Y, claro, en el tiempo sexenal guinda y marrón lo están logrando.
Más con los llamados Políticos Automáticos que por aquí protestan en un cargo público están pensando en el siguiente.
Y cuando, caray, el político Guinness, Porfirio Muñoz Ledo, profetiza que MORENA permanecerá, mínimo, dieciocho años seguiditos en el poder.

DOS. Primeros renegados

El 6 de junio del año por terminar ganaron 9 de las quince gubernaturas.
Y ganaron mayoría de diputados federales.
Y aun cuando perdieron 6 de las quince presidencias municipales en la Ciudad de México quedaron mayoría.
Pero ahora, y como en el caso de Veracruz, cuando todavía no han tomado posesión, dos alcaldes, de Totutla y Medellín, desertaron del PVEM y afiliaron a MORENA.
Más 7 diputados locales también migraron de sus partidos y se volvieron Morenistas.
Insólito, el gurú del PVEM, Javier Herrera Borunda, calcula que entre el secretario General de Gobierno, Éric Cisneros Burgos, y el diputado local, Juan Javier Gómez Cazarín, les quitarían diez presidentes municipales más.

TRES. MORENA, PRI de hoy

MORENA es como el PRI en el siglo pasado. Tiempo cuando acuñaron la cultura priista como aportación nacional.
Entre otras, de “Todas, todas”, para definir que si perdían en las urnas en la impugnación electoral ganaban.
De “Todas… todas”, el partido obradorista está empeñado.
Incluso, reducir los partidos políticos en México a dos. Un partido de izquierda, MORENA. Y un partido de derecha, los otros.
El México absoluto y absolutista. “El país de un solo hombre”. “Aquí mando yo”, diría el jefe máximo.

CUATRO. Eras priistas o no eras nada

En el resplandor priista fue difícil concebir vida política fuera del PRI.
Era la única opción para desarrollarse y crecer y alcanzar la vida pública.
Eras priista o no eras nada.
Hasta acuñaron el concepto de las Barbies Políticas, las preferidas y consentidas.
Ahora, en MORENA, se apropiaron de aquella cultura política, pero como siempre, el alumno rebasa al profesor, y entonces, salieron más avilones, voraces e insaciables.
Es todo o nada.
Tanto que, por ejemplo, MORENA logró que el PRI y el PRD decidieran cambiar de nombre porque ambos partidos quedaron cien por ciento desacreditados en la cancha pública.
Y creen que cambiando de nombre resucitarían y serían aceptados por los ciudadanos de a pie.

CINCO. AMLO, el volcánico

Impetuoso, AMLO pasó por el PRD y fue líder nacional y jefe de Gobierno en la Ciudad de México, gracias al sol azteca.
Pero desertó del PRD y fundó su partido y luego de dieciocho años de seguir en la oposición, además de rebasar por completo al PRI y PAN con el triunfo presidencial, noqueó al PRD en el centro del cuadrilátero.
Es más, hubo perredistas, entre ellos, “Los Chuchos” Zambrano y Ortega, quienes lo inculparon de la derrota.

SEIS. Los Morenos levitan

Además de avilones en MORENA, también son como López Obrador, tercos y tozudos, obstinados y ambiciosos.
Y mesiánicos, pues están seguros de que fueron enviados por un Ser Superior para salvar la tierra y ahora sí, caray, llevarla al paraíso terrenal donde todos sean felices y dichosos.
Todavía más, convencidos de que son honestos “a prueba de bomba” y todos los opositores son pillos, ladrones y corruptos.
Así, la mayoría, camina en la vida pública. Casi casi, levitando en medio de una aura y resplandor mirífico.