“La muerte sigue teniendo permiso”.
Valientes, muy valientes, por ejemplo, los cientos de chicos haciendo fila para ver la última película de “El Hombre Araña”.
Además, a la expectativa para checar si es cierto que como dijeron en la promoción en el mismo filme actúan los tres actores que lo han interpretado en el cine.

DOS. La vida o la muerte

Cada uno su COVID, pero ha de ser la hora de elegir entre la vida y la muerte.
Si cada persona desea confinarse para evitar, y hasta donde es posible, el contagio, y quizá, en una de esas, la muerte…
O si por el contrario, harta del encierro, se expone y hace su vida normal.
En todo caso, se dirá, la autoridad hace su parte induciendo a la calle y la oficina y el taller y la fábrica y el surco.
Más, por la recesión en que estamos y ha originado, solo en Veracruz, el cierre de 540 mil empresas, negocios y comercios y generado 140 mil desempleos.

TRES. La cantaletita de siempre

El presidente de la república convocando a “los acarreados” al Zócalo de la Ciudad de México “con o sin cubrebocas”.
La secretaría de Educación Pública asegurando que para el mes de enero las escuelas del país, sin excepción, al salón de clases.
Y encaramados en la cantaleta oficial, las plazas comerciales repletas.
En los restaurantes y cafés, la sana distancia se ha borrado. Las mesas, acomodadas igual que antes.

CUATRO. Desesperación social

Ninguna duda de que a la autoridad urge la vuelta a la normalidad.
La recesión sigue causando más duros y rudos golpes a la economía.
Y quizá, antes, mucho antes de que la recesión lleve a peores estragos del desempleo…
Y antes de que el desempleo conduzca a la hambruna…
Y la gente desencadene en la desesperación social, entonces, ni modo, exponer la vida en la vida normal de todos los días, como si nada.

CINCO. Profetas epidemiológicos

Ningún doctor en el mundo puede, y así como están las circunstancias, aventurar que el COVID va a la baja y en caída libre.
Menos puede adivinar (que de adivinanzas en ningún momento se trata) el fin del coronavirus.
Tampoco el fin de la recesión.
Además, ni es la primera ocasión en el mundo con una pandemia y una recesión ni será la última.
Por el contrario, hemos de revisar la historia para documentar la estrategia económica y social con que pandemia y recesión fueron libradas y aprender nuevos caminos alentadores.

SEIS. “De cualquier forma morirán”

Los magnates de la educación privada, por ejemplo, se quejaron de la deserción escolar y que llegó a las universidades públicas, como el caso de la Universidad Veracruzana, aceptando una deserción del veinte por ciento.
Y tendrán, o tienen, toda la razón del mundo para insistir en el regreso a clases presenciales.
Pero al mismo tiempo, está el riesgo de contagiarse del COVID y exponerse a la muerte.
Por eso, la 4T será muy 4T, pero desde la calle y con el día con día sigue antojándose una decisión errónea, equivocada, mal tomada, la llamada “vuelta a la normalidad”.
Y si la gente protesta, pues allá cada uno…
Claro, la alcaldesa de Xico lo dijo con 4 palabras sabias. “De cualquier forma morirán”.