Periódicos flaquitos
•La llave, cerrada
•Vivir del presupuesto
ESCALERAS: Cada vez, más flaquitos los periódicos impresos. Mes con mes, por ejemplo, perdiendo páginas y secciones. Incluso, las secciones amontonadas. Discordantes, información general a un lado de deportes. Sociales, con policía.
La recesión apretando tuercas y llevando al fondo del infierno. Pero antes, el nuevo estilo de ejercer el poder con la 4T al mando nacional y en varias entidades federativas.
Luis Velázquez
La antigua profecía yunista de que “los medios han de aprender a vivir de sus medios”.
Uno, la circulación. Dos, la publicidad comercial. Y tres, la publicidad política… tan veleidosa.
Unos medios, por ejemplo, excluidos del paraíso federal y estatal. Otros, favorecidos. Como en los tiempos priistas y panistas.
PASAMANOS: Durante muchos sexenios, los medios han vivido del ingreso oficial. Los famosos convenios mensuales. Los privilegios y canonjías a la sombra y el cobijo del poder.
Y con una regla universal: entre mejor te portas con las tribus políticas, mejor te va con los convenios, con todo y que en el gobierno de Veracruz digan que “son convenios chiquitos, chiquititos”, pero como dice el director de un medio impreso, “alcanza para la nómina”.
CORREDORES: Memorables y citables las ediciones de otros tiempos. En cada nuevo amanecer, se necesitaban varias horas para leer el periódico.
Incluso, la sección general para el padre. Sociales, para la madre y las hijas. Deportes, para los hijos, Y policía, para el velador.
Había periódicos que hasta podían doblarse y utilizarse como sabrosa almohada y seguir oliendo la tinta “en vivo y directo y a todo color”.
BALCONES: En términos generales, de pronto, la autoridad limitó los convenios mensuales con los medios. Incluso, y en nombre de la 4T, los restringió al máximo. Además, endureció los requisitos para suscribir acuerdos.
Y la mayor parte de los medios impresos, hablados y digitales se hundieron en el rincón más arrinconado del precipicio.
Uno, reducción de las páginas y las secciones. Dos, recorte de personal periodístico y administrativo. Tres, cero enviados especiales. Cuatro, despido de articulistas.
Hay días, los más, cuando la edición apenas, apenitas es de 8 páginas. A veces, doce páginas.
Además, de dudosa y cuestionable calidad en los contenidos.
Lisonjas, incienso, fuego pirotécnico, a la tribu gobernante en turno.
PASILLOS: Desde el poder público y político, la llave fue cerrada. ¡Vaya apretón de tuercas! ¡Vaya deslinde!
Incluso, hay convenios… pero para los medios amigos y desde años atrás. Décadas, incluso, Probados y comprobados en su lealtad, lealtad ciega, ya se sabe.
Nada de que ahora cuando estás en el poder somos amigos y me darás convenios.
La 4T, por ejemplo, premiando a los medios leales desde el tiempo priista y panista. Aquellos, digamos, que se la jugaron. O que, en todo caso, fueron hábiles, muy hábiles, y aun cuando “ordeñaban la vaca”, y bien, en el tiempo rojo y azul, abrían las páginas a la disidencia política.
VENTANAS: Y dada la recesión, la caída de la publicidad comercial. Bastaría referir dato indicativo y significativo: el aviso sexual en la página económica ha descarrilado tanto, pero tanto, tanto, que apenas publican uno solo. Y a veces.
Solo el profeta se atrevería a un pronóstico sobre el destino de los medios.
Pero de continuar así, con el estilo de gobernar de la 4T, y cada vez ganando más gobernadores y presidentes municipales, y apostando, de ñapa, a las redes sociales, anexas y conexas, los medios llegarían al modelo Regeneración, el periódico de Ricardo Flores Magón, hacia 1900, y que únicamente eran cuatro paginitas.
Casi casi, una hojita parroquial.