Un fetiche, digamos, con el que sean ligados, identificados, caracterizados, ubicados, recordados.
Y en el caso de la 4T hecha gobierno en el palacio principal de Xalapa, los símbolos son los siguientes, entre otros.
El baile. El bailongo. Primero fue la salsa. Ahora, las danzas prehispánicas. Pronto, el reggaetón. El góber precioso de la purificación moral, el intérprete número uno.

DOS. “El machete” socialista

El machete, el gran símbolo que fue en el siglo pasado del comunista. Es más, el periódico oficial de los socialistas del siglo pasado se llamaba “El machete”. En el caso de Veracruz, la moruna sabatina para podar lotes baldíos oficiales y los camellones.
Gran símbolo turístico, social y económico, “El cuenqueño”, el yate navegando en el Río Papaloapan, y en donde al principio decidieran cobrar 4 mil pesos de Alvarado a Tlacotalpan, pero como significó un fracaso, que lo rebajan.

TRES. La negritud del Papaloapan

“El torito”, una guagua descubierta en Tlacotalpan para que las tribus políticas pasearan el martes 16 de noviembre con motivo del III informe del góber precioso, fifí, salsero, catrinero y machetero.
“El Cristo Negro de Otatitlán” en el siglo XXI en Veracruz. A saber, el secretario General de Gobierno, y quien ahora, ejerciendo el poder se da espacio y tiempo para su vocación literaria y escribe libro sobre sus antepasados, la negritud del Papaloapan.

CUATRO. Cazadores de pillos

Los tenis, el símbolo deportivo, pero más político y social. Los tenis del diputado local, Juan Javier Gómez Cazarín, entre 400 y 700 pesos. Los tenis de Doreny García Cayateno, secretaria de Trabajo y Previsión Social, de entre 14 mil 7 17 mil pesos.
Por decreto, ahora la mitad del gabinete legal y ampliado jugó beisbol en su infancia y constituye el deporte favorito como funcionarios públicos. Incluso, hasta soñaron con jugar en el Aguila de Veracruz del Indio de Cleveland, Roberto Ávila.
La 4T, con su ícono de íconos, cazadores de pillos, ladrones y corruptos. Todos los antecesores, ladronzuelos del erario público. Nosotros, la 4T, ángeles de la pureza y querubines.

CINCO. “¡Calla, chachalaca!”

El cancaneo de la lengua viperina. Por ejemplo, la cantaleta de que el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, interpuso doscientas denuncias penales en la Fiscalía General en contra de yunistas, duartistas y fidelistas. Y muchos meses después, únicamente par de detenidos.
Una tribu política que utiliza a los pobres y “a los pobres entre los pobres” como “carne de cañón. Y con todo el descaro y desfachatez del mundo para, entre otras cositas, purificarse. Pero también, ganar elecciones en las urnas.
Gatúbela. La Fiscal General debutando en acto público con camisa y pantalón color negro brillante, pegadito como en sus buenos tiempos María Victoria en el Teatro Blanquita de la Ciudad de México.

SEIS. Puros entre los impuros

El nuevo retrato del poder público en Veracruz, el símbolo de símbolos, los jefes máximos, los grandes estadistas morales del Golfo de México. Estadista mayor, Superman, El hombre-araña, el góber salsero. Son los Nuevos Humanistas. Los puros. Los puros entre los impuros. Los héroes de la patria chica dignificando a los 6 millones de habitantes de Veracruz en la miseria, la pobreza, el desempleo y la jodidez.