluso, los más importantes por su capacidad económica, social y política, arraigado apenas, apenitas, en entidades rurales, indígenas, el priismo se acerca a la desaparición.
Cada vez, pareciéndose a los orígenes del PAN, por ejemplo, y a quienes don Adolfo Ruiz Cortines llamaba "místicos del poder", porque nunca ganaban una elección en las urnas.
Y en rara y extraña paradoja, el día cuando el PAN expulsó al PRI de palacio nacional con Vicente Fox Quesada en el año 2000, la mitad de los politólogos y la otra mitad olfatearon que el fin priista se aproximaba.
En menos de veinte años, del año 2000 al año 2020, el tricolor, convertido en un dinosaurio en extinción.
En el año 2000 era el tricolor el partido político más antiguo y más fuerte y poderoso compartiendo honores con un partido de Vietnam.
Ahora, en la antesala del infierno.
Viviendo de las glorias pasadas...

DESBANDADA EMPEZÓ CON LOS CACIQUES
La gran deserción priista en Veracruz inició en el año 2016 cuando el expriista y panista de todos los tiempos, Miguel Ángel Yunes Linares derrotó en las urnas al priista Héctor Yunes Landa, su primazo.
Fue el tempo cuando varios caciques (Renato Tronco de Agua Dulce, las hermanas Fabiola y Regina Márquez Saut de Acayucan, Basilio Picazo de Papantla y Ricardo García Guzmán, de Pánuco, entre otros) migraron del PRI y afiliaron al Partido Acción Nacional.
Ahora, en el segundo semestre del año anterior, cincuenta presidentes municipales electos y 7 diputados locales desertaron de los partidos políticos que los encumbraron en las urnas y se afiliaron a MORENA, el partido en el poder, y entre ellos, priistas.
El más connotado en la zona conurbada Veracruz--Boca del Río, por ejemplo, el priista durante cuarenta años, Fernando Arteaga Aponte, "El huevo", y a quien luego luego MORENA entronizó como diputado local.
Descabezado en los municipios tanto con los alcaldes como con los diputados locales y federales, ni un solo Senador de la República priista, y con dos gobernadores opositores (uno del PAN y el otro de MORENA), el tricolor vive los peores días de sus 93 (noventa y tres) años de su vida partidista.
Casi casi como los dinosaurios... y que otro era el dinosaurio de Tito Monterroso.