En todo caso, el efecto sicológico de desacreditar a los mandatarios anteriores ya fue cumplido.
Miguel Ángel Yunes Linares y Fidel Herrera Beltrán, en el retiro. Javier Duarte, encarcelado en el Reclusorio Oriente. Y su esposa, expareja, luchando para evitar la extradición de Londres a México.

PASAMANOS: “En ruinas nos dejaron todo” exclamó el góber de la 4T en el III informe de gobierno en Tlacotalpan y en donde fue tratado como “torero en tarde de luces”. El Odorico Cienfuegos del barrio.
En ruinas, las finanzas públicas y por eso más y más y más créditos bancarios.
En ruinas, los centros de salud y los hospitales y por eso tantas protestas de los padres y niños con cáncer.
En ruinas, la infraestructura, por ejemplo, en caminos, carreteras y puentes.
Durante 36 (treinta y seis) meses ha sido la cantaleta y los ciudadanos de a pie estamos hartos. Saciados. Empachados.

CORREDORES: Las tribus guinda y marrón ya se pasaron de tueste.
Más, porque excusan su principio de Peter, su incapacidad oficial, sus limitaciones, en los antecesores.
Y, bueno, si así es o fue, de las doscientas denuncias penales del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en la Fiscalía General en contra de yunistas, duartistas y fidelistas, resulta inverosímil que par de detenidos en el penal de Pacho Viejo.

BALCONES: Sin andar con tantos rollos y chorizos, Miguel Ángel Yunes Linares encarceló en Pacho Viejo a unos treinta funcionarios duartistas y a sesenta policías acusados de desaparición forzada.
Todos están libres, aun cuando se ignora, como parece, si también los policías. En todo caso, llevando el proceso penal en libertad y desde sus casas y oficinas.
La 4T dijo, en un principio, que fueron dejados en libertad por la inconsistencia en los expedientes. Pero en su momento, la yunicidad los privó de la libertad por la fuerza penal de la averiguación previa.
Cuestión de enfoques. Pero mientras, seguir exhibiendo a los antecesores como pillos y ladrones constituye un error de apreciación social y política.
Pocos, excepcionales, creerán en la 4T cuando el jefe máximo vuelve a replicar el mismo discursito ramplón y barato, populista y demagógico.

PASILLOS: Tres años se han ido y es hora de apechugar la realidad.
Los antecesores fueron juzgados. Y condenados en la mesa de los sacrificios públicos y el palenque. La historia emitió su dictamen, y a diferencia de aquel discurso, en ningún momento los exoneró.

VENTANAS: Pero, bueno, si AMLO, el presidente sigue repitiendo el mismo discurso en contra de sus antecesores, jefe máximo, gurú, tótem, tlatoani, ni modo que en Veracruz sean omisos.
Más, “en el país de un solo hombre”.
Más cuando hay un vacío político y social, económico y educativo, de salud y seguridad y procuración de justicia y que continúa llenándose lanzando lodo a las tribus políticas del pasado inmediato.
Y, sin embargo, entre los ciudadanos de a pie sentirán que nada mejor como soñar con que “la chachalaca se calle”.
Desde hace rato, el cotorrito bailarín, La Muñequita del Calamar, perdió credibilidad. Apenas, apenitas, le creerán su primero y segundo círculo del poder. Siempre y cuando, claro, los siga favoreciendo con los recursos públicos…
Ya se sabe, dinerito y carguitos públicos matan deslealtad.